Por un conflicto gremial, más de 150.000 pasajeros no pudieron viajar en subte
La línea C estuvo paralizada todo el día; en la D, hubo demoras por reclamos
Dos conflictos gremiales que se desataron ayer por diferentes motivos en las líneas C y D del subterráneo porteño complicaron la movilidad de por lo menos 150.000 pasajeros. En la línea C, el servicio estuvo paralizado durante toda la jornada, mientras que en la otra hubo demoras entre las 7 y las 14.
El mayor inconveniente lo tuvieron aquellas personas que utilizan la línea que une Constitución con Retiro. La medida de fuerza de los metrodelegados se desencadenó por tres razones, incluidas acusaciones de agresión que cruzaron los delegados sindicales con la empresa Metrovías.
Según informó la empresa concesionaria, los trabajadores de la línea D [de Congreso de Tucumán a Catedral] no aceptan un concurso interno para elegir conductores debido a que fueron rechazados tres postulantes propuestos por ellos mismos. En este caso, se produjeron demoras ayer y el jueves, pero el servicio se normalizó a las 14.
En Constitución, en tanto, a las 6.20 de ayer, los trabajadores de la línea C resolvieron realizar una apertura de molinetes. Los empleados se manifestaban en desacuerdo por sanciones y apercibimientos que, según ellos, aplicó Metrovías. La empresa informó que, cuando el personal de seguridad acudió al lugar, uno de los guardias fue agredido por un delegado que tiene un pedido de desafuero gremial por la cantidad de sanciones que pesan en su legajo. Allí se produjo la interrupción inmediata del servicio.
"Uno tiene programado un día y resulta que un cambio así, de la nada, te complica todo", se quejó Margarita Martínez, mientras con su hija y su nieto buscaban algún colectivo que los acercase a la calle Bulnes.
La versión es diferente del lado de los trabajadores. "La gota que rebasó el vaso fue la agresión que sufrió el compañero Néstor Piriz de parte de un miembro de seguridad interna de Metrovías", dijo a la nacion Néstor Segovia, secretario adjunto de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP). Sin embargo, Metrovías aclaró que no hay constancia de que el trabajador haya sido agredido y, por el contrario, existe una denuncia sobre Piriz por golpear a un guardia de seguridad.
El tercer punto de conflicto en la línea C surgió a raíz de la empresa tercerizada Quimplag, que tiene a su cargo la fumigación de las estaciones. La firma despidió a cinco de sus empleados y los metrodelegados piden que sean reincorporados a sus funciones. "Es una tarea que no está encuadrada en el Convenio Colectivo de Trabajo, y Metrovías no tiene nada que hacer al respecto", aseguraron desde la empresa.
Durante varias horas, los delegados de la línea C y el resto de los metrodelegados se reunieron con representantes de Quimplag para encontrar una solución. Finalmente, acordaron buscar soluciones alternativas que serán evaluadas en los próximos días, por lo que el servicio se restablecerá a partir de hoy.