Proponen instalar comercios, un museo y un hotel en el autódromo
Macri pidió aval de la Legislatura para ceder el predio a manos privadas por 30 años; se invertirían US$ 50 millones en recuperar el trazado del circuito y sumar nuevas atracciones
Showrooms de las terminales automotrices, un museo del automóvil, una escuela de pilotos y un hotel temático para los fanáticos del automovilismo, junto con un revalorizado circuito para competiciones. Toda esa oferta convivirá en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez, en Villa Lugano, si prospera un proyecto de ley enviado por el gobierno de la ciudad, que prevé la rezonificación del predio y la conformación de un fideicomiso con inversores privados para explotarlo durante 30 años.
La recuperación integral del olvidado polígono de 160 hectáreas se viene analizando desde fines de 2013 y cobró fuerza el año pasado, tal como informó LA NACION en octubre último, luego de que el deterioro de las instalaciones obligaran a la clausura del complejo.
La intención oficial es el reposicionamiento del autódromo, que este año sólo alojará categorías zonales, para convertirlo nuevamente en la catedral del automovilismo y del motociclismo, con el objetivo de máxima de que vuelva a ser sede de competencias de la Fórmula 1. El Turismo Carretera y el Súper TC2000, que eran usuarios frecuentes de la pista, la abandonaron por las malas condiciones existentes.
La jerarquización del lugar, sostienen voceros del gobierno porteño, traerá aparejado el desarrollo comercial y cultural del barrio. Así, constituye otra herramienta para el impulso de la postergada zona sur de la Capital, en paralelo con otro equipamiento en ejecución, como la Villa Olímpica, la terminal de ómnibus de larga distancia y el polo logístico de cargas.
Para lograrlo, Mauricio Macri y su sucesor, Horacio Rodríguez Larreta, acompañados por la firma de cuatro ministros, remitieron en las últimas horas a la Legislatura una iniciativa de ley que crea un fideicomiso cuyo propósito será la concreción del plan integral de mejoras, mediante un desembolso estimado en 50 millones de dólares.
A cambio, los inversores obtendrán los derechos de uso y explotación del inmueble por 30 años. Una vez vencido ese plazo, todos los derechos retornarán al dominio del Estado porteño.
Hoy, el Gálvez ya está concesionado en manos del Autódromo Ciudad de Buenos Aires SA (ACBA SA), que se prevé continuará gestionando el complejo hasta la aparición del fideicomiso.
El borrador enviado a la Legislatura propone la rezonificación del predio, limitado por las avenidas Roca, Escalada, 27 de Febrero y General Paz, y un lote en manos del Sindicato Único de Trabajadores del Estado (Sutecba). La modificación permitirá desarrollar en su interior no sólo actividades deportivas, sino también comerciales, servicios turísticos y equipamiento destinado a cultura y esparcimiento.
Más exactamente, explicaron voceros del Ministerio de Desarrollo Económico a LA NACION, se plantea un frente de tejido urbano sobre la avenida Roca que mezclará diversas opciones, "siempre relacionadas con el automovilismo".
Por ejemplo, habrá locales de terminales automotrices, escuela de pilotos, un hotel temático y un museo de autos antiguos. Si bien circuló una versión sobre el futuro establecimiento de un shopping, desde el ministerio lo negaron e hicieron hincapié en que todas las actividades comerciales tendrán relación con el deporte.
Se sumarán también espacios verdes y calles interiores con prioridad para los peatones.
En la elaboración del proyecto, confiaron las fuentes, se consultó a todas las asociaciones y entidades del sector, para asegurar la preservación de la tradición cultural del Gálvez. Y adelantaron que tendrán participación en el desarrollo el Automóvil Club Argentino, la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC), la Asociación de Volantes y la Federación Argentina de Motos (FAM).
Entre las empresas privadas que se involucrarían en el fideicomiso e invertirán en la ejecución de las instalaciones, figuran las principales terminales automotrices y referentes de rubros conexos, como fabricantes de neumáticos.
El desembolso correrá por cuenta de los privados, mientras que la Ciudad los favorecerá con beneficios impositivos: los aportes monetarios serán tomados a cuenta del impuesto sobre los Ingresos Brutos y tendrán, además, descuentos en el impuesto al sello y las tasas de obra, según surge del proyecto de ley.
Éste, revelaron fuentes parlamentarias, todavía no fue girado a ninguna comisión legislativa, pero, en principio, deberá pasar por varias: Desarrollo Económico, Planeamiento Urbano, Deportes y Presupuesto.
El macrismo deberá captar 40 votos a favor (hoy controla a 29 diputados), en dos ocasiones, ya que la iniciativa necesita el procedimiento de doble lectura con una audiencia pública entre ambas instancias.
El trámite, probablemente, no resulte sencillo y demande correcciones al proyecto por pedido de la oposición. El año electoral podría demorar el comienzo de la discusión del ambicioso plan.