Será el sky bar más alto de Palermo, apunta a ser el más exclusivo, pero todavía no tiene dueño
El concepto de rooftop crece en todo el mundo, y la sofisticación que caracteriza a estos espacios gastronómicos comenzó a ganar adeptos en la Ciudad de Buenos Aires
- 6 minutos de lectura'
Será el más alto del barrio de Palermo, y apunta a ser el más exclusivo de la Ciudad, pero todavía no tiene dueño. El rooftop de la torre Qiub, en la esquina de Honduras y Juan B. Justo, está en la búsqueda de candidatos, y aunque ya son varios los interesados en abrir un bar en el piso 29 de este nuevo complejo, a casi cien metros de altura no hay contrato firmado. Por el espacio, que tiene unos 530 m² de superficie entre la parte cubierta y la terraza, se piden unos 3 millones de dólares para la venta, o a razón de 35 dólares de alquiler por metro cuadrado.
“Cuando terminamos el hormigón y subimos a la terraza nos volvimos locos con la vista, y pensamos que todo este espacio era perfecto para un rooftop, porque los amenities del edificio ya estaban proyectados en otro lugar”, dice el arquitecto Ariel Wasserman, uno de los directores de BW Group, junto con Roberto Baylac, una firma con más de 30 años de experiencia en el desarrollo inmobiliario.
El nuevo sky bar formará parte del último cubo del edificio, de un total de cinco estructuras vidriadas –todas con esa forma geométrica y superpuestas– que contienen las plantas en sus distintos bloques y le dan a la fachada una impronta singular. Se trata de un complejo de usos mixtos, que tiene salida a tres calles y reúne oficinas, viviendas, locales comerciales y cinco subsuelos de cocheras. “Todos los ascensores llegan hasta el piso 29, por eso no habrá conflicto con los usuarios de las oficinas cuando la torre esté en pleno funcionamiento. Pero en el caso de ser necesario, se podría destinar un elevador de uso exclusivo para llegar hasta el bar en la terraza –imagina Wasserman–. Dependerá del horario en el que funcione, si estará abierto también al mediodía o solo para el after y la cena”.
Entre Buenos Aires, Miami y New York
El concepto de rooftop crece en todo el mundo, y la sofisticación que caracteriza a estos espacios gastronómicos comenzó a ganar adeptos en la ciudad de Buenos Aires. En la lista de los más destacados a nivel internacional aparecen Le Perchoir, en París, desde donde se tiene una vista privilegiada de la iglesia de Sacré-Cœur; también Frank’s Cafe, en Londres; o Folly Rooftop, en Dubai, que según las críticas gastronómicas es perfecto para una cena romántica. En esa misma guía que reunió a los 25 mejores rooftop bar del mundo, elaborada hace dos años por la prestigiosa revista británica Time Out, también hay un bar porteño: Trade Sky Bar, que ocupa los pisos 19, 20 y 21 del icónico edificio Comega, en la intersección de la avenida Corrientes y Leandro N. Alem.
Cuando Wasserman habla del bar que alojará la torre Qiub en su último piso, piensa en una fusión de todos estos exponentes, más otros lugares que visitó recientemente, en Miami, como los bares Mila o Juvia, sobre Lincoln Road, en Miami Beach. “Los últimos dos tienen una parte cubierta y otra descubierta, y varias de las características de ambientación que imaginamos para el rooftop de Qiub, sobre todo en lo que tiene que ver con los espacios destinados a la barra. No somos especialistas en gastronomía pero sabemos lo que nos gusta”, dice el arquitecto, que destaca la propuesta de Trade, comandada por el chef Dante Liporace, como el máximo referente local.
Tragos sí, gastronomía también
“Creo que Trade marcó un antes y un después –sentencia Liporace–. Primero porque fue el primer gran rooftop de Buenos Aires, por su arquitectura, su vista 360°, su carta de tragos y el nivel de la gastronomía, porque aunque no deja de ser un bar ofrece platos del nivel de un muy buen restaurante. Y como sucede en algunos de los rooftops de Nueva York, una ciudad que tiene una historia tremenda en la materia, Trade está enfocado en un público muy arriba, por eso no podés dejar que la gastronomía quede relegada”.
Para Liporace, Trade marcó tendencia en el rubro, y si bien mucha gente llega al último piso del edificio Comega para vivir la experiencia del sky bar, también lo hace por la calidad y la innovación de su carta de tragos. “Buenos Aires tiene espacio para que esta tendencia gane nuevos lugares, pero tienen que estar bien hechos, con onda, un excelente DJ, calidad en servicio y buena gastronomía”, sugiere el chef.
De Bestial a Salón 1923
La tendencia se expande por los barrios, y aunque Palermo suele ser el epicentro foodie donde todo pasa, también los rooftop se expanden por distintas zonas. Un bar con historia para visitar en modo turista es Salón 1923, en el Palacio Barolo. El local gastronómico en Avenida de Mayo, en el barrio de Monserrat, está en el piso 16 del palacio, y para ingresar hay que tomar el ascensor hasta el piso 14 y subir dos más por la escalera. Tiene una vista estupenda de la Ciudad y la panorámica exclusiva del Congreso de la Nación.
Un poco menos conocido y fuera de los límites porteños está Trufa Rooftop, en Pilar, un exclusivo bar en el hotel Casa Sur, que ofrece terraza con pileta, buenos cócteles, DJ y rica gastronomía. Si de Palermo se trata, una de las referencias es Bestial Fly Bar, que abrió en noviembre del año pasado con una propuesta moderna y divertida, en el piso 11 de un edificio de oficinas –con estacionamiento incluido–en Humboldt al 2400, en Palermo.
2do Bar, escondido entre el paisaje urbano
Una de las últimas aperturas es 2do Bar, escondido en el tercer piso del Dandy de Palermo, sobre la avenida Coronel Díaz y Santa Fe. “Nace con el objetivo de ofrecer coctelería de autor en un lugar privilegiado de la ciudad, y está inspirado en un rooftop de Brooklyn (también de poca altura), en donde la intersección de las avenidas, marquesinas y hierros hacen a la estética y ambientación del espacio –describen desde 2do Bar–. Está enclavado en una zona donde no hay rascacielos ni edificios que tapen la vista panorámica, por eso se aparta un poco del concepto del clásico rooftop bar, porque se sumerge entre el paisaje urbano de la zona”.
En el caso de Qiub, las vistas ofrecen un recorrido urbano 360°. “La panorámica desde la terraza es increíble. También se ve el río”, dice Wasserman.
Informa, además, que para la inauguración del rooftop habrá que esperar hasta el año próximo. “Toda la estructura del edificio ya está terminada y ahora estamos en etapa de colocación de mampostería y equipamiento interior. La torre tiene un total de unos 40.000 m² construidos, con cinco subsuelos de cocheras y cinco locales en la planta baja para alimentar el zócalo comercial del barrio”.
Valuado en 3 millones de dólares para la venta, hay candidatos para ocupar el sky bar de Qiub, la última torre de estas características que fue habilitada en Palermo.