Pepa, la mona carayá que conmocionó a Palermo, fue trasladada al zoológico
Se trata de un ejemplar adulto y hacía un día entero que intentaban capturarla; no saben si se escapó de su cautiverio o si la soltaron; ahora espera un nuevo destino
Nadie sabe de dónde vino, pero ayer se convirtió en el personaje del día. Pepa, la mona carayá que se paseaba por los bosques de Palermo, fue capturada ayer y llevada al zoo porteño.
Desde el miércoles, los bosques de Palermo tenían un visitante especial. Ayer se supo que no era un invitado, sino una invitada. Después de algunas horas de intentar, en vano, convencerla de que bajara del árbol por su voluntad, especialistas del Zoológico de Buenos Aires, de la Dirección de Fauna de la Nación, bomberos y empleados del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño la anestesiaron para llevarla al zoo.
El operativo en la plaza Benjamín Gould, que alberga al Planetario, causó gran revuelo, y la mona estuvo en las pantallas de televisión durante gran parte de la mañana de ayer.
Había sido descubierta por un vecino que paseaba por el parque. Bastó que la filmara con su celular para que las imágenes de la mona suelta en Palermo tuvieran su minuto de fama.
Las aventuras para atraparla habían comenzado un día antes. Asustada, la mona pasaba de árbol en árbol. Los expertos intentaron que se posara en una rama más baja para atraparla con una red. Pero cada vez que se le acercaban, subía más y más alto. Aunque no era lo ideal, los dardos pusieron fin a su rebeldía.
Los chicos en el parque le gritaban "Pepe" para que bajara, pero apenas la vieron, los veterinarios descubrieron que era "Pepa" en lugar de Pepe. "Es una hembra adulta, que debe de tener por lo menos seis años. Pesa cinco kilos y mide unos 40 centímetros", explicó a LA NACION el director de Bienestar Animal del Zoo, Miguel Rivolta. "Está recontra humanizada, no le tiene miedo a la gente y le hacemos caricias", contó.
Los especialistas estiman que no llegó por sus propios medios a Palermo, sino que se escapó de alguna casa donde vivía en cautiverio o fue liberada por su dueño. La venta de los monos carayá, que habitan en el norte y nordeste de nuestro país, está prohibida por ley. Adoptarlos como mascotas es, además de ilegal, peligroso.
"El tráfico de animales silvestres es un problema crónico de la Argentina que amenaza a muchas especies de aves, reptiles y mamíferos. Por eso, el Zoológico trabaja contra este comercio ilegal e interviene en este tipo de casos para aliviar rescatar víctimas como esta mona carayá que nunca debió ser secuestrada del monte", afirmó el director general del zoo, Claudio Bertonatti.
Después de un chequeo general, exámenes clínicos y de sangre, radiografías y vacunas, Pepa quedó en cuarentena. Según Rivolta, le instalaron un microchip debajo de la piel para que tenga su propia identificación, algo así como un documento.
Después de algunos días, la Dirección de Fauna de la Nación determinará si la mona está en condiciones de integrarse a algún grupo en otro lugar. "La idea es que no se quede en el zoológico –aseguró Rivolta–. Si depende mucho de los humanos y no sabe desenvolverse dentro de un grupo de monos se le va a dificultar volver a la naturaleza. Pero el rol del zoo no es quedarse con los animales que aparecen, la idea es que vuelva a algún lugar donde pueda rehabilitarse." Una reserva de monos en semilibertad podría ser un destino para Pepa.
Twitter, como la mona
La noticia del operativo para capturar a Pepa revolucionó las redes sociales desde ayer bien temprano y tuvo hashtags propios: #mono y #mona
@RockAgustina: Que hayan atrapado al #mono amerita que haya una cadena nacional, si o no? :P
@tatupodli: No tenemos nada mas interesante de que hablar como país que de un #mono escurridizo??
@GUIDOGMDQ : El #Mono de Palermo utiliza su salida "cultural" para tramitar Visa en consulado norteamericano
@gallinaenboedo: Prioridad el #mono que lindo !! ( no es sarcasmo)
@jmeirino: Que gran momento televisivo !! Todos los canales mostrando como intentan bajar una #mona de un arbol en Palermo
lanacionar