Por la banquina: en la General Paz, el 10% de los conductores la usa en horas pico
Buscan evadir los habituales congestionamientos; según un estudio privado, las mujeres suman menos del 15% de las infracciones; cerca del 85% de los colectiveros recurre a ese carril no habilitado
Para llegar a su trabajo, Romina Cantiano, de 38 años, debe manejar unos 50 kilómetros desde la localidad de Canning, al sudoeste del conurbano bonaerense, hasta Thames y Panamericana, en la zona norte. Y aunque sale de su casa con tiempo, nunca sabe cuánto durará el viaje: habituales congestionamientos vuelven intransitables varios segmentos de su recorrido, como el de la avenida General Paz. "Sé que no es lo correcto, pero cuando veo que voy a llegar tarde y la paciencia se me agota, ¡banquina!", admitió.
Miles de autos abarrotan a diario la General Paz en horas pico: por la mañana, en sentido al Río de la Plata; por la tarde, al Riachuelo. Los vehículos avanzan, en promedio, a unos 20 kilómetros por hora. Pero no todos. Algunos logran hasta triplicar esa velocidad. Son los que circulan por la banquina, y son muchos.
De cada 100 conductores que transitan por esa arteria en esos horarios, once lo hacen por las banquinas, según un informe elaborado por el Observatorio Vial Latinoamericano (Ovilam) sobre datos recolectados en dos puntos de la traza durante la última semana de septiembre. Especialistas consultados por LA NACION coincidieron en que el fenómeno obedece a causas culturales, demográficas, económicas y de infraestructura (de lo que se informa por separado).
Por la mañana, de 7.30 a 8.30, en promedio circularon 9100 vehículos a la altura de Tecnópolis, sentido Río de la Plata. Los autos particulares encabezaron el ranking de quienes avanzaban por la banquina: 63,9% del total. Los seguían las motos, con el 22,9%. El restante 13,2% se repartió entre camionetas, utilitarios pequeños y grandes, transportes privados de personas, camiones, taxis, ambulancias, vehículos oficiales o de seguridad y colectivos.
Las mujeres, según el informe, sólo representaron el 13,8% del total de infractores matutinos.
"Yo uso más las banquinas que los carriles", aceptó sin pudor Armando, de 38 años, empleado de la construcción, que todos los días cubre el trayecto entre La Matanza y Núñez en una moto Honda negra. "Si no, no hay forma de moverse: no tengo opción", se justificó.
"El uso inapropiado de las banquinas genera siniestros todos los días, principalmente protagonizados por motociclistas que circulan en forma indebida y son embestidos por otros vehículos que quieren salir de la traza de la General Paz, o por aquellos que también quieren ingresar en forma inadecuada a la banquina", explicó el ingeniero Fabián Pons, presidente del Ovilam.
Según constató LA NACION, por esa senda circulan en fila por igual autos de alta gama, destartalados modelos de la década del 80, motos de alta cilindrada y modestos ciclomotores sin patente. Al volante va gente de todas las edades.
Según establecen distintas legislaciones, la banquina es una "zona de emergencia", que no debe ser usada como carril de circulación o adelantamiento. Además, allí está prohibida la detención de los vehículos, salvo en casos de emergencia. Aun así, cotidianamente se observa cómo las banquinas son empleadas para la carga y la descarga de pasajeros.
De 17.30 a 18.30, a la altura de la avenida San Martín -sentido Riachuelo-, el Ovilam registró casi 9400 vehículos. También los autos particulares encabezaron el ranking de los infractores: 61,8% del total. Las motos aparecieron segundas (21,5%) y el restante 16,7% se dividió entre otros tipos de vehículos.
Algunos datos llaman la atención. El Ovilam registró incluso circulando por este lugar vehículos de la Gendarmería, motocicletas de la Policía Federal, vehículos oficiales y ambulancias. "Todos ellos desplazándose sin estar en emergencia", aclaró el ingeniero Pons.
Otro dato relevante de este horario: más del 85% de los colectivos en circulación utilizaron la banquina. Las mujeres representaron el 10,7% de los infractores vespertinos.
"Todos sabemos que está mal, pero lo hacemos: es un rasgo del argentino", reflexionó Diego Spirito, de 43 años, empleado en una empresa. Admitió que transita por las banquinas a partir de las 18, "cuando el tránsito está colapsado". Contó que por esa senda circula a unos 50 km/h. "Pero a veces hay autos que me hacen luces desde atrás para que me corra o vaya más rápido", se indignó.
Disputas como la narrada por Spirito quedaron registradas con insistencia en el informe del Ovilam, que además distingue a los "conductores justicieros": aquellos que se sienten avasallados por los infractores y les dificultan el avance por las banquinas. El resultado: insultos y roces entre vehículos.
Con una extensión de 24,3 kilómetros, la traza de la General Paz se prolonga desde la avenida Lugones, por el Norte, hasta el Puente de la Noria, por el Sur. El tendido, incluidas las colectoras de ambos lados, está comprendido dentro de los límites geográficos de la Capital. Sin embargo, la arteria es jurisdicción del Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi), dependiente de la Dirección Nacional de Vialidad. Autopistas del Sol (Ausol) es la concesionaria a cargo.
Cuando LA NACION solicitó al Ministerio de Transporte de la Nación información sobre políticas públicas conducentes a resolver las congestiones, desde allí indicaron que la jurisdicción correspondía a la Ciudad. Sin embargo, en la Ciudad señalaron que es competente la Nación.
Expertos y usuarios opinan
Roberto Converti
Arquitecto
"La General Paz es una vía que funciona como un receptor de tráfico. Allí va a desembocar el caudal de muchas de las grandes avenidas porteñas, como Cabildo, Libertador, Balbín o Rivadavia"
Fabián Pons
Presidente del Ovilam
"El uso inapropiado de las banquinas genera siniestros cada día, principalmente protagonizados por motociclistas que circulan en forma indebida y son embestidos por otros vehículos "
Carlos F. De Angelis
Sociólogo
"En los últimos 20 años, muchísima gente se fue a vivir a la zona norte del conurbano bonaerense. Esas personas suelen tener como mínimo dos autos, ya que hay pocos medios de transporte alternativos"
Romina Cantiano
Automovilista
"Sé que no es lo correcto, pero cuando veo que voy a llegar tarde al trabajo y la paciencia se me agota: ¡banquina! Hay grandes congestiones todos los días, y calcular el tiempo con precisión se vuelve imposible"