Pioneros: llegan las primeras familias a los departamentos de la Villa Olímpica
Un grupo de propietarios se mudaron a cinco de las 1047 unidades que alojaron a los atletas de los Juegos de la Juventud, en Villa Soldati; todavía no hay TV por cable ni internet, y faltan comercios
Titán gruñe. Mira con cara de pocos amigos cuando un desconocido traspasa la puerta de su casa, hasta que llega la primera caricia y empieza a mover la cola. Titán se mudó el sábado pasado a la Villa Olímpica de Villa Soldati . Su cucha ya tiene lugar asignado en el flamante tres ambientes de la familia Griffo-Cafferata, pero todavía se está adaptando al nuevo barrio. Ellos son unos de los primeros propietarios que ya habitan en el complejo de 3,5 hectáreas, 29 edificios y 1047 viviendas que fue construido para los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018, que albergó a unos 7000 atletas y entrenadores durante los doce días que duró la competencia.
Ahora, hace apenas una semana –cuando la fecha prevista era marzo pasado– comenzaron a entregarse los primeros departamentos a sus dueños definitivos. En total, según datos del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), ya se firmaron doce escrituras y hay cinco familias que ocuparon sus unidades. "Estamos felices. Por el momento, somos pocos, pero ojalá pronto el complejo se llene de gente, de chicos, que el barrio comience a tener vida –dice Fiorella Griffo, de 27 años, mientras se balancea con su hijo en brazos en la cocina de su nueva casa–. En la planta baja del complejo también hay 40 locales que todavía están vacíos. Va a estar buenísimo cuando se ocupen, porque por acá no hay muchos comercios ni locales de servicios. Quisimos pedir la instalación de televisión por cable e internet y ninguna empresa llega a la zona. Tampoco pasan colectivos por Escalada. Es como un páramo todavía, pero la alegría de tener nuestra casa no se compara con nada".
La Villa Olímpica está situada entre las avenidas Fernández de la Cruz, Escalada y Coronel Roca y la autopista Presidente Cámpora, en la postergada comuna 8. Antes de que terminaran los juegos, todos los departamentos fueron preadjudicados a través de una línea de créditos del Banco Ciudad, que financiaba hasta el 80% del valor de la propiedad. Además, los vecinos tenían que disponer de un ahorro previo equivalente al 6% del valor del departamento, pagados en nueve cuotas, y el 14% restante fue subsidiado por el gobierno porteño.
Como una apuesta al desarrollo urbano en el sur de la ciudad, el proyecto se presentó como una de las oportunidades más accesibles del mercado inmobiliario; el primer día de consultas, la web del IVC colapsó por la cantidad de visitas. Hubo al menos 10.000 inscriptos. "Nos anotamos el último día, de casualidad. Nosotros habíamos querido aplicar a los planes Procrear, pero no calificábamos, no llegábamos con los ingresos. Fue un camino largo, porque en el medio se dispararon los créditos UVA y la cuota subía cada vez más –recuerda Matías Cafferata, pareja de Fiorella y papá de Bautista, de 8 meses–. Después de algunas reuniones con el IVC se lograron algunos acuerdos para aliviar la situación, como que se fijara el precio de las viviendas con el valor de la UVA a octubre pasado, que estaba en $28, hasta el momento de la escrituración".
También, como informó el IVC, se bajaron los costos de escritura, que la Escribanía General de la Ciudad disminuyó del 5 al 2%, según el valor del inmueble y el monto de la hipoteca. Además, se firmó un acuerdo con el Banco Ciudad y la Defensoría del Pueblo para garantizar la sostenibilidad del crédito y la cuota: se logró ingresar al seguro vigente para todos los créditos Procrear y, ante la disparada de la inflación, la cuota UVA no puede superar el 10% de aumento en relación con el cobro por ajuste del coeficiente de variación salarial (CVS) y es el Estado el que absorbe ese gasto.
Modernos y luminosos
En el complejo hay unidades de uno, dos y tres ambientes. La de Fiorella y Matías tiene dos dormitorios, y dos baños completos. La distribución es en dúplex, con los dormitorios en la planta baja. El diseño es moderno; de ventanales grandes, todos los ambientes tienen mucha luz y vista a los parques interiores. Sin importar el tamaño de los departamentos, todos tienen balcón o terraza. En cada uno de los edificios hay un salón de usos múltiples para los vecinos.
Desde el balcón de la familia Griffo-Cafferata se ve una plaza, un pulmón verde que separa a los edificios enfrentados y una construcción baja, hacia uno de los costados, que podría convertirse en un jardín de infantes, según se comenta entre los nuevos vecinos. "Nos tomamos en el trabajo una semana de vacaciones para mudarnos tranquilos y hacer las cosas que hicieran falta. Sabíamos que al ser los primeros, íbamos a ser un poco como los conejillos de Indias. De hecho, ya hicimos algunos reclamos. Las instalaciones para los aires acondicionados no fueron bien pensadas, nos dijeron que se entregaban limpios y no fue así, y quisimos pedir la instalación del servicio de televisión por cable e internet y ninguna empresa llega. Tampoco figuramos en el Google Map", dice Fiorella.
Desde el balcón de su departamento, un poco más lejos, también se distingue uno de los pabellones del Parque Olímpico, donde se disputaron los juegos y donde, aún con fecha incierta, se pretende mudar el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard); una idea que cosechó críticas desde todos los ámbitos relacionados con el deporte.
Según los pronósticos del IVC, antes de fin de año deberían estar firmadas todas las escrituras y avanzadas las mudanzas. En cuanto a los locales, el plan es ponerlos en venta en una subasta pública a través del Banco Ciudad; originalmente, se iba a hacer en dos etapas cuyos plazos ya vencieron. Los tiempos se modificaron y las condiciones, también: ahora, se subastarán los 40 locales en conjunto en agosto próximo, lo que favorece a los actores más grandes del sector inmobiliario y no a los pequeños inversores.