Coronavirus en la Argentina: detectan retrasos en el diagnóstico de Covid-19
La experiencia internacional y las directivas de la OMS indican que, no habiendo tratamiento ni vacuna para controlar la epidemia, por ahora la única forma de interrumpir la transmisión del nuevo coronaviruses identificar a las personas infectadas, aislarlas, y rastrear y aislar a sus contactos. Y hay que hacerlo rápido. Los modelos epidemiológicos muestran que si esto último no se hace idealmente en las primeras 48 horas después de que se identifica un caso, la efectividad de la intervención va disminuyendo para pasar a ser inexistente a los cinco días.
Esta velocidad adquiere singular relevancia en zonas con brotes activos del virus. Sin embargo, datos independientes de tres investigadores muestran que en la zona actualmente más problemática del país, el AMBA, hay un retraso en el diagnóstico de pacientes con Covid-19.
Es lo que indica el análisis de las fechas de comienzo de síntomas, admisión en unidades de terapia intensiva y diagnóstico, que surge de la información consignada en el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentina (Siisa): entre el 66% y el 70% de los pacientes internados en unidades de terapia intensiva (UTI) reciben la confirmación de si son positivos o negativos para Covid alrededor de uno o dos días después de ser admitidos.
"En el Siisa cada vez que entra un caso al sistema hay una ‘apertura de caso’ y después una clasificación (si es sospechoso, con muestra o sin muestra) –explica el bioinformático Santiago Olszevicki–. De los datos surge que se les hace el hisopado en promedio cinco días después de que empiezan con los síntomas y son diagnosticados dos días más tarde. Terminan entrando a UTI antes de tener el diagnóstico. Desde que empezamos la epidemia, ya pasan de 1000 las personas que en algún momento ingresaron en terapia intensiva, y alrededor del 70% entraron sin haber sido diagnosticadas".
Rodrigo Quiroga, bioinformático de la Universidad Nacional de Córdoba, llegó a la misma conclusión a partir de sus propios análisis: "De los casos ingresados a terapia intensiva, solo alrededor del 33% son hisopados antes de su ingreso", explica.
Por su parte, Soledad Retamar, ingeniera en Sistemas, docente e investigadora de la Facultad Regional Concepción del Uruguay de la Universidad Tecnológica Nacional, descubrió que, por ejemplo, el 20 de junio alrededor del 63% de las muestras de CABA y el 87% de las de PBA figuraban como "sin resultado". Y una comparación de esos datos entre la semana del 14 de junio y la del 21 confirma que ese porcentaje fue aumentando, en lugar de disminuir.
Todo esto sugiere que hay demora en el diagnóstico del cuadro, porque las personas llegan a la terapia intensiva en promedio a los 9 días de comenzados los síntomas durante los cuales pueden estar transmitiendo el virus. ¿Por qué se produce este retraso? Es difícil determinarlo, pero entre las hipótesis que barajan los científicos figuran problemas logísticos y hasta administrativos. Puede deberse a que tardan en contactar al sistema sanitario, hay retraso en la carga de los datos o demora en los hisopados. O puede suceder que las tres cosas sean ciertas.
"Con alrededor de un 40% de positividad en CABA, es clave realizar la detección temprana y pedir que se aíslen en el momento del hisopado, porque si esperamos a tener el diagnóstico, es tarde", dice Olszevicki.
La alta positividad que se está registrando en el AMBA sugiere que otra posibilidad es que se estén "escapando" casos que solo llegan a contactar al sistema sanitario cuando ya están graves. Números del gobierno de la Ciudad analizados por el senador por Corrientes Martín Barrionuevo, que distribuye diariamente sus gráficos por Twitter, mostraron que en la semana última de 113 nuevos tests diarios (en promedio), 98 dieron positivo y sólo 15 negativo.
"El aumento de hisopados es muy bajo comparado con lo esperable por el cambio de definición de caso de hace algunos días –dice Quiroga–. Me parece que eso es lo que se ve en los gráficos: si solamente estamos hisopando al 33% de los pacientes que llegan a terapia intensiva, se puede deber a que la gente no reporta los síntomas hasta que está muy grave o que les dijeron que no clasificaban para el hisopado. Hay algo que está fallando".
Los tests
Un eslabón importante en el diagnóstico es el test de PCR, que actualmente realizan 338 laboratorios en todo el país. Una posibilidad sería que estén tardando mucho en dar el resultado. Sin embargo, en la ciudad, los responsables de los más importantes, tanto del ámbito público como privado, afirman que están entregándolos en el día, a las 24 o a las 36 horas como máximo.
El del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida (Inbirs), hoy totalmente reconvertido en centro de diagnóstico de Covid-19, procesa unas 700 muestras diarias, la mayor parte llegadas desde la zona norte de la Provincia de Buenos Aires (con entre el 15 y el 20% de positividad). Hace algunos días tuvieron que hacer un llamado para incorporar voluntarios para aumentar su planta, que ya suma alrededor de 80 personas. "Trabajamos en tres turnos –afirma su director, el inmunólogo Jorge Geffner–: desde las ocho de la mañana hasta las 10 u 11 de la noche".
El trabajo humano que exige el procesamiento de los hisopados es muy exigente. "Primero, estudiantes avanzados de medicina reciben los tubitos herméticamente cerrado en la planta baja de la Facultad –explica Geffner–. Cada media hora o una hora, se suben hasta un primer laboratorio, donde se les saca el papelito que indica el nombre del paciente, quién lo deriva, la fecha… todo eso se carga en el sistema de información sanitaria. Mientras tanto, otro equipo fracciona las muestras, que son un material muy infeccioso, de modo que debe hacerse en un laboratorio de alta seguridad y con equipos de protección personal. Ese proceso tarda alrededor de dos horas cada 100 muestras. El hisopo viene en dos mililitros de líquido a partir del cual se hace la extracción del ARN viral, que demora otra hora y media o dos. Finalmente, en un tercer laboratorio se cargan las muestras en el dispositivo para hacer la RT-PCR. Se lee el resultado, se verifica que el control positivo y el negativo estén bien y se carga en el SIISA. El resultado de un test que entra a las ocho de la mañana está cargado a última hora de la noche".
Según Geffner, la demora depende en gran medida de dónde se haga la prueba: "Por ejemplo, en los hospitales pediátricos (Casa Cuna, Hospital Gutiérrez), es tremendamente rápido: en 12 horas está el resultado. Nosotros estamos dando el resultado a la noche o en el peor de los casos a la mañana siguiente. Hay otros lugares que demoran más".
Para Belén Bouzas, directora de los laboratorios del Hospital Muñiz y coordinadora de los ocho habilitados para Covid en la Ciudad (y dos "satélites" asignados al plan Detectar), donde se procesan más de 1100 tests diarios, si hay retrasos en el diagnóstico, no se debe a demoras en esos centros. "Los que son para el plan Detectar salen en cuatro horas –destaca Bouzas–, porque se utilizan para clasificar los casos y determinan si las personas van a un hotel o a un hospital".
Según la jefa de Análisis Clínicos del Muñiz, en estos momentos no hay problemas con las pruebas diagnósticas, pero sí con otros insumos, como las "columnas" para la extracción de ácidos nucleicos. "[Con el aumento de los casos] De los laboratorios de la Ciudad, el único que tuvo un retraso de tres días fue el Durand, pero estamos dentro de las 24 horas –afirma–. Tenemos un cuello de botella porque tengo dos extractores automáticos y las columnas que tendrían que haber entrado para ese equipo la semana pasada van a llegar el próximo lunes. No hay fluidez en la entrega de los insumos, y no tiene que ver con costos, porque la Ciudad no puso ninguna restricción a los fondos presupuestarios para esto y tampoco para contratar recursos humanos en forma transitoria. A veces, uno tiene los recursos, pero las empresas no proveen el equipamiento o no lo hacen de forma inmediata".
El empresario Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical Group y presidente de la Unión Argentina de Entidades de Salud, afirma que están afrontando bien los procesos diarios, aunque puede ser que en los laboratorios más chicos "el rodaje sea más lento y se estén demorando un poco más".
"Nosotros tenemos laboratorio propio, muy grande, y estamos teniendo tiempos razonables –dice–. En horarios normales, tratamos de tener los resultados en un promedio de siete a ocho horas. Hace cuatro o cinco semanas hacíamos unas 60 o 70 PCR diarias, y ahora estamos en unas 200. El sistema está respondiendo, pero crece. Si esto no para, puede saturarse".