Calentamiento global: una fuga masiva de gas metano preocupa a los científicos
Un grupo de científicos descubrió evidencia de liberación masiva de gas metano en el océano Atlántico. Según trascendió, esta fuga, advertida en sedimentos del fondo marino cerca de la costa de Brasil, podría "acelerar" el cambio climático. A su vez, se estima que el metano congelado en estos sedimentos constituye el depósito de carbono orgánico más grande de la Tierra.
Según explicaron, es la primera vez que se halla evidencias de la liberación de este gas en el hemisferio sur. La investigación, realizada por el profesor de ciencias ambientales Marcelo Ketzer, junto a colegas franceses y brasileños de la Universidad de Linnaeus en Suecia, fue publicada en la revista Nature.
"El calentamiento de los océanos, relacionado con el cambio climático, provoca la disociación de los depósitos de hidratos de gas y las fugas de metano en el fondo marino", aclaran los especialistas. De esta forma, la fuga podría generar un circuito que se retroalimenta. El calentamiento del océano derrite los hidratos de gas, que liberan cada vez más metano en el océano de agua. "Cuanto más caliente se vuelve, más metano se filtra", explicó Ketzer en un comunicado publicado por la Universidad de Linnaeus.
El hidrato de gas es una sustancia similar al hielo formada por agua y metano a profundidades de varios cientos de metros en el fondo de nuestros océanos, a alta presión y bajas temperaturas. Se estima que el metano congelado en estos sedimentos constituye el depósito de carbono orgánico más grande del planeta, incluso superando a todos los combustibles fósiles combinados. Por su parte, el metano es un potente gas de efecto invernadero que es hasta 25 más fuerte que el dióxido de carbono.
"El hecho de que el gas metano haya comenzado a filtrarse a través de la disociación de hidratos de gas, no es una buena noticia para el clima", advierten los investigadores, quienes demostraron que cuando el metano llega al agua del océano es disuelto y consumido en cierta medida por algunos microorganismos. Este proceso da como resultado la formación de dióxido de carbono y, en grandes cantidades, este proceso puede cambiar la química de los océanos.
"Esta disociación es un proceso a largo plazo que puede durar varios siglos, y puede conducir a una amplificación significativa de los efectos del cambio climático y a cambios en la química de los océanos, como la acidificación adicional", afirmó Ketzer. Se cree que este proceso provocó y amplificó los cambios climáticos en nuestro pasado geológico también.
Para la investigación se utilizaron muestras de sedimentos recolectado el Océano Atlántico Sur occidental (cerca de la costa brasileña), durante tres expediciones en alta mar en los años 2011, 2013 y 2014.