Veredas y esquinas ampliadas y edificios recuperados, el plan del gobierno porteño para la zona
La Ciudad realizará obras de mejora del espacio público cuando logre desplazar a los puesteros
En simultáneo con la primera de las reuniones que ayer mantuvieron un grupo de manteros con autoridades porteñas para intentar destrabar la protesta que anoche llevaba 36 horas en la zona de plaza Miserere, el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta presentó un plan para remodelar el espacio público en la zona de Once. Pretende, en un período de 180 días, dar prioridad a los peatones en algunas calles y soterrar el cableado, entre otras medidas.
El proyecto, que la Ciudad denominó "Once peatonal", se aplicará al área abarcada por las avenidas Pueyrredón, Corrientes y Rivadavia; la calle Uriburu y el entorno de plaza Miserere. Por allí, según registros oficiales, transitan unas 250.000 personas por día.
Las obras tienen un plazo de ejecución de seis meses y comenzarán, según informó el gobierno porteño, una vez que se resuelva el conflicto con los vendedores ambulantes. Incluyen el ensanche de veredas, la ampliación de esquinas y la "puesta en valor del centro comercial a cielo abierto de los locales situados sobre la avenida Pueyrredón", según se informó en un comunicado difundido al mismo tiempo en que un grupo de funcionarios comenzaba las negociaciones para liberar el piquete.
Los renders del proyecto no contemplan, sin embargo, espacios dedicados a una feria en la plaza Miserere, tal como reclama buena parte de los manteros como contrapartida a abandonar las veredas. Desde la Ciudad explicaron que ese punto es innegociable y que los vendedores ambulantes serán reubicados, pero fuera de la plaza.
"No habrá un lugar abierto para los manteros porque ésa es una actividad ilegal", señaló, categórico, Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, a LA NACION. El funcionario aclaró que, sin embargo, existe un predio sobre la calle Perón que podría servir para albergar a los vendedores.
Respecto del costo de las obras, indicó que hay alrededor de $ 80.000.000 contemplados en el presupuesto 2017, que se aprobó a principios del diciembre. Sin embargo, varios de los trabajos se harán con capitales privados. Entre ellos, la puesta en valor de algunos edificios.
"Más allá de la recova de Pueyrredón, hay muchos edificios muy valiosos en Once y queremos realzar el patrimonio arquitectónico de la zona. En algunos casos se va a hacer cargo la Ciudad, pero en otros lo harán los propios consorcios, tal vez con el padrinazgo de alguna empresa", destacó Macchiavelli.
Se buscará así repetir la experiencia del microcentro, que cerca de Rodríguez Larreta califican como exitosa. La misma idea se anunció a principios del año pasado para la zona de Tribunales.
Se trabajará, según explicaron desde la Subsecretaría de Espacio Público porteña, bajo el concepto de "macromanzanas": si bien mantienen la estructura tradicional de las calles, priorizan a su vez la movilidad sustentable y el mayor desarrollo del espacio público.
"Estamos cerrando la propuesta final con el área de Transporte", anticipó Macchiavelli. Esa coordinación será fundamental para no generar un caos vehicular. En la plaza Miserere y sus alrededores convergen tres líneas de subte (A, B y H) y decenas de líneas de colectivos, además de la cabecera del ferrocarril Sarmiento.
Por último, según se prometió, habrá una importante renovación de la iluminación fundamentalmente en las veredas. Será como respuesta a la inseguridad, otro reclamo de los vecinos. "Lo que queremos lograr es que Once deje de ser un lugar de paso y se transforme en un lugar en el que la gente quiera estar, pueda circular y disfrutar", expresó el ministro.