Coronavirus: ¿colocar a los pacientes boca abajo puede salvarles la vida?
Como ocurre en otros casos, una técnica que se utiliza en las terapias intensivas desde hace más de dos décadas puede estar ayudando a disminuir el impacto del coronavirus en pacientes graves. Se trata de la "pronación" de los que tienen dificultades pronunciadas para respirar o, dicho en otras palabras, colocarlos boca abajo.
"Pronar a los pacientes es una estrategia que todos estamos siguiendo; en especial, si están conectados a un respirador", afirma Gustavo Lopardo, ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología e integrante del consejo asesor del Poder Ejecutivo para Covid-19.
Según indican varios trabajos científicos bien documentados, esta posición ayuda a aumentar la cantidad de oxígeno que llega a sus pulmones. Dichas investigaciones sugieren que los pacientes con síndrome de dificultad respiratoria aguda, el cuadro grave en el que también puede desembocar la gripe y la neumonía, y que se presenta como complicación de la Covid-19, si se colocan boca abajo, tienen mejor pronóstico. Según afirma Elizabeth Cohen en un artículo para el sitio digital de la CNN, su tasa de saturación de oxígeno, una medida de oxígeno en la sangre, pasó del 85% al 98%.
La técnica de pronación se utiliza desde hace unos 20 años en el país, subraya Rosa Reina, presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI). "En mi servicio la usamos mucho -dice–. Ha demostrado disminuir la mortalidad en estos cuadros graves. Su efecto está cuantificado en varios trabajos científicos, y hay indicaciones precisas de cuándo aplicarla".
Ignacio Bonelli, coordinador de Terapia Intensiva del Hospital Universitario Cemic, sede Saavedra, coincide. "De hecho, sobre todo los países europeos, que son los que más experiencia tienen, en sus guías recomiendan ponerlos boca abajo como una medida muy importante –explica–. La Covid-19 genera lo que se conoce como ‘distrés respiratorio agudo’, una inflamación grave de los pulmones: donde debería haber aire, hay líquido inflamatorio. Lo que se logra al ponerlos en esta posición es airear mejor zonas que están colapsadas por el peso del pulmón y la caja torácica, y quitar el peso del corazón sobre la parte izquierda. Además, permite manejar mejor las secreciones. Hay bastante información científica con trabajos muy bien hechos y es particularmente efectivo en estas nuevas neumonías. Se hace una cuenta con la saturación de oxígeno en la sangre del paciente y, a partir de cierta medida, se lo pone boca abajo. Hay que usarlo con cierto cuidado, pero nosotros acá tenemos mucha experiencia".
En los casos en que corresponde, los pacientes se mantienen en esa posición durante unas 16 horas diarias, aunque "si es posible tenerlos 24, mejor", afirma Ricardo Valentini, director de Medicina de Cemic. La medida, sin embargo, tiene sus riesgos. Cuando están boca abajo, los pacientes ventilados requieren más sedación, lo que podría exigir una estadía más prolongada en la unidad de cuidados intensivos.
Según escribe Cohen, un estudio francés de 2013 solo examinó a pacientes que usaban respiradores, por lo que no está del todo claro qué efecto tendría esta medida para los pacientes que no están tan gravemente enfermos.