¿Un edificio junto a una plaza? Cómo es el proyecto que generó revuelo entre los vecinos de un barrio porteño de casas bajas
El nuevo Código Urbanístico avala la construcción de un inmueble de hasta 25 metros en Villa Ortúzar, pero los vecinos lo rechazan y preparan medidas judiciales
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La revalorización del espacio público y verde fue un eje prioritario en la transformación urbana de la ciudad desde la llegada del coronavirus y los planes apuntan a seguir fortaleciendo esta línea. Pero, a la vez, surgen proyectos que, según los propios vecinos, pueden contradecir esa búsqueda: el inicio de una obra de un edificio de hasta siete pisos en una plaza de Villa Ortúzar, tras la demolición de una antigua casona que ocupaba la parcela, se convirtió en una amenaza para quienes viven en la zona, y que trasladaron allí todas las actividades de esparcimiento y encuentro durante la pandemia. El impacto ambiental y la duración de la obra son sus mayores preocupaciones.
Se trata de la plaza Malaver, cerca del cementerio de la Chacarita y delimitada por las calles Girardot, Heredia, Montenegro y Estomba, con la particularidad de ser un espacio verde público que en dos de sus cuatro esquinas tiene un conjunto de viviendas particulares. Antiguamente era un terreno en el que convivían, separadas por un alambrado, las canchas de dos clubes rivales de la zona: La Paternal y Gutenberg. Las dos instituciones se mudaron y abandonaron el espacio que fue convirtiéndose en una plaza, que fue inaugurada en julio de 1940.
Las viviendas se encuentran en dos esquinas en diagonal y, en una de esas parcelas, se inició la obra que puso en alerta a los vecinos, que se movilizaron en el colectivo La Malaver. Desde esa agrupación, hicieron sentir su desacuerdo con el proyecto avalado legalmente por el nuevo Código Urbanístico que autoriza la construcción de un edificio de hasta 25 metros en esa zona. Si avanza el proyecto podrían recurrir a la Justicia para frenarlo con acciones de amparo o medidas similares.
Sobre la intersección de Heredia y Girardot hay cuatro casas, una de las cuales, que da a la plaza, fue vendida y cambiará por completo. El avance de otros inmuebles similares que puedan producir mayores conos de sombra y modifiquen la esencia del espacio verde es uno de los principales argumentos de la movilización de la gente.
Apurados por la movilización de los vecinos, hoy sábado, y contra las normas de demolición, vinieron a tirar abajo una casona para levantar un edificio en el medio de la plaza Malaver, 1 de los 2 espacios verdes de Villa Ortuzar. Los vecinos denuncian #barricidio @somos_ortuzar pic.twitter.com/u9DpDRKYPH
— Karina Micheletto (@kmicheletto) October 2, 2021
“Hay varios puntos en contra: el principal es la construcción, los años de proyecto dentro de la plaza, la liberación del polvo y ruido, y que afectará a las aves. Esta plaza está conectada con Chacarita y Agronomía, forma parte de un corredor biológico que se transformará. La plaza tiene sol todo el día y la torre lo tapará durante la mañana”, enumera Lucas Luases, vecino de la zona e integrante del colectivo.
La historia cuenta que cuando los clubes abandonaron el predio el municipio porteño fue adquiriendo las casas familiares para ampliar el espacio verde y sumarlo a las canchas de fútbol que habían quedado abandonadas. Algunos propietarios decidieron no vender y fue así como quedaron dos esquinas con viviendas particulares. “No hay ningún antecedente de aprobación de un edificio en estos lotes. Si se completa el proyecto es una mala noticia porque podría ocurrir lo mismo con los otros terrenos”, dice Luases.
Los vecinos, preocupados porque el barrio puede perder identidad se enteraron del proyecto cuando la antigua casona fue tapiada y en uno de los frentes se colocó el aviso de obra. Hace dos semanas comenzaron los trabajos de demolición de la vivienda, con el retiro de las aperturas de hierro y madera y luego la destrucción de los techos y paredes.
Proyecto avalado
El Gobierno porteño sostiene que se trata de una iniciativa privada avalada por el nuevo Código Urbanístico. Desde la Secretaría de Desarrollo Urbano explicaron que la manzana en cuestión “tiene un parcelamiento por fuera del terreno correspondiente a la plaza y lo que se quiere edificar está dentro de la normativa aprobada por la Legislatura porteña en 2018″ aunque, según destacaron, el proyecto aún está en estudio y solo fue aprobada la demolición de la vieja casona.
Los avances de esos trabajos pueden verse en las redes sociales del desarrollador inmobiliario Ykonos, a cargo del proyecto, donde se muestran imágenes de la demolición de la vivienda y un anticipo del emprendimiento: departamentos de 1, 2 y 3 ambientes con vista a la plaza. “Entiendo los planteos de los vecinos, pero el proyecto respeta el código vigente. Pensamos un edificio que tenga buena integración con el entorno, más vidriado y sustentable, con terrazas verdes, recolección de agua para riego y un sistema eléctrico que reduce al 74%. Siempre tratamos de hacer edificios que se conecten con lo verde y los entornos”, explica Alejandro Daian, propietario de Ykonos. El edificio tendrá cinco pisos más dos retiros, es decir, siete pisos en total más la planta baja.
“En la pandemia se incrementó mucho más el uso de la plaza. Se usa para reuniones, para cumpleaños, para la gente grande y los chicos, los obreros de las obras de alrededor. Es una plaza que tiene amanecer y atardecer y por dos años vamos a estar en obra. Se perderá la esencia de la plaza que es más espacio verde, mayores lugares de descansos y no edificios. El impacto socioambiental es enorme”, sostiene Sara Carello, una vecina del lugar.
“Estamos cerca de La Isla, de la Paternal, un espacio verde donde también hay un proyecto para construir edificios. Estamos rodeados de amenazas. El colectivo hizo un relevamiento en el barrio y detectó que hay 80 casas en venta, con posibles proyectos de edificios detrás, y 55 ya en marcha”, agrega la mujer. El colectivo inició una petición en change.org con el fin de sumar adhesiones y hacer sentir aún más el reclamo.
Todos los proyectos registrados en la Secretaría de Desarrollo Urbano deben contar con un estudio de impacto ambiental, que se presenta cuando se pide el permiso para iniciar la obra. En este caso, aún no se realizó el trámite porque está en etapa de demolición. ¿Qué podría pasar con el resto de los lotes? Dependerá sobre qué calle esté emplazado el inmueble y la altura de construcción permitida en esa traza. Por lo que es probable que el primer edificio de la plaza Malaver no sea el último.