Cirugía de ojos: cómo y cuándo operarse
La miopía, el astigmatismo y la hipermetropía se tratan con láser y otros métodos, según las características de cada paciente
Los pintores impresionistas Claude Monet, Edgard Degas y Henri Matisse tuvieron, además de talento, algo en común: todos fueron miopes. Los vicios de refracción -miopía, hipermetropía y astigmatismo-, son muy frecuentes en la población y acompañaron al hombre desde los tiempos de las cavernas hasta nuestros días, donde no faltan ejemplos como los de Woody Allen o Mr. Magoo.
En la Argentina existen al menos 8 millones de miopes. Y las estadísticas indican que entre el 50 y el 60% de la población adulta necesita anteojos para ver de lejos. De ellos, el 90% está -desde el punto de vista médico- en condiciones de operarse.
En los últimos años, en el mundo occidental las cirugías oftalmológicas han encabezado las listas -en frecuencia- de intervenciones quirúrgicas; entre ellas, la cirugía refractiva ocupa el primer lugar. Por eso, según los especialistas, los pacientes deberían estar bien informados acerca de los alcances y limitaciones de estos procedimientos.
"Más del 80% de los operados puede obtener una visión útil sin lentes -explicó a LA NACION el doctor Carlos Argento, presidente de la Sociedad Argentina de Oftalmología, profesor titular de Oftalmología de la UBA y director del Instituto de la Visión-. Lo que se ha logrado con las cirugías es mejorar la calidad de vida de las personas que, si bien pueden ver correctamente con anteojos o lentes de contacto, con las intervenciones logran manejarse mejor en su vida cotidiana."
Los avances y los buenos resultados "han hecho que la demanda de intervenciones creciera durante la última década", afirmó el especialista, que ya realizó más de 20.000 operaciones.
Caso por caso
Algunos autores atribuyen a los árabes, y otros a los chinos, el origen de las lentes correctoras. Y ya el filósofo Séneca había advertido que "las letras se ven más claras a través de un globo de vidrio". La cirugía surgió mucho tiempo después, y sólo a partir de 1992 irrumpió en los quirófanos un elemento que cambió para siempre la historia: el láser.
"Es común que los pacientes lleguen al consultorio diciendo Quiero que me opere con láser, como a mi amigo , o afirmando Me quiero operar ya . Se debe aclarar que, si bien la seguridad de la cirugía es cada vez mayor, se debe tomar con seriedad. El riesgo es extremadamente bajo, pero no es cero."
Después de los 22
¿Cómo se definen los vicios de refracción? En términos sencillos: los miopes ven mal de lejos y bien de cerca; los hipermétropes tienen dificultades para ver los objetos cercanos, pero ven bien los lejanos, excepto cuando su hipermetropía es alta: ven mal de lejos y de cerca. Los pacientes con astigmatismo experimentan una distorsión de las imágenes y visión borrosa.
"Alrededor del 80% de los miopes e hipermétropes tienen astigmatismo- dijo el doctor Argento-. Después de los 40 años se agrega la presbicia, que dificulta la visión de cerca".
Los defectos refractivos se miden en dioptrías. Estas unidades representan la cantidad de corrección que se necesita para normalizar la visión. Según el paciente, y la gravedad de sus defectos de visión, los tratamientos actuales incluyen los anteojos, las lentes de contacto y las cirugías.
"La cirugía refractiva se puede realizar cuando el defecto se estabiliza, usualmente después de los 22 años. En caso del astigmatismo, como es un defecto congénito, puede hacerse mucho antes evaluando a cada paciente", explicó Argento.
"Entre las intervenciones quirúrgicas, la más común es la que utiliza excimer láser en el interior de la córnea -la parte del ojo equivalente al objetivo de una cámara fotográfica-; el sistema que se emplea con mayor frecuencia se denomina Lasik y es un procedimiento en el cual, antes de aplicar el láser, se talla una tapita en la córnea, con un instrumento sofisticado, el microquerátomo, para luego realizar el láser por debajo de la tapita y corregir las dioptrías", agregó.
¿Quiénes están en condiciones de operarse con láser? "Podría decirse que los pacientes pasibles de ser operados con láser son los que presentan una miopía de entre -1.5 y -13; los que tienen una hipermetropía de entre +1 y +4, y los que presentan astigmatismo de entre 1 y 6. En todos los casos, hablamos de personas cuyo ojo es sano. Cuando las dioptrías son mayores se debería usar otro procedimiento, como la colocación de un lente intraocular, o la extracción del cristalino con colocación del lente".
Las ventajas del Lasik incluyen la recuperación rápida de la visión y una buena cicatrización, mientras que "las complicaciones son raras".
Con respecto a los costos, "oscilan entre 1000 y 3000 pesos por ojo, según el cirujano. La mayoría de los prepagos las cubren, aunque hoy tenemos un grave problema: estas empresas pagan muy poco por las cirugías, y los insumos que se emplean en las mismas son importados. Si se quieren conservar los mismos precios se corre el riesgo de bajar la calidad".
Nuevo método
Hasta hace poco tiempo, alrededor del 20% de los pacientes miopes -básicamente los que tienen la córnea muy fina- no podía operarse. Pero en 1998 llegó la solución: el Lasek.
"Es una variante que ha posibilitado operar a las personas que no podían someterse al Lasik -explicó a LA NACION el doctor Massimo Camelin, director del Instituto de Microcirugía Ocular de Rovigo, Italia, e inventor de la nueva técnica-. Con el Lasek, la córnea no se corta con el microquerátomo, sino con un instrumento especial, que realiza en la córnea un corte mucho más delgado".
Según el cirujano italiano, que visitó Buenos Aires con motivo del último Congreso Argentino de Oftalmología, "se aplica una solución con alcohol y luego se quita el epitelio. Después se aplica el excimer láser, como en el Lasik, que talla la cornea".
Agregó Argento que "la tapa tallada es más fina que la obtenida en el Lasik, permitiendo trabajar el tejido corneal más superficialmente. Se emplea cuando la córnea tiene un espesor delgado o cierta asimetría. Presenta ventajas semejantes a otros procedimientos, como el PRK, en el que se talla la superficie de la córnea. Sin embargo, no presenta, o lo hace en menor magnitud, las desventajas de este tipo de técnicas , como la lenta recuperación y el dolor posoperatorio. Asimismo comparte con el Lasik la ventajas de una recuperación visual más rápida y sin riesgo de alteraciones en la cicatrización anormal".
En cualquier caso, "antes de una intervención es necesario que el oftalmólogo evalúe al paciente. Existen procedimientos pre y pos- operatorios que deben respetarse, como en cualquier cirugía", concluyó el especialista.