Afirman que Napoleón no fue envenenado
Analizaron cuatro muestras obtenidas de su cabello
NUEVA YORK.- ¿Napoleón fue envenenado? Durante décadas, académicos y científicos cuestionaron si el ex emperador de Francia, que murió exiliado en 1821 en la isla de Santa Helena, en el Atlántico Sur, fue víctima del arsénico por accidente o intencionalmente.
La teoría del homicidio afirma que sus captores británicos lo envenenaron; la teoría del accidente asegura que el empapelado de colores en su habitación contenía una tintura con arsénico que la humedad transformó en vapores venenosos. La evidencia detrás de ambas teorías surge del hallazgo de arsénico en cabellos de la cabeza de Napoleón, lo que dejó de lado la idea de que había muerto por cáncer estomacal. El arsénico es altamente tóxico y los síntomas del envenenamiento incluyen fuertes dolores estomacales.
"No hay nada de improbable en la hipótesis del envenenamiento -escribe Frank McLynn en Napoleón: una biografía (Arcade, 2002)-. La ciencia le otorga algo más que asertabilidad garantizada." Sin embargo, un equipo de científicos del Instituto Italiano de Física Nuclear en Milán-Bicocca y Pavia halló evidencia sólida en contra de esa teoría. Los científicos analizaron cabellos de Napoleón obtenidos en cuatro épocas distintas de su vida: en su infancia en Córcega; durante su exilio en la isla de Elba; el día que murió en Santa Helena, a los 51 años, y al día siguiente de su muerte.
Los científicos descubrieron que los niveles de arsénico en los cabellos no habían aumentado significativamente y eran similares a los que tenían los cabellos de su esposa, la emperatriz Josefina, y su hijo Napoleón II.
Pero la gran sorpresa fue que los niveles de arsénico en las muestras más antiguas eran casi cien veces más altos que los valores hallados por comparación en personas vivas. "La concentración de arsénico en el cabello de Napoleón después de su muerte era mucho más alta", escribe el equipo en la revista italiana Il Nuovo Saggiatore . Pero los niveles eran "bastante similares a los hallados no sólo en el cabello del emperador en otros períodos de su vida, sino también en las muestras de su hijo y su esposa".
Los resultados "revelan sin duda una exposición crónica que se puede atribuir simplemente a factores ambientales, que lamentablemente ya no podemos identificar, o a hábitos alimentarios y terapéuticos". Las muestras de cabello de Napoleón y de su familia pertenecen a los museos Glauco-Lombardi (Parma), Malmaison (París) y Napoleónico (Roma).
Con gran precisión
Para medir los niveles de arsénico con gran precisión, los científicos colocaron los cabellos en un reactor nuclear en Pavia. Esto les permitió identificar restos con más de dos siglos de antigüedad sin dañar los cabellos.
Pequeñas dosis de arsénico estimulan el metabolismo. En 1780, cuando Napoleón era un niño, comenzó a utilizarse como una medicina de moda. "En el siglo XIX, se usaba para curar todo tipo de enfermedad, un tónico general y un afrodisíaco -escribe John Emsley en Los ladrillos de la naturaleza: una guía de la A a la Z de los elementos (Oxford, 2002)-. A menudo, los médicos lo indicaban para aliviar la convalecencia."
El organismo puede tolerar dosis bastante grandes de arsénico si se consume de manera regular. Ese, sostienen, habría sido el caso de Napoleón y su familia. "Todas las personas importantes de esa época estaban expuestas a contaminación excesiva -dijo Ettore Fiorini, de la Universidad de Milán-Bicocca y que participó en el estudio-. El arsénico se utilizaba mucho en pinturas, alfombras, medicinas y hasta para la conservación de los alimento".