Vandalismo: Le pusieron rejas al monumento de San Martín en Retiro por los sucesivos robos
Al conjunto escultórico del prócer argentino le sustrajeron desde el sable y la corona de laureles, hasta los yelmos y las placas fundidas en Alemania, en 1910
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José de San Martín, el Libertador de América, tendrá que pasar el resto de sus días tras las rejas. La principal y más conocida escultura del prócer en la ciudad de Buenos Aires debió ser definitivamente aislada del público tras sufrir una serie de hechos vandálicos durante los últimos años. A partir de ahora será protegido por 110 metros lineales de rejas sostenidas por seis columnas de hierro reforzado. El grupo escultórico conmemora las hazañas del prócer latinoamericano y está ubicado en la Plaza San Martín de Retiro.
La escultura no fue ajena a la ola de robos de bronce que viene ocurriendo en la ciudad: le sustrajeron desde el sable, hasta la corona de laureles, pasando por los yelmos y las placas fundidas en Alemania, en 1910. De continuar así, poco iba a quedar de la obra. Por eso se decidió que permanezca resguardado tras 50 paños de rejas que miden 3,3 metros de alto por 2 de largo cada una y que, sumados, equivalen a poco más de una cuadra.
Sin embargo, en total se protegerá un área mucho mayor, de casi 750 metros cuadrados: el basamento de granito, nuevos canteros, y el grupo escultórico llamado El Monumento al General San Martín y a los Ejércitos de la Independencia. Además, durante el año se colocarán proyectores potentes y antivandálicos para iluminar la escultura y sus alrededores, incluido el Palacio San Martín, sede de la Cancillería Argentina, según informó el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana porteño.
Juan Vacas, subsecretario de Paisaje Urbano, anticipó a LA NACION que para disimular las verjas se le colocarán al lado canteros con plantas buscando lograr un efecto similar a los parterre de principios de siglo. Además, tendrá un portón, lo que facilitará su apertura para los actos oficiales. La colocación de la protección concluirá este jueves, pero la puesta en valor integral del conjunto escultórico demandará al menos tres semanas más. Las piezas robadas se reponen en el predio de Monumentos y Obras de Arte (MOA), conocido como el Hospital de las Estatuas de Palermo.
“Una vez que terminen de instalar las rejas volveremos a poner los yelmos, los laureles y la gran placa en bajorrelieve de la batalla de Maipú, todas piezas que, para evitar nuevos robos, están siendo repuestas en un material consistente en cemento mezclado con resina. No se nota que no son de bronce”, anticipó Vacas.
“Gracias a las cámaras de seguridad que hay alrededor se logró apresar a un delincuente robándose los laureles de la escultura”, dijo el funcionario, en relación con las cinco cámaras que apuntan hacia San Martín. En cuanto a las piezas originales recuperadas, agregó que continuarán en el MOA, y que por seguridad no volverán a formar parte de la obra.
También explicó que el diseño de la protección fue hecho a imitación del Monumento Plaza Congreso. Este grupo escultórico, junto al del Libertador y al de Bartolomé Mitre —que es de mármol— son algunas de las grandes esculturas porteñas que debido a las vandalizaciones constantes deberán permanecer tras rejas. “Por el momento no está previsto poner más rejas en otros monumentos”, aclaró el funcionario.
Vecinos sorprendidos
En la Comuna 1, la colocación tomó por desprevenidos a los vecinos, que, desde hace 15 días, ven trabajar a los operarios del Gobierno porteño en la parte alta de la plaza, en la intersección de la Avenida Santa Fe y la calle Maipú. “Me parece muy bien la medida que tomaron. Las rejas son reversibles, es decir, se pueden sacar; el robo de una pieza de bronce es irreversible”, dijo Hugo Pontoriero, especialista en patrimonio, que denunció en reiteradas oportunidades el robo de bronces, no solo de las esculturas sino de los frentes de los edificios del barrio.
“No me gusta”, dijo en cambio Marcel Chogri, cuando transitaba por la plaza. Al explicársele que la protección se colocó por los robos respondió: “No debería haber robos”. Por su parte, las ONGs Basta de Demoler y el Observatorio del Derecho en la Ciudad consideraron que con la nueva intervención la obra en su conjunto pierde valor patrimonial.
También debido a las vandalizaciones, en el MOA permanecen ocultas del público una decena de esculturas pequeñas pero muy valiosas, como las del francés Antoine Bourdelle, que debieron ser trasladadas al predio durante el año pasado. Allí, a metros del Jardín Japonés, es donde se reproducen las siguientes piezas pertenecientes al Monumento a San Martín: 16 yelmos ornamentales que coronan cuatro de las pilastras de ingreso, el relieve en conmemoración al centenario de la batalla de Maipú y la corona de laureles, piezas todas ellas robadas desde el 2016 hasta esta parte. Así lo detallaron desde el Ministerio de Espacio Público.
Respecto de las pilastras de mármol coronadas por yelmos, a pesar de su gran peso, una de ellas fue sustraída completamente por delincuentes, quienes luego fueron apresados. Gracias a esto en el MOA pudieron reproducir los yelmos restantes.
Sin embargo, los robos más graves fueron los perpetrados en enero de este año: desaparecieron dos grandes placas de bronce ubicadas en la escalinata del basamento donde se apoya San Martín. Eran de gran valor patrimonial por ser realizadas por el escultor alemán Gustavo Eberlein en el año 1910, imposibles de imitar.
En la ciudad de Buenos Aires hay más de 2000 monumentos entre estatuas, bustos, placas, mástiles, fuentes y monolitos. Alrededor de 60 fueron declarados Monumento Histórico Nacional, entre ellos el del Libertador, inaugurado el 13 de julio de 1862, y fue el primer monumento ecuestre de la Argentina. Mientras que esta es una obra del escultor francés Louis-Joseph Daumas, los grupos de bronce alrededor del basamento son obra de Eberlein.