Rincón peronista: restauraron el despacho, vestidor y toilette de Evita en un edificio público de la ciudad
Eva Duarte de Perón trabajó allí entre 1946 y 1952, donde recibió a familias, políticos y personalidades del mundo
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El edificio donde se debaten las ideas y proyectos que le dan vida y ritmo a la ciudad esconde uno de los secretos mejor guardados de la política. Un espacio donde una figura referente de un movimiento político nacional pasó varios años recibiendo a sindicalistas, trabajadores y familias en extensas jornadas que comenzaban muy temprano y terminaban durante la madrugada.
La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, el edificio conocido como Palacio Ayersa en honor al arquitecto que lo diseñó, albergó durante años el espacio laboral de Eva Perón, que llegó allí de la mano de Juan Domingo Perón cuando se instaló en la Secretaría de Trabajo y Previsión Social durante el gobierno de Edelmiro Farrell. Además del despacho, la exprimera dama solía usar otros espacios que hoy lucen restaurados y con parte del mobiliario original.
Los registros fotográficos de archivo reviven el paso de Eva Duarte de Perón entre 1946 y 1952, el año de su fallecimiento. La documentación escrita no abunda, pero los recuerdos orales de los testigos de esos encuentros rememoran aquellas reuniones que le dieron vida a la Fundación Ayuda Social Eva Duarte de Perón que, además del Palacio Ayersa, funcionó en otros establecimientos. Los trabajadores bautizaron al lugar como el Vestidor de Evita, que hoy se puede recorrer como parte de las visitas guiadas de la Legislatura.
“Es impactante la huella que dejó el paso de Eva en los empleados del Palacio que la sobrevivieron”, cuenta Laura Szames, coordinadora del Museo de la Legislatura, una sensación que, cuenta, se repite en quienes visitan hoy el lugar. “A la gente le impacta mucho el espacio donde trabajaba Eva. Hace un tiempo hicimos una instalación, una recreación como si ella estuviese trabajando, con un muñeco que la representaba como si estuviese escribiendo, una forma de recrear una de las fotos históricas del archivo. La escena era bastante real al punto tal que la gente lloraba al verla”, recuerda.
La oficina, el vestidor y el baño que usaba están ubicados en el hoy nombrado Salón Eva Perón, en la antesala del recinto de sesiones y entre los actuales despachos del presidente de la Legislatura (el vicejefe de gobierno), y del vicepresidente de la Legislatura, Emmanuel Ferrario, y también cerca del Salón Dorado, uno de los espacios utilizados para las actividades diplomáticas del recinto.
Esos espacios, después del fallecimiento de Eva Perón, habían sido desmantelados o usados como oficinas, hasta que se inició un proceso de restauración a partir de la segunda catalogación del edificio como Monumental Histórico Nacional. Después de 1943 había recibido la primera clasificación que fue borrada por la Revolución Libertadora. Luego, en 2011, llegó la nueva declaración que puso en marcha el proceso de recuperación.
El por entonces vicepresidente primero del cuerpo, Cristian Ritondo, movilizó la puesta en valor de la oficina, el baño y el vestidor. Entonces, se rescataron el escritorio, las sillas, un sillón, un bahiut con piezas de mármol y de bronce, copones y otras piezas que fueron identificadas como originales y usadas durante el paso de la referente peronista. El taller de carpintería de la Legislatura llevó adelante los trabajos de restauración.
“Cuando termina el proceso del Concejo Deliberante se hizo una remodelación del edificio, pero no fue tan profunda. En 2012, hubo un interés en rescatar ese espacio. Costó mucho encontrar documentación escrita de que allí haya estado Eva Perón vistiéndose. Sin embargo, fue la tradición oral la que llevó a esa idea. Antes que Evita llegue a esos espacios los lugares servían para otros fines, luego se convirtió en el Vestidor de Eva. Su paso marcó un antes y un después para el edificio”, agrega Szames.
Cronología
Eva Perón se transformó en Primera Dama en 1946 y desde ese momento comenzó a tener participaciones en acciones de ayuda social, primero en los garajes de la antigua residencia presidencial, en el microcentro, luego en el cuarto piso del Palacio de Correos y Comunicaciones. A partir de septiembre de ese año se trasladó al despacho de la Secretaría de Trabajo y Previsión del Palacio Ayersa.
Por el aumento de la demanda fue habilitada la antesala a la actual presidencia de la Legislatura para albergar a todas las personas que solicitaban dialogar con ella. En el recinto de sesiones se recibían a delegaciones más numerosas de mujeres y trabajadores organizados, muchas veces para la firma de convenios colectivos.
La restauración del vestidor, del hall del toilette y del toilette data de 1947, el mismo año que tras regresar de una gira por Europa impulsó la sanción de la ley de voto femenino y la creación y organización de la rama femenina del partido peronista, en jornadas de trabajo que se extendían hasta la madrugada para recibir los cientos de giros postales, encomiendas y cartas que llegaban a la Fundación.
En la línea cronológica e histórica de la Legislatura y el paso de Eva Perón por allí se destaca que en 1948 se creó legalmente la Fundación Ayuda Social Eva María Duarte de Perón y el edificio pasó a ser el sitio transitorio de su funcionamiento hasta que se construyó la sede definitiva donde hoy funciona la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (UBA). En el salón de honor proclamó los derechos de la ancianidad, recibió a diplomáticos extranjeros y autoridades como el príncipe Bernardo de Holanda y la dirigente israelí, Golda Meir.
Agobiada por el avance de su enfermedad, Eva Perón dejó de concurrir a la Legislatura en abril de 1951 y la actividad de la Fundación se trasladó a dos edificios de Paseo Colón al 500 para administrar, entre otras cosas, el turismo social de los complejos de Chapadmalal y Embalse Río Tercero. Tras su muerte, el 26 de julio de 1952, fue velada en el edificio donde trabajó durante cinco años.
“Su velatorio fue entre los salones San Martín y Dorado y aún hoy se ve en la fachada del edificio, sobre la calle Perú, perforaciones que quedaron de las placas de bronce colocada en su honor”, cuenta Juan Diego Bellocchio, director general de Asuntos Culturales y Patrimoniales de la Legislatura.
“La importante es respetar la historia argentina y el paso de Evita por el edificio forma parte del patrimonio inmaterial. Hay un valor material y otro inmaterial que representa una figura tan importante como Eva Perón, las historias de quienes estuvieron con ella, el pasillo, los encuentros, las reuniones, los protagonistas. La generación actual del peronismo no vio a la figura de Eva porque ya pasaron 71 años de su muerte. Recrear su historia, su paso por la Legislatura, tiene un gran valor”, resalta.