Postal nocturna: sin tránsito y de madrugada, así se trabaja para reemplazar el asfalto de la General Paz
Las obras de mantenimiento comenzaron hace algunas semanas y se extenderán hasta mediados de febrero
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A un costado del anillo central, en las calles colectoras que rodean la General Paz, las maquinarias pesadas descansan cuando el sol empieza a pegar durante la mañana. Allí permanecen hasta que el tránsito comienza a disminuir, a medida que el día se va apagando, y se reduce a su más mínima expresión al llegar la noche. A partir de ese momento, vuelven a la acción durante toda la madrugada para completar los trabajos de repavimentación y bacheo de una de las trazas más importantes de la ciudad de Buenos Aires, por donde circulan cientos de miles de vehículos a diario.
Como suele ocurrir en esta época, con la merma de tránsito por las vacaciones de verano, enero es el mes elegido para iniciar proyectos viales. En este caso, los trabajos se concentran entre el Acceso Norte y la avenida Lugones, un tramo de tres kilómetros que suelen transitar hasta 200.000 rodados por día en ambos sentidos, entre las 21 y las 5, de lunes a jueves. En enero se estima que la reducción de la circulación es de un 15% y durante la noche, otro 15%. También hay obras en el ramal Pilar del Acceso Norte y para marzo se anuncia la repavimentación del ramal Campana de la misma traza.
Desde su inauguración, en 1941, la General Paz fue ampliándose a medida que crecía la demanda de los vehículos que la transitaban entre la ciudad y el conurbano bonaerense. Las últimas grandes modificaciones fueron la inclusión de más carriles en parte de los 24 kilómetros de extensión de toda la traza y el recambio de los viejos puentes de hormigón, que fueron demolidos y reemplazados por estructuras metálicas. Los nuevos puentes se colocaron sobre las avenidas Víctor Hugo, Lope de Vega, 25 de Mayo y Beiró, y sustituyeron los que tenían casi 80 años de antigüedad; los primeros se habían colocado cuando comenzó la obra de la General Paz, en 1938.
Según la información de Autopistas del Sol, empresa concesionaria del Acceso Norte y la General Paz, la obra demandará una inversión cercana a los 200 millones de pesos y se extenderá hasta mediados de febrero, un plazo condicionado por la situación climática, ya que los trabajos no se pueden realizar con lluvia. Al menos 100 operarios forman parte de los equipos.
Mientras las máquinas están en movimiento, durante la noche y madrugada, el tránsito desde el Acceso Norte hacia Río de la Plata es desviado por las patrullas de seguridad vial de la concesionaria hacia los carriles para tránsito pesado, de acuerdo con el avance del frente de trabajo. Esta situación puede ser observada por los automovilistas nocturnos de la General Paz.
“De noche hay menos tránsito, es evidente, y no se pierde tanto tiempo en los desvíos. Es un poco molesto, pero fluye rápido. Creo que estos cambios son necesarios porque se nota la mejora en el andar del auto entre el asfalto viejo y el nuevo”, cuenta Mariano López, usuario frecuente de la traza. “Por mi trabajo, voy y vengo durante todo el día y la noche. La General Paz es un enigma: nunca sabes cuándo será fluida o un caos. Si hubiese diez carriles más, pasaría lo mismo”, sostiene.
El tránsito de la calzada central en el tramo intervenido cuenta con cinco carriles en sentido al Río de la Plata y cuatro en sentido al Riachuelo. En este tramo, de tres kilómetros de extensión, circulan 200.000 vehículos a diario y en ambas direcciones. En toda la General Paz lo llegan a hacer hasta 350.000 rodados por jornada.
Detalles técnicos
Desde Ausol explicaron que los trabajos que se están realizando implican “el fresado y levantamiento de la capa asfáltica superficial existente y el reemplazo, en todos los casos, por mezcla asfáltica de alto desempeño del tipo MAC F-10, elaborada con asfaltos modificados como superficie de rodamiento”. Este material, según detallaron los técnicos responsables, es de alta tecnología, facilita el drenaje del agua de lluvia y disminuye el ruido por fricción.
El mantenimiento de la traza es, para los usuarios, una parte importante de la ecuación para reducir la cantidad de accidentes y, sobre todo, de víctimas fatales. “El auto siente menos el desgaste y el manejo es más confortable. El error humano siempre está en juego, pero cuando las condiciones externas son buenas, el riesgo disminuye”, considera Javier Argal, que transita frecuentemente por la avenida.
Según las estadísticas de siniestralidad vial de 2019, la General Paz registraba las tasas más elevadas de fallecimientos en accidentes de tránsito por kilómetro y uno de cada diez decesos totales se producía sobre su traza. La información difundida este año (correspondiente a 2020) concluyó que, si bien la General Paz sigue siendo la vía con más cantidad de víctimas por kilómetro, redujo un 54% sus fallecidos desde 2015.
El anillo circular se proyectó en 1887 cuando se estableció el límite entre la ciudad y la provincia de Buenos Aires, aunque su construcción recién comenzó 8 de junio de 1937. Para la inauguración, el 5 de junio de 1941, se instalaron puentes para las líneas ferroviarias, los cruces de menor tráfico y rotondas de diferentes extensiones. En los primeros años, el sentido de circulación tenía las manos invertidas; al promediar la década del 40 se modificó tal cual está en la actualidad.