La intervención en la Reserva Ecológica de Costanera Sur promete mejorar las zonas de circulación y el espacio público para los visitantes; el sector tiene una superficie total de 350 hectáreas
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Las dos áreas de conservación más grandes de la ciudad están siendo renovadas con una intervención que apunta a mejorar la biodiversidad, la experiencia en tiempo real de los visitantes y la infraestructura con la incorporación de servicios y utilidades como senderos, bicisendas y puentes de acceso peatonal. La conexión de las puestas en valor tiene en común el plan de recuperación de la costa del Río de la Plata, de norte a sur.
Más de 370 hectáreas suman las superficies de las reservas ecológicas Norte y Sur, donde se están realizando las mejoras, que junto a la Reserva Ecológica Lago Lugano, el Jardín Botánico Carlos Thays y los Reservorios de Parque Sarmiento, son los sitios de mayor concentración de la flora y la fauna porteña. En la Sur, por ejemplo, habitan 23 especies de reptiles, 26 de peces, 44 de hongos y más de 350 de aves que se detectaron a lo largo de su existencia.
El proyecto en las reservas está centrado en cinco ejes principales: la puesta en valor de los circuitos pedagógicos, científicos, turísticos, de avistaje, deportivos y de contemplación; el desarrollo de la infraestructura que atraiga distintas actividades y públicos; el rescate y el potenciamiento de la biodiversidad existente; la generación de nuevas experiencias de contacto con la naturaleza de forma directa; el incentivo de actividades como la observación, la investigación y la fotografía; y la capacitación sobre cambio climático, flora y fauna nativa, y otros temas relacionados.
La renovación del vivero, los portales de acceso, la cartelería y los sanitarios fueron las primeras mejoras que encaró la Secretaría de Ambiente de la ciudad en la Reserva Ecológica del sur, donde ya comenzaron las obras de conectividad y de las áreas de interpretación con un circuito de pasarelas. La nueva infraestructura permitirá sumergirse en la naturaleza y apreciar la fauna y flora de la reserva sin perturbar los ecosistemas.
El plan incluye la instalación de miradores sobre la Laguna de los Coipos, donde también está previsto contar con un puente de acceso entre Puerto Madero y la reserva mediante pasarelas de madera y lugares estancos para mejorar la conexión y el espacio público disponible para los visitantes. El proyecto, que es probable se inicie la semana próxima, forma parte del plan integral BA Costa que ya tiene avances en varios frentes, por ejemplo, la plaza Memorial AMIA, la transformación de Costa Salguero y la playa permanente frente al Aeroparque.
“Un proyecto importante en desarrollo es la renovación de la playa y contención del borde costero mediante gaviones y juncos. Así se podrá proteger uno de los sitios más disfrutados por los visitantes de los efectos del cambio climático, tales como el aumento de los niveles de agua y los cambios en la frecuencia de los fenómenos meteorológicos, o sudestadas, que daña la contención del río y deteriora cada vez más el material”, explican desde la Secretaría. “En este sector trabajamos también en el área de servicios donde la experiencia junto al río podrá completarse con áreas de descanso, sanitarios renovados y provisión de alimentos y bebidas, de igual manera al sector que existirá en el bajo espigón Plus Ultra de esta reserva”, agregaron.
En el Norte
En el otro extremo de la ciudad se encuentra la Reserva Ecológica Costanera Norte Ciudad Universitaria que abrió el año pasado y es gestionada en forma conjunta con la Universidad de Buenos Aires (UBA). En sus 22 hectáreas la propuesta es visibilizar un espacio que está integrado al Río de la Plata con la mejora de 11.000 metros cuadrados de senderos, una conexión a la plaza AMIA, nuevos espacios con vegetación y creación de áreas de servicios.
Por iniciativa de la Ciudad y de la UBA se está generando un Centro de Interpretación que permitirá realizar visitas educativas, actividades científicas y recreativas. Además, se está trabajando en las islas verdes con la extracción de 4000 m² de hormigón para permitir aumentar la capacidad de captación de agua.
Esta iniciativa contó también con la plantación de 2900 de árboles y plantas y el desarrollo de 1500 metros lineales de bicisendas en la que se utilizaron parte de las estructuras existentes.
“Las reservas tienen un rol fundamental para mitigar el impacto del cambio climático porque contribuyen en la producción de oxígeno, la absorción y almacenamiento del dióxido de carbono, la regulación del clima, la mitigación de inundaciones y la conservación de la biodiversidad. Al mismo tiempo, tienen un enfoque educativo y promueven la conciencia ambiental”, sostuvo Inés Gorbea, secretaria de Ambiente de la ciudad.
“Queremos que las reservas sean más accesibles y disfrutables. Para eso creamos nuevos senderos, miradores y áreas de descanso que le permitirán a los ciudadanos poder disfrutar de entornos naturales únicos”, agregó la funcionaria.