La orangutana Sandra ya está en santuario de Florida y su larga travesía llegó a su fin
Después de pasar un período de cuarentena en una reserva de Kansas, en Estados Unidos, la orangutana Sandra, que hasta hace pocas semanas vivió en el Ecoparque porteño, ya se encuentra en el santuario de Florida, el lugar elegido por la justicia que cinco años atrás había ordenado su reubicación para garantizarle una mejor calidad de vida.
Luego de un viaje de 20 horas vía terrestre la orangutana llegó en buen estado al Center for Great Apes donde vivirá el resto de su vida. "Viajó muy tranquila, pudo comer bien, tomar agua y siempre estuvo interesada en mirar por las ventanas", contó el veterinario David Murphy quien la acompañó durante el traslado.
Días atrás LA NACIONhabía informado que la llegada a Florida era inminente porque ya se habían cumplido los requisitos sanitarios correspondientes. Los resultados de dos estudios generales y otros tres para descartar la presencia de tuberculosis confirmaron que el animal se encuentra en perfecto estado de salud.
Sandra se convirtió en la primera gran simio en ser considerada como persona no humana y ser sintiente cuando en 2014 la Sala II de la Cámara de Casación Penal ordenó que podía gozar de derechos, aunque al llegar a Estados Unidos perdió dicho estatus. Tiempo después, por un amparo impulsado por la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (Afada), la jueza en lo contencioso administrativo y tributario María Elena Liberatori le exigió al gobierno porteño que garantice las condiciones adecuadas para el hábitat y preserve las habilidades cognitivas del animal. También dispuso el traslado a un santuario donde pudiera continuar con su vida en condiciones más acordes con su especie. En esa instancia eligió el santuario de Florida.
Los últimos días de la cuarentena de Sandra se cumplieron bajo rigurosas normas de bioseguridad para que nada interfiera en el proceso. Además de los estudios veterinarios realizados a la orangutana y los permisos internacionales requeridos para el animal en tránsito, el procedimiento contó con la intervención de dos autoridades sanitarias de Estados Unidos: el United States Department of Agriculture (USDA) y el Center for Disease Prevention and Control (CDC). Entre ambas áreas de gobierno decidieron el período de cuarentena.
El nuevo hogar de la orangutana cuenta con una superficie de 40 hectáreas en la zona rural de Wauchula, un área boscosa y húmeda, en el estado de Florida y posee doce grandes recintos abovedados de tres pisos, con mucho espacio para correr y escalar. Desde su fundación, en 1997, trabaja con orangutanes y posee gran experiencia en los requerimientos físicos y cognitivos que demandan. Actualmente residen allí 21 orangutanes de distintas edades y origen, todos rescatados de circos, la industria del entretenimiento o del mascotismo.
"Sandra es muy dulce y curiosa. Estaba un poco tímida al llegar, pero una vez que vio las hamacas, los juguetes y las áreas verdes en su nuevo hogar, salió a explorar. Ya conoció a sus cuidadores y se está adaptando muy bien al nuevo clima, el medio ambiente y los otros grandes simios", dijo Patti Ragan, la fundadora del santuario.
El Center for Great Apes será la última estación en el largo viaje de la orangutana que nació el 14 de febrero de 1986 en el Ruhr Zoo de Alemania. Una travesía que la trajo al ex Zoológico de Buenos Aires el el 1 de agosto de 1994, donde espero más de cuatro años, desde que salió la orden judicial, para emigrar y compartir su vida con otros ejemplares de su especie.