Un nuevo paro de subte complicó el regreso a casa en hora pico
También siguió el intercambio de acusaciones entre el gobierno nacional y el porteño
Extenuante jornada laboral de ocho horas, el doble de tiempo de viaje para volver al hogar e indignación ya moldeada en resignación fue lo que vivieron cientos de miles de porteños ayer al anochecer.
Un nuevo round en la disputa política que protagonizan los metrodelegados, el gobierno de la ciudad y el nacional a raíz del traslado del subte volvió a castigar a los usuarios.
Los pasajeros padecieron, una vez más, un paro de subterráneos, el de ayer fue de 19 a 23; es decir, en plena hora pico, hasta el momento en el que finalizan los servicios.
Como tantas otras veces, los usuarios fueron los afectados por un conflicto que parece no encontrar solución y debieron agregar a sus jornadas laborales eternas colas para viajar en colectivo o gastos impensados para trasladarse en taxi.
"Vamos a Palermo a la casa de una amiga, pero en vez de esperar el 152 vamos a tomar un taxi, que va a salir al menos $ 25. Macri tiene que hacerse cargo, es su obligación", sintetizó ofuscada Malena Mazzoni, de 37 años. "Me siento totalmente perdida, iba a tomar la línea B y no tengo ni idea de qué colectivo me lleva hacia avenida Jujuy. Tampoco tengo plata para un taxi", se lamentaba la brasileña Aliene Zardo, de 28 años.
Los trabajadores de las seis líneas de subtes y el premetro agrupados en la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (Agtsyp) realizaron una huelga en reclamo de su participación en las negociaciones paritarias (que incluyen como demandas un aumento salarial del 28% y que el coeficiente por antigüedad sea elevado del 1,3% al 2%).
Los metrodelegados también exigen que se resuelva el conflicto iniciado hace tres meses entre el gobierno local y el nacional por el manejo de los subtes, cuestión que -dicen- los priva de un interlocutor válido.
De hecho, los políticos continuaron sus disputas con declaraciones que lejos estuvieron de acercar posiciones. El jefe de gabinete nacional, Juan Manuel Abal Medina, le pidió a Mauricio Macri que deje de lado los "berrinches de nene bien" y "que se ponga a gestionar".
Poco tardó en responder el macrismo, a través del jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta: "Me gustaría que Abal Medina dejara las agresiones de lado y le pidiera a su presidenta que reciba a Mauricio Macri para que, en conjunto, podamos llegar a un acuerdo por el traspaso del subte".
Así las cosas, el paro comenzó puntualmente y lo padecieron usuarios, comerciantes de los subterráneos y empresarios que dejaron ir antes a sus empleados para que lograran llegar al hogar a una hora razonable.
Gustavo Gómez fue uno de los tantos indignados. Usuario frecuente del subte D, tomó antes de las 19 una formación que viajaba hacia Congreso de Tucumán, convencido de que los trenes que salían antes de la hora del paro llegarían hasta la otra cabecera. "Pero no, a las 19 en punto frenó en la estación Palermo y no volvió a salir. Estamos todos los pasajeros protestando", describió mientras buscaba un medio alternativo para continuar su traslado.
La empresa Metrovías explicó a través de un comunicado que "este conflicto se desarrolla en el marco de la conciliación obligatoria dictada el pasado 12 de abril por el Ministerio de Trabajo por 15 días hábiles. Una vez más, este grupo de delegados rompe la paz social afectando un servicio de transporte vital para la ciudad". En tanto, el delegado Néstor Segovia dijo a LA NACION: "Esto no tiene vuelta atrás, la medida se va a incrementar por tiempo indeterminado si no nos dan respuestas".