Quieren crear un polo educativo donde funciona el Tiro Federal
En el predio de 16 hectáreas de Núñez, el gobierno porteño prevé instalar un parque científico y universitario, con inversión pública y privada; la centenaria institución se opone al traslado
El Poder Ejecutivo porteño avanza en una propuesta que amenaza con convertirse en una batalla jurídica y legal. Hace algunas semanas las máximas autoridades de la ciudad enviaron a la Legislatura un proyecto de ley para crear el Parque de la Innovación, una suerte de campus educativo y científico. La controversia en ciernes estriba en que se prevé construirlo en el predio donde hoy funciona el Tiro Federal Argentino, en Núñez, declarado Monumento Histórico Nacional en 2005.
La concreción del proyecto implicará la quita de 13 de las 16 hectáreas del predio en el que desde 1891 funciona el polígono de tiro y donde se realizan otras prácticas deportivas. En ese espacio se construirían edificios de dominio público y privado ligados a la innovación, como laboratorios, centros de investigación, universidades, institutos, residencias, espacios de trabajo colaborativo y salas de servicios comunes.
El Tiro Federal, según el proyecto, recibiría un permiso de uso gratuito y precario por 30 años para explotar una parcela de 3000 metros cuadrados, aquella donde se encuentra el edificio principal.
"Es un proyecto demencial que desconoce la historia y la cultura de la ciudad ligada al deporte y a una institución centenaria. Se está tratando de enmascarar un gran proyecto inmobiliario privado", se queja ante la nacion el presidente del Tiro Federal Argentino, Juan Carlos Salerni. "Además, el Tiro Federal es Monumento Histórico Nacional (MHN), declarado el 26 de diciembre de 2005", agrega.
Aquí surge la primera disidencia. Según fuentes del gobierno porteño el decreto 1680
PEN/2005 declaró MHN sólo el inmueble de la institución, el edificio de la sede, "en razón de ser expresión de la arquitectura racionalista", por lo que el proyecto del Parque de la Innovación "respetará la normativa".
La Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos de la Nación establece que cuando un bien es declarado MHN no se puede enajenar, vender o realizar sobre él una intervención sin su aprobación. "Por ejemplo, si hay que hacer un arreglo de una cañería, debe ser aprobada por la Comisión, un cuerpo colegiado integrado por arquitectos, museólogos, antropólogos, historiadores y paisajistas, arqueólogos", explicó Mónica Capano, vocal de la Comisión. Para esta licenciada en letras y antropóloga, el decreto de declaración de MHN "se aplica para una única parcela y corresponde a todo el predio, no sólo al edificio".
La polémica por la tierra
Tanto Salerni como Capano sostienen que las 16 hectáreas en juego pertenecen al Tiro Federal por una donación aprobada por el ex Concejo Deliberante porteño el 29 de diciembre de 1924 (ordenanza promulgada el 8 de enero de 1925) como "usufructo a perpetuidad".
Para sostenerlo citan parte de la escritura del acuerdo entre el municipio y el Tiro Federal, del 7 de agosto de 1926: "La municipalidad se reserva retirar el permiso por razones de seguridad pública o ejecución de obras de interés municipal o nacional. En ese caso, la municipalidad se comprometerá a entregar un polígono equivalente".
Para el jefe porteño electo, hoy jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, no hay tal polémica. "Los terrenos son propiedad de la ciudad de Buenos Aires. En el proyecto vamos a respetar lo que está protegido como Monumento Histórico, o sea, el edificio", sostiene. "Este proyecto es parte de los objetivos de promover la innovación como motor del desarrollo y de creación de puestos de trabajo en la ciudad", agrega.
Antes de ser sometido a aprobación, el proyecto –que lleva las firmas de Rodríguez Larreta y de Mauricio Macri– debe ser debatido en tres comisiones de la Legislatura. Luego tendrá que ser aprobado en doble lectura con un total de 40 votos en cada sesión. En el medio, una audiencia pública.
Para el gobierno representa una posibilidad de integrar a los 45.000 alumnos y 2400 investigadores y docentes que asisten a la Ciudad Universitaria de la UBA con estudiantes y académicos de otras instituciones privadas de la zona. Por eso propone crear el Parque de la Innovación Sociedad de Estado (PISE) con un directorio acompañado por un consejo consultivo integrado por referentes de la educación y los emprendimientos.
Los socios del Tiro Federal, en cambio, lo ven como una bala directa al corazón. "El año pasado me jubilé y ahora mi vida está acá, en nuestro club", dice resignado el cirujano Rodolfo Zapiola. A su lado, mientras prueba puntería con un rifle de aire comprimido, lo escucha atento Osvaldo Vergara, que dice: "Esto es parte del patrimonio de la Nación, es un pedazo de historia de la Argentina. Es como querer sacar al Cabildo de su lugar, no tiene razón de ser".
El proyecto acaba de empezar a recorrer un derrotero que promete polémica por las posiciones opuestas y problemas logísticos por resolver. Por caso, el gobierno porteño aún no decidió en qué lugar se relocalizará al club en caso de que prospere la creación del Parque de la Innovación. En el Tiro Federal la convicción es una sola. "Nos vamos a ir de acá si la Corte Suprema lo ordena. Antes, nunca", avisa su presidente.