Nuevos barrios porteños. Se abren las calles y llegan más árboles a la ciudad
Se prevén plantar 16.000 árboles hasta fin de año; jacarandás, lapachos, ceibos y algarrobos son algunas de las especies autóctonas elegidas que permitirán atraer aves y mariposas
- 4 minutos de lectura'
El Gobierno de la Ciudad prevé plantar más de 16.000 árboles durante este año entre los que colocará en planteras vacías, los que reemplazarán ejemplares extraídos y los que pasarán a ocupar lugares donde no había vegetación. Dentro de ellos están los nuevos barrios y espacios públicos que fueron construidos por el Ministerio de Desarrollo Urbano y el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) en el marco del plan de urbanización y construcción de viviendas.
Un ejemplo es el barrio Playón de la Chacarita, ubicado entre las calles Fraga, Teodoro García, Palpa, Céspedes y las vías del Ferrocarril Urquiza. En 2018 se inauguró la extensión de la avenida Triunvirato hasta Federico Lacroze, unos 600 metros que se ganaron sobre terrenos que pertenecieron al Ferrocarril Urquiza y que integraron urbanísticamente al ex asentamiento de la calle Fraga. Este año se colocaron más de sesenta ejemplares de jacarandá en el boulevard de la avenida Triunvirato.
Allí también se instalaron 15 macetas que contienen más de 300 plantas de diversas especies producidas en el Vivero de la Ciudad.
Lapachos en la nueva calle 14
En el barrio Mugica -ex Villa 31- se colocaron más de treinta árboles en las zonas donde se realizaron aperturas de calles nuevas. Fueron de especies variadas: lapachos sobre la nueva calle 14 y el sector de viviendas llamado Nueva YPF, anacahuitas sobre la calle 4, jacarandás sobre la avenida Gendarmería y catalpas en el Paseo del Bajo.
En el nuevo barrio llamado Mundo Grúa, de Barracas, se construyeron unos 320 departamentos a los que se mudaron familias de la Villa 21-24. Allí se colocó arbolado de alineación con ejemplares nativos. El plan de urbanización desarrollado por la Ciudad y ejecutado junto al gobierno nacional generó un nuevo camino de la ribera en el que se incorporará vegetación a pedido de los vecinos.
Cualquier vecino de la ciudad puede solicitar plantaciones de árboles a través de la aplicación para teléfonos celulares BA147 o la web gestioncolaborativa.buenosaires.gob.ar/prestaciones. Según informan desde el gobierno porteño, las solicitudes se integran al plan de forestación conforme van ingresando y de acuerdo con las especies requeridas para cada corredor, según lo define el Plan Maestro de Arbolado.
Más arboles nativos, menos exóticos
El plan de arbolado previsto para este año contempla la paulatina incorporación de árboles nativos, en detrimento de los exóticos. Es lo que se hizo en el Parque de los Niños de Núñez, donde se plantaron más de 1100 árboles autóctonos entre las especies algarrobo, aromito, timbo, ceibo, lecherón y fumo bravo. En el Paseo Malvinas de Villa Soldati se incorporaron 440 ejemplares de taruma, otra especie nativa en reemplazo de especies exóticas. Más allá de los parques y plazas, se están haciendo plantaciones de prueba de especies nativas en veredas.
¿Qué importancia tiene plantar árboles nativos? “Atraen fauna silvestre como mariposas y pájaros y tienen menos riesgos de plagas”, apunta Fabio Márquez, licenciado en Diseño del Paisaje especializado en espacios verdes, gestión pública y biodiversidad urbana. “En la Ciudad de Buenos Aires se pueden observar más de 200 especies diferentes de aves y más de 100 mariposas autóctonas que solo se pueden ver en la Reserva de Costanera Sur, en el Parque de la Estación (de Once) o en la Reserva de Lugano. Pero se podrían ver en toda la ciudad si el 98% de las plantas no fueran exóticas”, plantea. Es, según dice, hasta casi una estrategia de turismo. Y algo fácil de reparar: “Cuando se hizo el Parque de la Estación nadie nunca había visto una especie en la zona. Al poco tiempo había 27 distintas”, explica.
Actualmente hay 430.000 árboles en la ciudad. Los ejemplares pertenecen a la especie o variedad definida para cada cuadra teniendo en cuenta el ancho de la vereda y la calzada, el tipo de tránsito y las especies preexistentes en cada corredor viario.
Márquez explica que, lógicamente, los árboles más grandes de la ciudad datan de una época en la que no había tantas construcciones. “Los árboles nuevos deberían ser chiquititos y eso muchas veces no se respeta, como los plátanos que se plantaron en veredas de Once”, critica. Si se elige el árbol correcto, asegura, luego casi no necesita poda.
El listado de especies permitidas para ser plantadas en la ciudad -algo que solo puede realizar el gobierno- se puede consultar online.