Planificación seria y mucha obra pública, base de la solución
En el mundo contemporáneo, caracterizado por la aparición de cientos de megaciudades en todos los continentes, dos condiciones resultan indispensables para garantizar calidad de vida de la población: planificación urbana seria y obra pública abundante. Si no se cumplen estos requisitos primarios, la vida cotidiana de la gente empeorará inevitablemente.
Para la ciudad de Buenos Aires , la proximidad con el Río de la Plata trae aparejadas muchas ventajas, pero también algunos inconvenientes, como la probabilidad de crecidas e inundaciones y las dificultades para eliminar los excesos de agua en los casos de lluvias copiosas.
Esto es especialmente así por cuanto en la ciudad se ha construido durante siglos en las tierras bajas de las costas del Río de la Plata y de los arroyos que la surcan. Por eso, si ahora se prevé que aumentarán las precipitaciones, deben proponerse soluciones desde los planes y desde las obras.
Planificar mejor la ciudad significa incorporar los nuevas posibilidades técnicas y mayores conocimientos ambientales; impulsar cubiertas verdes, parquizadas, que absorben parte de las precipitaciones y demoran el escurrimiento del agua hacia los sumideros –precisamente ayer se aprobó una ley que las propicia–; retención de agua de lluvia en tanques, para utilizarla posteriormente en servicios y limpieza de cada edificio, e incremento de los espacios verdes con suelo absorbente que, simultáneamente, mejora el paisaje urbano y la vida de los vecinos.
Éstas son todas medidas cuyos resultados se van a ir consolidando a mediano plazo, pero que resulta indispensable llevar a cabo desde ahora, como por ejemplo con las playas ferroviarias, cuya urbanización ya se está encarando, que nos abren la posibilidad de aumentar significativamente los espacios verdes de la ciudad.
Pero mientras se planifica el futuro también se debe construir el presente, y esto significa continuar activamente con las obras del canal aliviador del Maldonado, completar canalizaciones y bombeos de los arroyos debajo de Belgrano y Núñez, renovar el radio antiguo y poner en condiciones los desagües sobre ambas márgenes del Riachuelo. También, realizar los trabajos de mantenimiento y limpieza de conductos y bocas de tormenta.
Buenos Aires es una ciudad maravillosa, llena de problemas, pero con soluciones posibles para ellos. Imaginar y poner en marcha esas soluciones es el desafío que técnicos y funcionarios debemos encarar permanentemente. Ninguna solución es para siempre.
lanacionar