Tellechea, apartado de la restauración de Colón
El prestigioso escultor denunció que fue interrumpido su contrato con la UNLP y que, desde noviembre, no cobra el sueldo
El periplo del monumento a Cristóbal Colón, desde su sede original hasta el espigón Puerto Argentino en la Costanera Norte, suma una nueva polémica. Domingo Tellechea, el prestigioso escultor y restaurador que se desempeñaba como director artístico del desarmado, el traslado y el reensamble de la estatua, denunció que fue apartado del proyecto e impedido de ingresar en el obrador ubicado frente al Aeroparque.
Actualmente, sólo el personal de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) puede acceder al predio, donde el conjunto escultórico aguarda ser emplazado. Consultadas, fuentes de la Secretaría General de la Presidencia -que auditaron la obra recientemente- no arriesgaron plazos para su finalización.
En 2013, en función de las delicadas tareas que debían emprenderse sobre el magnífico monumento del florentino Arnoldo Zocchi, el gobierno kirchnerista y la UNLP decidieron convocar al renombrado Domingo Tellechea, de 81 años, que se encontraba radicado en San Pablo desde principios de los 80.
Sin ninguna explicación de por medio, y luego de más de tres años de trabajo, en la segunda semana de diciembre de 2016 le fue vedado el ingreso al predio. No se le notificó la decisión de forma fehaciente ni se le comunicaron los motivos. En sus últimos días en la obra, Tellechea constató que se habían descartado materiales costosos que había procurado especialmente para el proyecto.
"Un día llegué y vi que habían tirado en un contenedor la calcita que yo había conseguido a través de gestiones con el gobernador de San Juan. También descuidaron totalmente una cera especial que mandé a fabricar porque no se consigue, la ozoquerita", contó a LA NACION. Cuando quiso rescatar los materiales, ya era demasiado tarde: no podía ni siquiera acceder al predio. Pese a que su contrato indicaba que estaría a cargo de los trabajos hasta su finalización, dejó de percibir su sueldo desde noviembre.
Consultado por LA NACION, el secretario de Producción de la Facultad de Bellas Artes de la UNLP, Martín Barrios, señaló que existió un contrato entre la universidad y Tellechea, pero que se había ejecutado en término: según Barrios, se cumplió en agosto de 2016 y luego no pudo renovárselo, en parte por la dificultad de conseguirle un seguro de trabajo, dada la avanzada edad del restaurador.
LA NACION accedió al contrato firmado entre las partes. Allí se lee: "El plazo de duración del presente contrato será hasta la culminación definitiva de la obra a cargo del director", en referencia a Tellechea. El primer artículo del contrato define las tareas del director como la "puesta en valor, traslado e implantación del monumento a Cristóbal Colón realizado por Arnaldo Zocchi". También enumera las responsabilidades a su cargo, entre ellas, "supervisar la recepción, el movimiento de los componentes en el sitio de implantación y su montaje en la base previamente construida para su soporte" y "llevar a cabo los trabajos de terminación del conjunto escultórico".
Actualmente, como se dijo, la escultura continúa depositada en piezas en la Costanera Norte a la espera de su montaje, es decir que no estaría culminada la misión de Tellechea estipulada contractualmente.
El restaurador presentó una carta documento ante el decanato de la UNLP, en la que exigía que se aclarara su situación laboral, y le respondieron que su pedido era "improcedente, inexacto y malicioso".
Alejado de su familia, que permanece en Brasil, Tellechea dice que sólo cuenta con un grupo de amigos para transitar el mal momento. Ya no vive más en el hotel cuyos gastos corrían por cuenta del Estado y tuvo que mudarse un par de veces.