Una red de drenajes pluviales escasa y obsoleta
La Ciudad espera el aval del Gobierno para el crédito internacional con el que financiará las obras del arroyo Vega
Unos 500 millones de dólares tendrá que desembolsar la ciudad para realizar, por lo menos, una decena de obras hidráulicas de importancia para evitar las inundaciones. Obsoletos drenajes pluviales, construidos entre 1930 y 1940, sucumben hoy frente a la tropicalización del clima porteño y a una histórica carencia de inversión que no acompañó el crecimiento que experimentó Buenos Aires.
Para 2013 el gobierno porteño plantea ampliar las redes de captación del Maldonado (obra de 100 millones de dólares) y construir un aliviador del arroyo Vega, sobre el eje de la calle Blanco Encalada, arroyo que volvió a colapsar ayer inundando los barrios de Núñez, Belgrano, Coghlan y Saavedra.
Según el gobierno porteño, la obra fue demorada porque la Nación no le firmó los avales para financiar el proyecto que costará otros 100 millones de dólares. La oposición, en cambio, denuncia que la Ciudad sólo ejecutó el 35% del presupuesto para obras pluviales en 2011.
Además del arroyo Vega, la Ciudad tiene pendiente la construcción del aliviador para el arroyo Medrano -el 33% de su traza corre bajo Villa Devoto, Villa Pueyrredón, Villa Urquiza, Coghlan, Saavedra y Núñez-. Según el ministro de Desarrollo Urbano porteño, Daniel Chain, con esas tres obras se habrá resuelto en un 70% el tema de las inundaciones. "Con la construcción de 16 km en los dos canales aliviadores del Vega y del Maldonado, más otras obras menos, podemos decir que se realizó el 50% de lo que la ciudad necesita para mitigar las fuertes lluvias", dijo Chain.
El gobierno de Mauricio Macri, tras terminar los dos túneles aliviadores del Maldonado, prevé un presupuesto para el año próximo en obras hidráulicas de 26.722.829 pesos. ¿Podrá hacer obras importantes con esta suma de dinero? No. Para ello se prevé un crédito aprobado hace nueve días en la Legislatura, por 250 millones de dólares. El segundo paso será contar con el aval de la Casa Rosada, algo bastante viable tras del acuerdo al que llegaron Pro con el kirchnerismo. "Las negociaciones por ese aval están encaminadas y tengo confianza en que se hará", dijo Chain a LA NACION.
Otras obras hidráulicas pendientes, cotizadas en unos 300 millones de dólares y aún no licitadas, son la ampliación en la red del Cildáñez, las cuencas Larrazábal y Escalada, mejoras en las cuencas de Radio Antiguo y la construcción de estación de bombeo en Boca-Barracas. También se necesita construcción de aliviadores en el arroyo Erézcano, la cuenca Ochoa y una docena de desagües construidos a fines de 1940 y que hoy son insuficientes.
La red de drenajes de la ciudad, además, es insuficiente. "Donde hace décadas había una casa con un jardín que absorbía el agua de lluvia, ahora hay un edificio y todo el líquido va al pluvial", dijo el arquitecto Darío Cegla (UBA).
"Las obras del plan hidráulico benefician a más de un millón de habitantes. Por ello, si se construyen los canales aliviadores en el Vega y Medrano, como se hizo en el Maldonado, estará resuelto el 70% de los problemas de inundaciones", dijo Daniel Capdevila, conductor de la Unidad de Proyectos Especiales de la Ciudad.