Reabrió el Botánico. Cómo es el protocolo para pasear por el parque de Palermo
Una señora pasaba caminando por la avenida Las Heras y al ver movimiento del otro lado de las rejas preguntó: "¿Está abierto? ¡Qué alegría!". Fueron 193 días en los que las puertas del Jardín Botánico de la ciudad de Buenos Aires permanecieron cerradas. Los vecinos, los niños, los fanáticos de las plantas extrañaron su contacto, su flora y su calma. Hoy, bajo un estricto protocolo, reabrieron.
En el primer día, en el que el clima no acompañó demasiado, alrededor de 30 personas asistieron en el turno matutino. Debieron usar el barbijo en todo momento, les tomaron la temperatura corporal y fueron higienizados con alcohol en gel. Una vez adentro, las reglas fueron sencillas: siempre hay que estar en movimiento y mantener la distancia social, no está permitida la permanencia en un mismo lugar y por eso los bancos y lugares de reposo se encuentran deshabilitados.
"Queríamos volver. Los protocolos los habíamos entregado hacía mucho y ya todos extrañábamos el Jardín. Hasta las plantas ya sentían la falta de visitas. Si bien, el jardín nunca se dejó de cuidar y siempre tuvimos un grupo reducido de empleados trabajando con el mantenimiento de la flora, volver a tener público es algo muy lindo", dijo Graciela Barreiro, directora del Jardín Botánico.
El nuevo horario de visitas es de martes a domingos de 10 a 12.30 y de 14 a 16.30; los días de lluvia permanecerá cerrado. Solo podrán permanecer 100 personas en cada turno y la estadía máxima será de dos horas y media. Esta primera etapa, también incluye, solo los sábados y domingos, la posibilidad de realizar una visita guiada (a las 10 y a las 15), de un máximo de cuatro personas por vez. Por el momento, el ingreso al invernadero permanece cerrado.
"Dentro del Jardín se realizan muchas otras actividades, además de las que apuntan al público. Acá funciona un centro de investigación, el cual nunca dejó de trabajar. El número de investigadores se redujo, y continuaron viniendo por turnos. Pero era muy importante mantener su funcionamiento, porque además de preservar las especies, están realizando un trabajo para resembrar la flora autóctona de una zona del Delta", agregó Barreiro.
Normas de convivencia
En un día típico de semana cerca de 1000 personas visitan el Botánico; durante el fin de semana esa cifra se triplica. Por eso, su reapertura fue muy importante para la ciudad. Es un lugar muy querido y disfrutado por todos. Además de ser un lugar educativo donde más de 700 alumnos llegan cada año de excursión. Por todos lados se ven carteles con las normas de convivencia protocolares de la pandemia.
Dentro del plan de retorno, figuran futuras actividades para la familia y los niños. Apuntan a seguir brindando conocimiento acerca de la flora, algo que se perdió este último tiempo, y darles la posibilidad de explorar todo el Botánico.
"Éramos de venir siempre, y todo este tiempo tuvimos que ir cambiando de plaza para no perder el contacto con la naturaleza. Ella (apunta a su hija de tres años) ya reconocía el lugar y cada vez que pasábamos por la puerta me hacía gestos para entrar", dijo Carolina, una vecina del barrio de Palermo.
Eduardo Macchiavelli, secretario de Ambiente de la Ciudad, dijo: "Confiamos en la responsabilidad de los vecinos. Hasta ahora estamos muy conformes, han sido respetuosos de las normas. Vamos a consolidar esta primera etapa y a medida que vayamos avanzando iremos ofreciendo más servicios tanto en el Jardín Botánico como en las Reservas, siempre tomando todas las medidas de seguridad necesarias".
"Es la primera vez que lo traigo. Está sorprendido con tanto verde, tanta libertad, que no quiere moverse, no sabe qué hacer. Yo disfruto mucho de este lugar, y cuando me enteré de su reapertura no dudé y lo traje para que conozca", dijo Ezequiel, padre de Benicio de dos años.
"Lo extrañaba mucho, soy voluntaria hace muchos años de acá y perder el contacto con las plantas lo sentí. Me encanta venir, caminar, observar las diferentes especies. Espero ansiosa que se reabra el voluntariado para volver a colaborar", apuntó Nora, de 64 años.