Coronavirus: Según la Provincia de Buenos Aires, entre enero y octubre se produjeron 11.220 muertes más que el promedio histórico
Tras un análisis exhaustivo de las estadísticas de mortalidad de la provincia de Buenos Aires, un equipo de investigadores del Ministerio de Salud de esa jurisdicción llegó a la conclusión de que entre enero y octubre hubo 11.220 defunciones más que el promedio de los últimos cinco años, todas atribuibles al nuevo coronavirus. A partir de julio, el exceso de mortalidad superó los valores esperados para la provincia en alrededor de un 5%, o del 10% si se considera el promedio histórico
Como este cálculo no se hizo todavía en el nivel nacional y aunque no es estrictamente correcto, en el trabajo, Santiago Pesci, Teresa Varela, Lupe Marín, Ricardo Wright, Nicolás Kreplak (viceministro de salud bonaerense); Leticia Ceriani, Andrés Guillermo Bolzan, Juliana Pisonaro y Magali Pérez compararon estas cifras con las de otros países y encontraron que aquí hubo un exceso de mortalidad menor que en otros de la región, si se toma como referencia un estudio publicado por The Economist.
Las causas de mortalidad más frecuentes en residentes de la provincia son las enfermedades cardiovasculares, seguidas a partir de 2016 por las respiratorias y los tumores. El 42,8% de defunciones del grupo de las patologías respiratorias se explica por neumonía e influenza.
Desde el inicio del año, hasta el 31 de octubre en el Registro Provincial de las Personas se contabilizaron un total de 121.326 fallecimientos, de los cuales 16.691 (13,76%) corresponden a decesos con diagnóstico de Covid. "Se calcula, provisoriamente, que hubo un exceso promedio de mortalidad del 5,33%, considerando como línea de base el límite superior de confianza del 95% de la serie histórica 2015-2019, o del 10,19% si se considera el promedio histórico", afirman.
Si bien no es posible realizar un análisis de reemplazo de causas específicas por la pandemia, se estima que aproximadamente el 32,78% y el 11,88% de los fallecimientos corresponden a un reemplazo de otras causas de muerte, si se compara con el período enero/octubre y julio/octubre, respectivamente.
Precisión
"Este indicador permite estimar con más precisión que otros el real impacto de la pandemia –dice Enio García, jefe de asesores de la gobernación–. Muchas veces se comparan, por ejemplo, muertes por millón en Italia y en la Argentina, pero nosotros tuvimos que atravesar el otoño y el invierno completos, mientras allá solo tuvieron pandemia durante la mitad del invierno. A diferencia de otros países, vimos que en nuestro caso la totalidad del exceso puede adjudicarse a la pandemia, ya que hubo ‘reemplazo’ de muertes (es decir, que este año algunas causas de mortalidad descendieron); en cambio, en otros países estas muertes de más se explican no solo por Covid, sino también por otras patologías. Eso indica que hubo colapso del sistema de salud, lo que provocó que personas con otras afecciones no tuviera acceso al tratamiento".
Estos resultados echan por tierra también la hipótesis de que el coronavirus es "igual que una gripe", una afección para la que hay vacuna y que circula todos los años. "No es una gripe para nada –dice García–. Incluso si supusiéramos que tiene una letalidad similar, es más transmisible, por lo que afecta a una población mayor. Tengamos en cuenta que el impacto que estamos viendo se dio con ampliación del sistema de salud, medidas de aislamiento, y restricción de movilidad y actividades".
Este análisis sugiere, además, que no habría subregistro de muertes en la provincia. "Cuando empezamos a ver discordancia entre los fallecimientos que arrojaba nuestro sistema de gestión de camas que generamos durante la pandemia y el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud (SNVS), apostamos a cruzar esos números con las actas de defunción digitalizadas para acercarnos todo lo posible a los números reales", destaca García.
Efectos
Para el químico analítico Roberto Etchenique, de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, "el estudio es técnicamente impecable y permite advertir el efecto de la cuarentena. En los países con aislamiento prolongado, lo esperable es que baje el número de muertes por otras causas. Y eso se ve también en que el exceso de muertes es menor que el número de muertos Covid confirmados".
Para el físico Jorge Aliaga, que viene analizando los números que arroja la pandemia desde el primer día, al ver el "exceso" de muertes (cuántas más hubo este año comparado con los anteriores), se verifica que es menor que el total de las originadas por Covid porque hubo otras causas que descendieron (entre ellas, otras enfermedades respiratorias, traumas, accidentes de tránsito…). "Incluso podría haber habido un descenso en la mortalidad, si el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) en el AMBA hubiera sido eficaz", subraya. Por otra parte, agrega, "si hubiera habido subconteo de muertes, la diferencia debería ser superior a las de Covid y no se podría asegurar si murió más gente de otras cosas o por coronavirus".
Según destaca el trabajo, el exceso de mortalidad proporciona una estimación del número adicional de fallecimientos acaecidos en el marco de un evento de impacto sociosanitario, comparado con el número de muertes esperadas, para un período y región definidas. Para calcularlo, se considera la totalidad de las causas de muerte y no solo algunas. Para la Organización Panamericana de la Salud, el análisis del exceso de mortalidad es un enfoque recomendado para evaluar el impacto de la pandemia, ya que capta el efecto neto de todos los factores que pueden aumentar o disminuir la mortalidad y es fácilmente medible a partir de los sistemas existentes de Registro Civil y Estadísticas Vitales.
Para el bioinformático Rodrigo Quiroga, de la Universidad Nacional de Córdoba, "el trabajo parece muy sólido. Es una gran ventaja tener digitalizadas las partidas de defunción, no se entiende cómo no se hizo antes. Por otro lado, esto muestra que se contabilizaron muy bien los fallecidos en la provincia. Sería importantísimo que otras pudieran hacer lo mismo para poder sacar conclusiones y planificar de cara al futuro. El reporte adecuado del número de muertes permite un cálculo mucho más fino de la prevalencia real de Covid y podría haber lugares con una cantidad tan grande de infectados que ya eliminaría la posibilidad de una segunda ola".
Concluye Etchenique: "Debido al gran número de casos reales en el conurbano, las cifras de muertos por millón de la provincia son muy altas, a pesar de que en el interior hubo muy baja incidencia que es imprescindible cuidar".