Un tornado azotó Capital y conurbano
Granizo, lluvia y ráfagas de viento de hasta 103 km por hora provocaron daños en la vía pública y viviendas; zonas sin luz y sin teléfono
Fue lo más parecido a un tornado. Una tormenta con intensos vientos castigó anoche a la ciudad y el conurbano, con ráfagas de hasta 103 kilómetros por hora que arrancaron de cuajo decenas de árboles, volcaron cabinas de peaje en dos autopistas porteñas, provocaron la caída de cables y de al menos un cartel publicitario en el límite entre Floresta y Parque Avellaneda, así como apagones en el oeste y el sur del Gran Buenos Aires, como Morón e Ituzaingó, y Quilmes y Avellaneda, respectivamente. El temporal, además, causó trastornos en subtes y trenes.
En tanto, en el área de La Plata y sus alrededores, los vecinos se quedaron aislados, sin luz y sin teléfono, mientras en muchas viviendas había ingresado un gran caudal de agua. También usuarios de celulares de distintos puntos del área metropolitana, reportaron dificultades en las comunicaciones.
En la Capital, a los fuertes vientos y las precipitaciones se sumó la caída de granizo, por segunda vez en 15 días. Según algunos testimonios, la piedras tenían el tamaño "de un huevo de gallina chico", como en el barrio de Villa Urquiza. Granizó asimismo en Belgrano y Núñez, y en localidades bonaerenses como San Martín y Morón.
La tormenta comenzó pasadas las 20 en Villa Urquiza, Núñez, Belgrano, Villa Pueyrredón, Flores y Floresta, y poco tiempo después alcanzó al resto del oeste e, incluso, el sur porteños.
"No puedo llegar a mi casa. Estamos todos los vecinos en la calle. En el perímetro delimitado por Directorio, Bruix, Alberdi y Corvalán, hay árboles caídos que impiden el paso de autos; con mi novio tuvimos que dejar el nuestro a tres cuadras. Algunos ejemplares impactaron sobre casas, es una desolación total. También cayeron cables y, en la esquina de Alberdi y Bruix, se desprendió un cartel publicitario y arrastró a toda la mampostería de la pared", relató a La Nacion Lorena, que vive en el límte entre Mataderos, Parque Avellaneda y Floresta.
La caída de árboles también afectó a otros puntos de la Capital, según información recolectada entre vecinos, en Villa Ortúzar, Villa del Parque, Villa Luro, Flores, Parque Patricios, Pompeya y San Telmo.
En las autopistas
Como consecuencia de la fuerza del viento, se volcaron dos cabinas del peaje Parque Avellaneda, en la autopista Perito Moreno, y una del peaje Dellepiane, en la autopista homónima, siempre en el sudoeste porteño.
Según explicaron voceros de AUSA, la empresa que administra las autopistas de la ciudad, las cabinas están adrede ancladas de un solo lado para, ante la eventualidad de que un auto impacte contra ellas, se inclinen y el daño sea menor. Anoche, razonaban que la intensidad del viento debe haber equiparado a la de un choque.
Si bien científicamente no puede hablarse de un tornado hasta que lo determine un largo proceso de comprobación, los porteños ayer se quedaron con la sensación de que las ráfagas llevaban la forma de un embudo que levantaban todo a su paso.
En el Parque Roca, emplazado en Villa Soldati, debió suspenderse la cena de bienvenida de los equipos de la Copa Davis porque casi se vuela la carpa instalada a tal efecto.
En el oeste porteño, en la bajada de la General Paz a la altura de la calle Tinogasta, un auto volcó a causa del viento y originó demoras en el tránsito.
Las ráfagas también provocaron el vuelco de un camión sobre la avenida 9 de Julio.
Problemas con el transporte
Además, obligaron a interrumpir desde las 20.20 el Premetro y el tranvía que recorre los barrios del sur de la Capital. Luego, el recorrido sufrió anegamientos por las lluvias, por lo que no se reinició el servicio.
También los usuarios de subtes padecieron trastornos generados por el temporal. La línea A circuló restringida entre Primera Junta y Plaza de Mayo por un desperfecto en el sistema de señales relacionado con una baja de tensión eléctrica, provocada por la tormenta, según indicaron voceros de Metrovías.
La línea D, en tanto, no se detenía en la estación Scalabrini Ortiz porque había agua en un andén, proveniente de una filtración en el túnel. Y la línea H, luego de quedar suspendida por el ingreso de agua en las vías, se normalizó alrededor de las 21.30.
El fenómeno había sido anticipado por el Servicio Meteorológico Nacional, que había emitido un alerta por tormentas fuertes o severas para la ciudad de Buenos Aires, a raíz de la existencia de una masa de aire cálida, húmeda e inestable que se desplazaba lentamente desde el centro al este del país y que, al chocar con un frente frío, iba a generar áreas de tormenta hacia la noche.
El pronóstico se cumplió. Al cierre de esta edición, vecinos de Adrogué, Quilmes y Banfield padecían inundaciones y la pérdida del servicio de telefonía celular y fija.
"Desde las 20.30 nos cortaron la luz y el teléfono. Cada vez que hay un temporal Edelap nos corta la luz pero nadie atiende ni explica nada", sintetizó Cecilia Kohan, vecina de City Bell. "A lo largo de camino Centenario se rompieron un montón de vidrieras por las ráfagas de viento tan fuertes. Fue impresionante la lluvia también; el corte de luz abarca muchas cuadras", agregó.