Facundo Ambrosi, uno de los bomberos que asistió cumpliendo con su trabajo al incendio del depósito de la empresa norteamericana Iron Mountain , en el barrio porteño de Barracas, murió luego de haber estado internado por once días en el hospital Argerich, tras el siniestro que acabó con la vida de otros nueve bomberos.
Ambrosi se encontraba en coma farmacológico y con asistencia respiratoria, luego de una intervención quirúrgica en la cabeza y una endoscopia a la que fue sometido como consecuencia de las heridas que sufrió en el incendio, que incluyeron múltiples fracturas al quedar bajo los escombros de uno de los muros que se derrumbaron y provocaron el fatal desenlace.
Las imágenes que grabaron las cámaras de seguridad indicarían que fueron múltiples los focos que iniciaron el fuego, lo que respalda la hipótesis del secretario de Seguridad, Sergio Berni, y el abogado de la familia de Pedro Baricola, integrante de la Defensa Civil que también murió en el incendio.
Luego del siniestro, el gobierno nacional decretó dos días de duelo y desde el Cuartel Central de la Policía Federal salieron los autos con los restos y un autobomba decorado con ofrendas florales hacia el cementerio de la Chacarita, donde el arzobispo Mario Poli ofreció un responso y fueron inhumados los restos de los fallecidos en la tragedia.
