Con sogas: científicos buscan salvar a una especie de primates de la que solo quedan 30 ejemplares en el mundo
Especialistas están utilizando una peculiar estrategia que involucra sogas para salvar de la extinción al primate más amenazado del mundo. Se trata del gibón de Hainan, una especie de la cual sólo quedan 30 ejemplares en el mundo, y están todos concentrados en un bosque en la isla china de Hainan.
Estos animales utilizan sus largos brazos para trasladarse de un árbol a otro, lo que les permite recolectar frutos. Según explica National Geographic, el gibón de Hainan teme moverse por el suelo, por lo que la tala de los bosques generó una desaparición lenta de la especie. A la delicada situación se sumó, en 2015, el tifón Rammasun, que causó un deslizamiento de tierra, por lo que el hábitat natural de estos primates se vio fuertemente destruido, y los ejemplares vivientes quedaron, además, fragmentados.
Ante esta dramática situación, Bosco Pui Lok Chan, quien administra el Proyecto de Conservación de Hainan Gibbon del Kadoorie Farm and Botanic Garden, en Hong Kong, junto a otros colegas, decidieron tomar medidas de emergencia. Los especialistas instalaron sogas en la sección del bosque que está dañada. Es la primera vez que se intenta una intervención de este tipo para la especie.
El puente artificial consta de dos sogas para montañismo tendidas sobre un barranco de más de 15 metros de ancho entre los árboles. A su vez, se instalaron cámaras que se activan con cada movimiento cerca del puente.
De acuerdo al estudio publicado en Scientific Reports, los primates está usando el puente, lo que sugiere que esta estrategia se puede usar en otras partes del bosque para ayudar a los animales a moverse, mezclarse y encontrar parejas. Si bien al principio, los gibones ignoraron el puente, luego de esperar 176 días, "fue un alivio agradable cuando los gibones finalmente lo usaron", agregó Chan, coautor del estudio.
Un dato curioso fue que en vez de balancearse a lo largo de las cuerdas, como hacen con las ramas, los primates utilizaron el puente como un "pasamanos". Caminaban a lo largo de una cuerda mientras sostenían una mano por encima de la cabeza para mantener el equilibrio.
"Hay muchos diseños diferentes de puentes de dosel que se utilizan en todo el mundo, pero este es particularmente bueno porque es simple, de bajo costo y bien adaptado a esta especie", dice Tremaine Gregory, biólogo de conservación del Instituto Smithsonian de Conservación Biológica de Estados Unidos, quien no participó del estudio. Sin embargo, ponderó el avance: "A medida que dividimos el mundo en partes cada vez más pequeñas con carreteras y otra infraestructura, es importante pensar en soluciones para mantener la conectividad entre fragmentos de hábitat".
Por su parte, Chan advierte que los puentes de cuerda son solo una solución a corto plazo. "Encontrar formas de restaurar los corredores de los bosques naturales debería ser una prioridad", agrega. El investigador lanzó un proyecto de reforestación para plantar árboles nativos de rápido crecimiento debajo del puente de cuerda. "Esa es la solución más sostenible y a largo plazo para la conservación".