Un libro por un libro en la feria de canje de San Martín
En su tercera edición pasaron por la feria más de 700 personas y circularon unas 2000 obras
Emanuel se acerca a una de las mesas llenas de libros en la plaza central de San Martín. Mientras tanto, Silvia revuelve en busca de los ejemplares deseados y chequea, cada tanto, la lista que lleva en la mano. "¿Se regalan libros acá?", pregunta con asombro el recién llegado. "Se intercambian. Traés uno y te llevás otro", le explica Silvia con la pedagogía típica de una docente. "¿Y si no trajiste ninguno?", vuelve a preguntarle Emanuel. "Te lo podés llevar igual", contesta Silvia sonriendo.
La escena es más que común en la feria de canje de libros de la Municipalidad de San Martín, donde los libros no se pagan sino que se intercambian. En su tercera edición, que tuvo lugar el jueves en la plaza central, de 10 a 18, los organizadores calculan que pasaron unas 700 personas y circularon unos 2000 libros.
Silvia, una maestra jubilada de 55 años, se acercó a buscar libros para su hija que es profesora de Matemáticas. Ya es una especialista en el funcionamiento de la feria: participó en sus tres ediciones. "Encontré dos de los libros que necesita mi hija. Es muy útil la feria. Estaría bueno que se hiciera en más lugares y más seguido", cuenta. Ella no es la única que lo pide. Los organizadores explican que por el pedido de la gente este año van a replicar por primera vez la feria dentro de dos semanas en distintos barrios de San Martín, como Villa Ballester, Villa Maipú, José León Suárez y Billinghurst.
Gustavo Perazzo es el subsecretario de Educación de la Municipalidad de San Martín y uno de los responsables de la feria. "Veíamos que el intercambio de libros se venía dando naturalmente entre los chicos en algunas escuelas y entendimos que era una necesidad. Así que decidimos ayudar", sostiene. "Con el precio que tienen los libros hoy es necesario algo así para que todos puedan acceder a ellos", afirma Andrea Felsenthal, coordinadora del plan municipal de lectura San Martín Lee desde hace dos años.
Laura, con dos de tres hijos en edad escolar, vino gracias al consejo de otra mamá. "Hice la cuenta y tengo que gastar más de $ 2000 en libros para la escuela", explica. El material disponible para intercambiar está dividido en mesas, según correspondan a los diferentes niveles educativos o a "interés general". Si bien la iniciativa tuvo como objetivo facilitar el acceso a los libros escolares, en la práctica se acercó gente buscando novelas, ensayos y todo tipo de textos.
Brisa va al Complejo Educacional Remedios de Escalada, tiene 13 años y necesita unos cuantos libros. Los dos más urgentes son Biología 2, de Santillana, y Matemática 2, de Puerto de Palos, que salen $ 304 y $ 320, respectivamente .
Andrea Felsenthal y Gustavo Perazzo explican que el gasto que implica la feria es mínimo. "Es articular recursos que ya hay y voluntades", sostiene Andrea.
Emanuel vuelve a acercarse. Tiene tres libros en la mano. "¿Seguro que me los puedo llevar?", pregunta. Ante la respuesta afirmativa de Juan Manuel, un empleado de la municipalidad que asiste a la gente en la feria, sonríe y agrega: "Me quiero llevar 20".
"Se dice que el libro está por de-saparecer, pero lo que ves acá es otra cosa", concluye Juan Manuel.