Un rastro que se pierde entre Villa Soldati y la Costanera Sur
Camiones cargados con toneladas de adoquines salen de un depósito, pero no llegan a destino
La historia oficial de la ruta de los adoquines dice que cuando se los remueve de las calles son trasladados en camiones a un depósito situado en Villa Soldati, desde donde, luego, supuestamente son transportados a la Reserva Ecológica. El problema, según pudo comprobar ayer LA NACION siguiendo ese camino, es que en Soldati no hay 42 millones de adoquines almacenados y en la Reserva Ecológica los encargados dicen que "hace años" que allí no llega un adoquín.
El destino de los trozos de granito que históricamente cubrieron las calles de Buenos Aires es un misterio.
En agosto del año pasado este diario había publicado que el terreno delimitado por las avenidas Roca y 27 de Febrero, la calle Pergamino y la autopista Cámpora se hallaba prácticamente desprotegido: apenas dos agentes de la Policía Federal custodiaban el espacio, y faltaban varios sectores del cerco perimetral. Esta situación de abandono permitía que cualquier persona ingresara al depósito y retirara adoquines.
Ayer, según pudo comprobar LA NACION, las condiciones de seguridad dentro del predio cambiaron, pero esto no impide que continúe la misteriosa fuga de adoquines históricos.
Según una fuente consultada por este diario, desde hace seis meses el depósito es controlado por la empresa constructora Bautec SA, que reparó el enrejado del cerco perimetral y puso seguridad privada. Sin embargo, los adoquines siguen desapareciendo. El mismo informante, que no quiso dar a conocer su identidad y que trabaja en el depósito de Soldati, detalló que "ahora están trayendo tosca, y los adoquines son transportados a la Reserva Ecológica [de la Costanera Sur] para empedrar los senderos".
Periódicamente, las palas mecánicas que trabajan en el depósito de Villa Soldati los cargan en los camiones volcadores . "Depende del día; a veces salen cinco camiones, pero hay días que pueden salir hasta 15 volcadores llenos de adoquines", contó el informante de Soldati.
En el predio, efectivamente, se observa a simple vista cómo decae la cantidad de adoquines apilados y crecen las montañas de escombros. Sin embargo, llaman la atención las impactantes montañas de basura mezclada con tierra que se erigen, principalmente en la porción del predio que da sobre la calle Pergamino.
Siguiendo la ruta de los adoquines, LA NACION recorrió la Reserva Ecológica y el resultado no fue el esperado. Si bien allí se los utiliza para delimitar senderos y canteros, y una gran cantidad están apilados a la espera de ser utilizados, el volumen no se condice con la merma producida en el depósito de Villa Soldati.
"Trabajo desde hace dos años aquí y no vi entrar un solo camión con adoquines", dijo a este diario un empleado del espacio verde situado en el lado del barrio de Puerto Madero, sobre la costa del Río de la Plata. "Antes había una montaña de adoquines, pero se fueron distribuyendo para marcar los senderos y los canteros de las plantas. Todavía falta ubicar varios", agregó.
Otro trabajador de la Reserva Ecológica confirmó el cuadro de situación. "Hace cinco años que trabajo aquí y los adoquines ya estaban. No creo que nadie haya visto entrar un adoquín en este predio durante los últimos años", aseveró.
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