Sorpresiva invasión de cascarudos
Afectó a las zonas norte y oeste de la ciudad
No aparecen en ninguna profecía maya, pero ayer los cascarudos convencieron a más de un porteño de que el fin del mundo podría ser inminente. Y es que una súbita invasión de estos pequeños y nada simpáticos coleópteros dejó a los asombrados habitantes de las zonas norte y oeste de la ciudad sin explicaciones ante un fenómeno muy inusual.
Cerca de las 20 de ayer, grandes cantidades de cascarudos aparecieron primero en veredas, jardines, balcones y patios de los barrios de Núñez, Palermo y Recoleta, para luego desparramarse con la rapidez que los caracteriza en distintas áreas de la zona oeste de la ciudad y el conurbano.
El fenómeno se repite desde 2009 y es producto de la salida en masa a la superficie de una especie que, tras mutar al estadío pupa o crisálida, sale de la tierra para buscar el sexo opuesto y copular. Es decir, lo que se vio anoche en las calles, casas y rincones de la ciudad no fue más que una megaceremonia orgiástica de apareamiento entre insectos que sólo viven cuatro días.
En general, esa reacción ocurre en enero y después de las lluvias, pero en los últimos años se atrasa y tiene lugar en febrero. Por esa razón, en términos científicos, no se trataría tanto de una "invasión" como de una salida a la superficie previsible, que hasta tiene fecha aproximada en el calendario.
De todas maneras, y aunque repetido, el suceso no deja de extrañar a los porteños. El reflejo de esa sorpresa se advirtió especialmente en Twitter, donde los ciudadanos convirtieron el hashtag #cascarudos en trending topic. Otros, como #queasconene, también se refirieron al mismo tema.