Supermanzanas: qué son y cómo funcionan las zonas peatonales que se instalarán en la Ciudad
Durante meses las ciudades y sus habitantes debieron aprender a convivir en un nuevo contexto obligado por las condiciones que impuso la pandemia de coronavirus. Uno de los principales aprendizajes fue que las actividades al aire libre reducían notablemente el riesgo de contagio de Covid-19 y, por tal razón, la ciudad de Buenos Aires priorizó todas sus políticas, además de las sanitarias, a promover las acciones en lugares abiertos. Ese concepto, ya instalado entre los porteños como un hábito, tendrá su validación legal mañana cuando se trate, y casi con seguridad se apruebe, la creación de las supermanzanas, una idea que agrupa los diferentes usos y funcionalidades que pueden tener determinadas zonas de los barrios.
Cuando comenzó a flexibilizarse la cuarentena la ciudad se volcó a los espacios abiertos con la promoción de los deportes individuales en plazas y parques, la creación de áreas peatonales en superficie ganada a calles y avenidas, y la oferta gastronómica, con mesas y sillas, dispuestas en las veredas y las calles. Las supermanzanas vendrán a reforzar esta nueva dinámica urbana y le dará al Ejecutivo la posibilidad de instalarlas en zonas con potencialidad según la sugerencia de las comunas o, también con convocatorias de participación ciudadana para determinar si los vecinos están de acuerdo o no.
Pero, ¿cómo se definen a las supermanzanas? De acuerdo al proyecto del bloque Vamos Juntos, que será debatido mañana en la última sesión del año de la Legislatura, se trata de "un conjunto delimitado de manzanas y calles internas cuyas características ambientales y urbano paisajísticas son homogéneas, delimitadas por calles externas o vías de circulación principal que admitirán medios de transporte". Es decir, una zona puede tener un funcionamiento normal durante el día y en determinado horario, entre las 18 y las 24, por ejemplo, convertirse en áreas peatonales, culturales, deportivas o recreativas al aire libre.
La idea, según explicaron a LA NACION fuentes legislativas, surge de un proyecto del exlegislador y actual diputado Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) en base al modelo que funciona desde 2016 en Barcelona, España, donde se intentó aplicar sin éxito en 1987, y luego en 2010 mediante una consulta vecinal. Pueden instalarse en determinada cantidad de manzanas o en una traza lineal, como la avenida Corrientes en el trayecto que funciona como peatonal nocturna. Estarán exceptuadas de ser incluidas aquellas arterias que integren la red de tránsito pesado, vías de circulación de transporte público de pasajeros y otras que determine la autoridad competente en la materia.
Los principios fundamentales que enumera la propuesta a debatir son generar espacio público de cercanía, contribuir a una ciudad más verde, promover un estilo de vida más saludable, reducir el uso de vehículos privados, incrementar la circulación en bicicletas y promover la economía local. Algunos de estos usos ya fueron puestos en práctica en las zonas generadas durante la pandemia. Estos espacios tendrán como objetivo promover y permitir el desarrollo e interacción social, cultural y recreativa de los vecinos con el espacio público de una forma segura y planificada.
"Durante la pandemia se vislumbró que en determinados barrios había diferentes necesidades de acuerdo a sus actividades. Con este tipo de organización urbana las ciudades del mundo lograron mejorar la movilidad, la seguridad vial y aumentar sus espacios verdes y su dinámica comercial. Eso mismo se buscará en Buenos Aires", explicó el vicepresidente primero de la Legislatura porteña, Agustín Forchieri, de Vamos Juntos.
"Hablamos de una innovación tan importante como lo fueron los metrobuses. Con esta ley el Gobierno podrá adaptar una solución a cada barrio teniendo en cuenta sus características y las necesidades de sus vecinos", agregó.
El oficialismo busca sancionar una ley marco, como ocurrió para la instalación de los carriles exclusivos. Es decir, los proyectos se pueden llevar adelante, pero al haber una ley que brinda contexto legal se abre la posibilidad de estudiar, planificar y decidir cuáles son las zonas que necesitan de las supermanzanas.
Si la ley es aprobada, el Ejecutivo tendrá la decisión de instalar estas zonas especiales, donde también se busca mayor uso peatonal y de bicicletas, con un proceso de participación en las comunas u otros mecanismos que ya existen, como la convocatoria a través de las redes sociales, BA147 o Boti y el chat de línea directa con el vecino, por citar algunos ejemplos.
"Las supermanzanas representan un nuevo paso hacia la ciudad que queremos. Son una herramienta más para devolverle a las personas el espacio público que durante décadas se le cedió al auto particular", aportó Alvaro García Resta, secretario de Desarrollo Urbano de la ciudad.
En la sesión de mañana también se debatirá el presupuesto 2021 que tendrá un importante recorte en áreas de mantenimiento y servicios, como el de la recolección de basura, por lo que la mayor parte de la sesión se consumirá en esa discusión. En el presupuesto, tal como había sido adelantado por este medio, no habrá grandes obras ya que el próximo año estará marcado por proyectos más austeros. El de las supermanzanas se encuadra dentro de los proyectos de ese estilo ya que no necesitan inversión. Se trata de detectar las zonas, establecer horarios de usos diferentes y cercar con vallas y agentes de tránsito dentro de ese período.