Ópera sobre rieles: reestrenan una obra lírica de 1700 a bordo del Tren Urquiza
Los pasajeros podrán disfrutar mañana de La Serva Padrona; la puesta barroca es parte de un proyecto que busca acercar en forma gratuita la música a espacios no tradicionales
Baptista Pergolesi jamás lo hubiera imaginado posible en el 1733, cuando compuso en soledad La Serva Padrona, una ópera barroca reservada a la élite italiana. Pero (por suerte) con el paso del tiempo las miradas cambian; las inquietudes, también; y los escenarios acompañan o intentan hacerlo de la mano de nuevos artistas y públicos.
Mañana y en ese marco, la música le quitará protagonismo al andar del tren en estaciones de la línea Urquiza (que une Chacarita con San Miguel). Allí, bajo la dirección general de Pablo Foladori se presentará “Ópera sobre rieles”, una propuesta de “Ópera Periférica”, el proyecto creado por este músico argentino que soñó desde el conservatorio con acercar la lírica a espacios no tradicionales, aunque sus colegas “no lo terminaran por comprender del todo”.
“Las puestas en escena tienen como mirada correr al repertorio de su lugar tradicional, como son los teatros líricos, y proponer un vínculo con nuevos territorios y nuevos espectadores”, cuenta entusiasmado a LA NACION. “En esta intervención, además de hacer la experiencia en la estación Federico Lacroze, en la ciudad, vamos a ir a las de Tres de Febrero y Hurlingham, en la provincia. Esto nos permite llevar la ópera aún más lejos, a larga distancia”, agrega al referirse al alcance que tendrá la performance pensada para esta semana.
La Serva Padrona y diez artistas colmaron con éxito el jueves pasado el hall central de una transitada estación Federico Lacroze. Una semana después, buscarán redoblar la apuesta en el interior de Buenos Aires. Interpretarán la misma obra y la dividirán en dos actos: en la estación Martín Coronado, del municipio de Tres de Febrero, a las 11.30 horas, y en la estación Ejército de los Andes, en Hurlingham, a las 12.30 horas, para reforzar esta idea de contribuir con el concepto de lo periférico, en un claro guiño con el nombre de la iniciativa y las zonas poco exploradas.
“Hacer algo de estas características no sólo es una sorpresa para la gente, sino también para la compañía, porque tiene algo de azaroso. En un teatro lírico sólo puede pasar que alguien del público tosa, o suene el celular. Acá, en una estación de tren, hay una indeterminación aún mayor y eso lo hace más interesante. En ese sentido, cada función es radicalmente diferente, mucho más que en un concierto tradicional”, reconoce Manuel De Olaso, director musical de esta intervención. “En los ensayos, por ejemplo, un pasajero se enganchó y, como era un cantante aficionado, se puso a cantar con nosotros. Veremos con qué nos encontraremos mañana”, señala, con la vara puesta aún más alta.
Son expectativas compartidas por Metrovías, la concesionaria que opera la Línea Urquiza, que transporta a más de 20.000.000 millones de usuarios por año. Para la empresa, se trata de “una transformación del viaje” cotidiano y de la posibilidad de brindarles a los usuarios “una experiencia distinta” a bordo. “Buscamos que puedan disfrutar de la música y de la ópera en un contexto no habitual, como una manera de promover la cultura y la circulación de expresiones artísticas”, concluye, convencida, Lucía Ginzo, gerente de Relaciones Institucionales.
Las primeras conquistas del proyecto
Declarada de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Ópera Periférica realizó ya varias incursiones en espacios no tradicionales, pese a su corta existencia.
La compañía dio sus primeros pasos en 2014, a partir del trabajo de su director Pablo Foladori. Al año siguiente, intervino el Galpón Piedrabuenarte en Villa Lugano, en el marco de la Noche de los Museos. Luego, en marzo de 2016, presentó Bastián y Bastiana en la Villa 20, donde músicos y cantantes profesionales co-crearon junto con un grupo de rap y de break-dance del lugar una puesta de esta ópera de la juventud de Mozart. El año pasado debutó con La Serva Padrona en estaciones del subte y la Villa 31 de Retiro.