Una legión de soñadores que apuesta al liderazgo
Emprendedores sociales. Doscientos chicos de entre 16 y 24 años se forman en una escuela que creó Red Solidaria
"Para liderar una organización, cualquiera que sea, es necesario entrar en contacto con las personas y conocer el contexto", explica Alan Rozental, de 22 años, la razón por la que forma parte de los 200 jóvenes de entre 16 y 24 que, cada lunes, asisten a la Escuela de Líderes. La iniciativa que impulsa el fundador de la Red Solidaria, Juan Carr, funciona en el segundo piso de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Allí hay una legión de soñadores, como los llaman en la escuela, que tiene un denominador común: una fuerte vocación solidaria.
Eso se ve en Rozental y Tomás Chaufan cuando, en el aula, delante de sus compañeros, presentan sus proyectos: uno sobre los peligros de usar el celular al volante y el otro, una campaña de prevención sobre la intoxicación con monóxido de carbono.
En el auditorio crece el murmullo de los participantes, entusiasmados por una nueva reunión en la que comparten sus proyectos y escuchan las experiencias de un invitado referente en su área profesional como el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti; el titular del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, Matías Lammens, y la fundadora del Comedor Los Piletones, Margarita Barrientos, entre otros.
Agustina López Cabanillas, de 17 años, es otra de las alumnas de la escuela. Ella, junto a sus amigas, busca luchar contra la pobreza en Barrio Nuevo, partido de Merlo, gracias a la fuerza del trabajo social y del deporte. Su testimonio sobre el escenario hacia el final de la clase es uno de los momentos más emotivos: comparte con el público su fe y entusiasmo frente a la adversidad de haber perdido a su hermana melliza poco después de nacer.
"Hicimos la campaña solidaria desde la facultad a través de la Secretaría de Bienestar Estudiantil y el Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas, en conjunto con la Escuela de Líderes y la Red", dice Antonio Ambrune, en el hall central de la facultad, que está colmado de bolsas con donaciones para los afectados por las inundaciones. Él, como tantos otros voluntarios, forma parte de una red de jóvenes inquietos que buscan articular las buenas intenciones en actos concretos.
Racu Sandoval y Martín Cagnola, dos de los colaboradores de Red Solidaria que coordinan la agenda de la escuela, comparten su visión sobre el emprendimiento. "La semilla de la idea estaba desde hacía mucho tiempo. Consistía en el armado de un espacio donde los jóvenes pudieran sumar horas de vuelo juntos porque el día de mañana van a ocupar espacios y ya tendrán una red de contactos y una experiencia juntos", dice Cagnola.
El trabajo en equipo, el aporte a la comunidad y pensar en el otro son las premisas que comparten los organizadores y los alumnos. "Vimos que muchos de los chicos ya venían con compromiso social y participaban en actividades solidarias. La idea es juntarlos y ver también qué inquietudes o propuestas traen", cuenta Sandoval.
La clase se estructura en dos partes: en la primera se forman equipos para desarrollar campañas o iniciativas que ayuden a visibilizar determinados temas sociales, como el peligro de usar el celular al volante. La segunda mitad está dedicada a la presentación del invitado, moderada por la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú o por Carr, que también dialogan con los jóvenes asistentes.
Entre los proyectos que se presentaron se destacó una iniciativa para prevenir el suicidio juvenil en Fiambalá, Catamarca, y un sitio web para apadrinar a chicos vulnerables en sus cumpleaños.
La escuela tiene el respaldo del Club Atlético River Plate y el Consejo Económico y Social de Buenos Aires (Cesba).