SUBE: también se investiga en Londres
La empresa inglesa que controla la tarjeta no declaró el contrato que firmó en la Argentina
LONDRES.– Las autoridades británicas posaron la lupa sobre Global Infrastructure (GI), la empresa que encabeza el control de la tarjeta SUBE. Desde Companies House , registro oficial de corporaciones de Inglaterra, informaron que la empresa quedó bajo proceso de investigación.
La empresa británica omitió informar a las autoridades locales su contrato por $ 65 millones con la Secretaría de Transporte de la Argentina. Esto, sumado a otras irregularidades administrativas, motivó la investigación del gobierno británico. GI no tiene oficinas en Buenos Aires. En su supuesta casa matriz, en un pueblo inglés, funciona una peluquería. Nadie sabe dónde trabajan sus empleados extranjeros ni a qué se dedican, pero cobran en dólares.
La empresa británica encabezó el consorcio integrado por ex asesores de Transporte que ganaron la licitación para controlar la SUBE, pese a que la consultora internacional PWC realizó una oferta $ 10 millones más económica por el trabajo. El concurso público quedó esta semana en la mira de la Justicia en la Argentina, que investiga supuestas irregularidades en la asignación del contrato de $ 65 millones.
Stephen Chandler, dueño de GI, es el máximo responsable de controlar la SUBE. El consultor británico, que pronuncia pocas palabras en español, cobra 40.000 dólares mensuales como jefe de proyecto.
Algunas omisiones llamaron la atención de las autoridades británicas. Chandler registró a GI con "cuenta durmiente" (dormant account). "Ese estatus sólo se puede utilizar cuando la compañía no opera, o lo hace por montos muy pequeños", explicó a LA NACION Neil White, vocero de Companies House. Y señaló que, por sus contratos de $ 65 millones con la Secretaría de Transporte de la Argentina, quedó "inmediatamente" bajo investigación. "Ciertamente no entra dentro del criterio de una cuenta durmiente", agregó.
La rapidez de las autoridades británicas está vinculada a que la firma ya se encuentra en infracción por no haber cumplido con la entrega de sus cuentas anuales que deberían haber sido presentadas el 31 de marzo. Hace dos meses, Companies House envió una carta documento alertándola de los costos y riesgos de la demora. Por el momento, pagará multas de 1125 dólares, pero puede aumentar hasta los 2250 dólares si no regulariza su situación en los próximos seis meses. Pasado ese plazo, la compañía será retirada del registro, sus bienes confiscados y sus directivos serán pasibles de sufrir sanciones penales que incluyen la prisión.
La empresa británica, que cuenta con un capital formal de 100 libras esterlinas, tampoco dio cuenta aquí de la apertura de sucursales en el exterior. El 15 de octubre de 2010, Global Infrastructure Group fue inscripta en la Argentina. En ese entonces, la licitación para supervisar la SUBE ya estaba en su última etapa.
El derrotero de GI en Inglaterra despierta misterio. La compañía no existía cuando la licitación para controlar la SUBE ya había comenzado: fue inscripta el 22 de junio de 2009 en Companies House. Se registró con el domicilio 78 York Street, de Londres, una dirección alquilada por 60 dólares mensuales que funciona como oficina virtual. Con esos datos, la firma está registrada en la Inspección General de Justicia Argentina.
Meses después, GI informó su cambio de domicilio a Bicester, una localidad inglesa de 29.000 habitantes. LA NACION reveló que en la fachada principal de Claremont House , su dirección en el pueblo, funciona una peluquería.