Se aprobó el presupuesto porteño: rubro por rubro, inversiones y denuncias de recortes
Con 33 votos positivos y 27 negativos, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionó la ley que prevé gastos por 2,15 billones de pesos para el próximo año
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Tras un intenso debate, la Legislatura porteña aprobó el presupuesto de la ciudad para el próximo año con 33 votos positivos y 27 negativos. El distrito prevé gastos por 2,15 billones de pesos para el próximo año y estima un crecimiento del producto bruto geográfico del 2%, una inflación en el orden del 60% y un tipo de cambio de $ 269,9 por dólar para fines de 2023.
Claudio Romero (Vamos Juntos), presidente de la Comisión de Presupuesto, destacó en diálogo con LA NACION que se eleva “la partida presupuestaria destinada a educación al 20%, manteniendo el 63% en las áreas sociales. Y habrá una baja del 30% en lo que respecta al peso de la deuda”.
De acuerdo con el documento propuesto por el ministro de Hacienda de la ciudad, Martín Mura, que ayer fue ratificado por la Legislatura, las áreas sociales como educación, salud y desarrollo social comprenden la mayor parte de la inversión para el año que viene, con un crédito previsto de $1.357.037 millones, lo que significa $648.992 millones respecto del presupuesto 2022.
Educación, como se dijo, es el área que mayor participación presenta con el 20% del total, contra un 18,7% previsto para el cierre del corriente año. En cuanto a la variación nominal, para 2023 la inversión en esta área alcanzará los $431.860 millones, con un crecimiento de $217.196 millones.
El rubro salud representa el 16,5% del total del presupuesto. Tiene asignado para el año que viene $355.145 millones, en tanto que promoción y acción social representa el 10,4% del total, con $223.253 millones. Y las políticas de seguridad, una de las mayores preocupaciones de los vecinos, mantienen su proporción: 15,4% del total proyectado, con $332.589 millones.
Para servicios de deuda muestra un crédito asignado de $89.454 millones, reduciéndose fuertemente el peso de la deuda en el presupuesto total. Se pasó del 6% destinado para el corriente año al 4,2% para 2023, lo que impacta en una reducción del 30% en el peso de los intereses de la deuda en el total del presupuesto.
Romero señaló que “la Ciudad tendrá déficit cero en 2023. Esto se debe a que pagamos lo que debemos y no gastamos más de lo que tenemos”, a la vez que señaló: “El presupuesto no prevé aumento de impuestos ni nuevos tributos, lo que nos diferencia del gobierno nacional, que son los reyes del impuestazo”.
De contingencia
Semanas atrás, Mura explicó en la Legislatura porteña que el presupuesto 2023 continúa siendo de contingencia, dado a que aún no está resuelto el conflicto judicial por la quita de recursos coparticipables que concretó la Nación en detrimento de la Ciudad. No obstante, la legisladora del Frente de Todos (FdT) Claudia Neira advirtió: “El presupuesto es de más de 2 billones de pesos. En los últimos 15 años la recaudación se incrementó un 40%, o sea que el Estado porteño hoy cuenta con muchos más recursos”.
A la vez, remarcó: “Parece inexplicable que no se aborden problemas muy claros que persisten a lo largo de todos estos años. Uno de ellos es el del sistema de salud, cuyo funcionamiento depende en gran medida de residentes que trabajan por $120.000 con un salario de base de $4000. Aún así, en el presupuesto que presenta el Ejecutivo para 2023, el gasto en personal de la salud es más bajo que hace 15 años atrás”, por lo que consideró que “esta falta de prioridades en el gasto se repite inexplicablemente en diferentes políticas”.
“En definitiva, tenemos un aumento exponencial de la recaudación por vía de una cada vez mayor presión impositiva a los porteños y las porteñas, pero con una pésima distribución del gasto”, cuestionó la peronista.
En esa misma línea, la diputada Alejandrina Barry (Frente de Izquierda de los Trabajadores) remarcó que “lo único que ha crecido son los impuestos regresivos como el de las tarjetas de crédito e ingresos brutos, que se le cobra hasta los trabajadores municipales precarizados, pero que no redundaron en dar solución a las áreas más críticas de la ciudad” y alertó: “Dicen que van a aumentar el presupuesto en salud. ¿Por qué le creeríamos si con un 18% extra de recaudación en 2022 le recortaron 360 millones de pesos a los principales hospitales?”.
Por la intervención de los legisladores de Republicanos Unidos (RU), el espacio liderado por Ricardo López Murphy, se logró bajar unos 4000 millones de pesos en lo que cobra la Ciudad por la patente de los vehículos valuados en menos de $1.000.000. Este ajuste beneficiará aproximadamente a 300.000 rodados, es decir, un tercio del parque automotor porteño. En el área de la construcción, también se logró la reducción de la tasa de áridos, incluyendo también un diferimiento de una parte del pago y una simplificación de trámites.
Respecto de esta situación, el diputado García Moritán afirmó: “Las condiciones que nosotros pusimos son menos impuestos, menos gasto y menos regulaciones. Creemos que con estos cambios logrados habremos tenido un impacto concreto en el asunto. Es más que lo que cualquier otro bloque liberal puede mostrar. El proyecto tiene déficit cero y tiende a una ciudad desendeudada. Eso lo vemos bien. Nosotros analizamos el tema desde nuestros tres objetivos: menos gastos, menos impuestos y menos regulaciones. No obstante esto, no compartimos la posición de desfinanciar de golpe a la Ciudad y forzar un reacomodamiento de las cuentas públicas a como dé lugar. Creemos que se pueden hacer cambios generando un mínimo impacto en nuestra ciudadanía. Hace falta mucho más, pero hemos dado pasos en la dirección correcta”.
Respecta del ABL, se continuará aplicando la actualización en línea con la inflación. En 2023, este cálculo se seguirá realizando de manera mensual y progresiva. Por ejemplo, para la primera cuota correspondiente a enero se tomará la inflación de agosto de este año que fue del 6,2% y así sucesivamente mes a mes.
Además, quienes hayan pagado el ABL en tiempo y forma durante 2022 tendrán un 10% de descuento sobre cada una de las cuotas mensuales del año próximo, pagando a término cada una de ellas. Y quienes se adhieran al débito automático antes de junio de 2023, tendrán bonificado al 100% la última cuota del impuesto.
Inversión en obra
Otro dato saliente del presupuesto para 2023 es que la Ciudad recupera lentamente el nivel de inversión en obra pública propio de la gestión macrista, que será del 15,3% del total, alcanzando los $329.688 millones. De esta manera, se retomará el sendero del promedio histórico de inversión que marcó las administraciones desde 2008 a 2019, mientras el promedio anterior a 2007 era del 7%.
Para la infraestructura escolar (como obras, refacciones y ampliaciones de colegios) se destinarán 8405 millones de pesos y otros 9690 millones de pesos se invertirán en la compra de equipamientos para el Plan Sarmiento.
Además se destinarán $8600 millones de pesos para la construcción, ampliación y modernización de la red de subterráneos; $2050 millones para la finalización de las obras del Metrobús del Bajo y otras obras viales; $24.074 millones para el mejoramiento de los hospitales públicos y $17.100 millones para trabajas contra inundaciones y mejoramiento del sistema pluvial.
También se continuará con el proceso de reurbanización de distintos barrios populares, en los cuales se seguirán efectuando obras en viviendas, pavimentación y dotación con servicios básicos. Tanto es así que en el Barrio 20 se invertirán $ 1060 millones; en el Barrio Fraga, otros $ 2655 millones; en el Barrio Rodrigo Bueno, unos $1650 millones; en el predio YPF del Barrio 31, $6188 millones, y en el resto de ese barrio se gastarán $5968 millones.
A obras y puesta en valor del Parque de la Innovación, en el predio de Núñez donde funcionó el tiro Federal, se destinarán $ 2930 millones y al Ecoparque, otros $ 2033 millones.
Por otro lado, la Ciudad gastará $7750 millones para la compra y el mantenimiento de patrulleros, y otros $24.700 millones en equipamiento policial (como chalecos, cámaras, etc.).
El diputado de la Unión Cívica Radical-Evolución (RU) Lucio Lapeña remarcó que “el presupuesto de la ciudad reúne algunos principios básicos que hacen a un buen gobierno: cuentas públicas ordenadas, con superávit, tres años después de una pandemia. Una política de deuda sustentable y sostenible en el tiempo, ya que se redujo el pago de intereses un 30% y el stock cayó a niveles de 2015. Y una actitud responsable. Es decir, no compromete ejercicios futuros con deudas impagas, déficit fiscal ni proyectos de infraestructura faraónicos”.
“Esto es algo que el gobierno nacional no puede mostrar el presupuesto que propone para 2023. Tiene inconsistencias notables, implica déficit fiscal, las deudas se acumulan debajo de la alfombra y todo ello en el último año de una administración muy desordenada y con pocas posibilidades de reelegir. Es muy claro el contraste entre la Ciudad y la Nación”, sentenció.
Leonardo Saifert (La Libertad Avanza) cargó con dureza contra los sectores del oficialismo y la oposición. “Todos están pensando en cómo hacer para ganarle a la inflación, a nadie se le cae la idea de decir ‘no hay más inflación’. Pareciera que les da alergia pensar en un país normal y sin inflación. Ahora todos se desgarran las vestiduras con el tema de los impuestos, pero cuando se hace una sesión para tratar ese tema, más de la mitad del cuerpo no se presenta a dar quórum. Podrían empezar a tratar los proyectos que presentamos desde La Libertad Avanza y pasarse para este lado, ya que tenemos una linda política para bajar impuestos”, completó.
“Logramos algo muy importante hoy. Con la aprobación del presupuesto estamos llevando certezas a los porteños sobre las prioridades del gobierno: la educación, la salud, la seguridad. Estamos llevando soluciones a los problemas de la gente”, concluyó Emmanuel Ferrario (Vamos Juntos), vicepresidente 1º de la Legislatura.