La sonrisa de Alberto Olmedo recibe a los que llegan al estudio de Fernando Pugliese en la calle Darwin. Escultor, ambientador, escenógrafo y abogado Pugliese es el encargado de muchas de las obras más populares de Buenos Aires: Borges y Bioy Casares en "La Biela", Sandro en el Gran Rex, Spinetta, Tato Bores, Messi, Pappo en La Paternal y Carlitos Balá en Chacarita. A gran escala, fue el realizador del Parque Temático Tierra Santa y el Parque Cura Brochero en Córdoba, que todavía no pudo ser inaugurado por la pandemia de coronavirus.
En diálogo con Pablo Sirvén para Hablemos de otra cosa , Pugliese afirma: "Es un placer para mi hacer estas cosas, son como hijos míos. Me dan alegría y ganas de vivir, y ya tengo 82 años, no es menor".
Lejos del insigne mármol, las esculturas de Pugliese se construyen con arcilla, resina y fibra de vidrio. Varias de las que están expuestas en las veredas fueron vandalizadas y reparadas: "Hay gente que necesita expandir su frustración, ve algo lindo y quiere llevarse un pedazo como trofeo a su casa o dice ´lo voy a romper´. Son estructuras mentales más bien para que las entiendan los psicoanalistas. A veces son justificables, la gente está muy mal y con eso se desahoga", afirma Pugliese.
El Che Guevara y Donald Trump conviven acodados en el mismo pub. Frida Kahlo y la Virgen Desatanudos se miran de reojo. Los vecinos sacan fotos a la fauna selvática a escala natural estacionada en los adoquines de Villa Crespo. Todo es posible en el mundo de Fernando Pugliese.
"Hay obras que son muy buenas, pero pasan desapercibidas. Son de bronce y se oxidan, o son de mármol y están sucias. En cambio Olmedo y Portales en la Avenida Corrientes no pasan desapercibidos. Hago cosas que la gente reconoce al instante. No son creaciones mías ni fantasías, son realidades. Es un arte popular, no quiero ser de elite, para eso están los grandes conocedores".
Hablemos de otra cosa se emite los viernes a las 22 por LN+ .
LA NACION