Actividad espacial: anuncian la reanudación de programas satelitales y otras tecnologías
Aunque se prevé un año "complejo", los protagonistas de la actividad espacial en la Argentina esperan poder retomar programas que estaban en marcha y seguir avanzando al ritmo de los cambios tecnológicos que se dan en el mundo. "Nunca 'tiramos la toalla' -dice Raúl Kulichevsky, director ejecutivo y técnico de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae)-. Seguimos trabajando en diseño y desarrollo, y tratando de no perder de vista los cambios que se dan en la industria espacial".
En lo inmediato, el 30 de marzo, la Conae tiene fecha de lanzamiento para el satélite Saocom 1B (hermano mellizo del 1A y que, como este, fue especialmente diseñado para detectar la humedad del suelo y proveer información en cualquier condición meteorológica u hora del día, porque su frecuencia de microondas atraviesa las nubes; es decir, que pueden "ver" aunque esté nublado, y tanto de día como de noche para prevenir, monitorear, mitigar y evaluar catástrofes naturales o provocadas por el ser humano).
En otras áreas también hay entusiasmo. El último martes, en las oficinas de Arsat, operador de los satélites de comunicaciones desarrollados en el país, directivos de la empresa, de la Secretaría de Innovación Pública y de la compañía Invap anunciaron que se retomará la fabricación del tercer satélite de la flota geoestacionaria. Fecha probable de lanzamiento: 2023.
La contratista principal en ambos programas es la firma rionegrina Invap. "El evento del martes pasado es un impulso muy importante -afirma Vicente Campenni, su gerente general-. Gracias al conocimiento adquirido en los proyectos realizados para la Conae y para Arsat, hoy tenemos presencia en el mercado internacional. El primer paso fue asociarnos con Turkish Aerospace para crear la empresa Gsatcom y así acelerar el desarrollo de una plataforma para satélites de comunicaciones de nueva generación. Un producto muy competitivo en el segmento de los satélites de comunicaciones pequeños (hasta 2000 kg) y de altas prestaciones". El Arsat 3, destaca, será un modelo modernizado, con propulsión eléctrica y dedicado principalmente a facilitar el acceso a la banda ancha en todo el país.
Pero los planes de la Conae no se agotan con el Saocom. "Todo este tiempo también seguimos trabajando en el proyecto Sabia-Mar, que está en una fase avanzada del diseño, y a la que para completar la fabricación, ensayo y lanzamiento le faltan alrededor de tres años", detalla Kulichevsky. Sabia-Mar nació como una misión binacional con Brasil. Hoy, la parte del país vecino está algo retrasada, pero gracias a una financiación parcial de la Corporación Andina de Fomento (CAF) la Conae siguió adelante.
Más pequeño que el Saocom (que pesa unos 700 kg), el Sabia-Mar será un satélite fundamentalmente integrado al proyecto Pampa Azul cuyo objetivo será ofrecer información vinculada con la protección del Mar Argentino, la industria pesquera y el avance del cambio climático.
Además, la agencia espacial local planea continuar con el programa de acceso al espacio. "Venimos charlando con las nuevas autoridades del ministerio prácticamente desde el primer día -destaca Kulichevsky-. En los dos últimos años hubo una actividad bastante limitada, dedicada a avanzar en la ingeniería, el diseño, que no es menor, pero es mucho menos de lo que hubiéramos pretendido. La intención es volver a avanzar. Hasta que se conozca cómo va a ser el presupuesto general para la administración pública, no tenemos un anuncio concreto, pero el Ministerio lo considera un proyecto importante".
Grande y pequeño
Mientras desarrollan el Tronador III, que permitiría colocar en órbitas bajas satélites de aproximadamente 650 kg, también están avanzando con la ingeniería de una versión para satélites livianos, de 100 o 150 kg. Si las circunstancias fueran favorables, los científicos esperan realizar un primer vuelo con el vehículo liviano en alrededor de tres años, y dos años después tener el Tronador III en condiciones de volar.
También están evaluando la posibilidad de desarrollar un satélite meteorológico. "Todos los países de la región manifestaron la conveniencia de contar con un aparato de este tipo -explica Kulichevsky-, porque hoy se recibe toda la información de satélites del hemisferio Norte y cuando llega la época de los huracanes, disminuye la entrega de datos. Es algo que estamos analizando y serviría como puntapié para una colaboración estrecha que nos podría conducir hacia una agencia espacial regional".
Aunque no es estrictamente "espacial", aprovechando sus conocimientos en sistemas de control y navegación aplicados a los satélites, Invap también tiene una línea de desarrollo de "vehículos aéreos remotamente piloteados" (drones), tanto de ala fija (aviones) como de ala rotativa (helicópteros).Serían dispositivos de mediano y gran porte que tendrían aplicaciones para el área de defensa y seguridad, para el comercio y la investigación. "Aquí hay excelentes capacidades de diseño y construcción de vehículos aéreos, queremos combinar estas capacidades con las de Invap para lograr un producto adaptado a las necesidades de nuestra región y que sea competitivo en el mercado", concluye Campenni.
Al espacio y más allá: expectativas de retomar desarrollos
La constelación de organismos y empresas grandes y pequeñas que participan de los programas satelitales en el país se prepara para poder retomar varios planes que se habían interrumpido. Dos de los principales motores de esa reactivación son la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, cuyo Saocom 1B está en la cuenta regresiva para su lanzamiento a fines de marzo, y la compañía Arsat, que anunció que retomará el desarrollo de su tercer aparato geoestacionario. Invap también avanza con nuevos productos.