Mundo Lingo: un encuentro políglota en la gran ciudad
En tres bares, jóvenes de todo el mundo charlan en varios idiomas
Iván es italiano, de Verona; Marco, alemán; Dandra, neoyorquina; Eunok espera ansiosa poder hablar con un coreano, y Noelia es argentina. No se conocen, pero sus ganas de aprender sobre nuevas culturas y practicar idiomas los encuentran juntos un viernes a la noche en un bar porteño.
Los convoca Mundo Lingo, una propuesta surgida hace tres años y medio de la mano de Benjamin Moreira, un inglés que vivía en Buenos Aires y buscaba una manera de conocer y acercarse a la cultura y a la gente local. Quería hacerlo fuera de los recorridos turísticos tradicionales: se le ocurrió crear un evento de intercambio de idiomas, abierto a todo el mundo.
Desde entonces, los martes, miércoles y viernes unas 200 personas se reúnen desde las 21 en distintos bares de Palermo y el microcentro, con ansias de conocer nueva gente y charlar. Lo hacen con un sistema muy particular: al entrar en el bar, a los participantes se les entregan stickers de banderas, según su procedencia e intereses, para que peguen en las remeras o en el brazo. Las banderas indicarán lengua materna, idiomas a practicar y grupos de interés.
La primera bandera es la del país de origen o lengua materna y, luego, de arriba hacia abajo, los otros idiomas que se desea hablar.
"La idea es acercarse a los demás y comenzar a charlar de lo que más les guste. La dinámica es muy simple, ya que no tenemos grupos específicos; cada uno puede interactuar en el idioma que quiera, con quien quiera, el tiempo que desee", explica Micaela Galván, una de las coordinadoras de Mundo Lingo, mientras trata de encontrar, entre las más de 120 banderas repartidas esa noche, la de Costa Rica.
Galván cuenta que, si bien asisten de distintas partes del mundo, los países más frecuentes son Estados Unidos, Alemania, Brasil, Francia y Reino Unido, además de contar con asistentes de Rusia, Europa del Este, centroamericanos y orientales.
Miguel Raspanti, manager del encuentro que nació en la ciudad y ya se exportó a Londres, Montreal, Alemania y Australia, asegura que asisten entre 5000 y 6000 personas por mes y que son muchos los que repiten la experiencia. Lingo refiere al esperanto, es argot, lengua hablada; la gente de habla inglesa usa esa palabra para referirse a idiomas que no usa.
Reunión joven
"Por lo general, vienen entre 150 y 200 participantes cada noche, un 60% argentinos y un 40% extranjeros, en su mayoría de entre 25 y 35 años", dice Raspanti, que aclara: "Se trata de un evento cultural y no de una fiesta o un lugar de «levante»".
Raspanti sostiene que las reuniones son una forma de enriquecimiento permanente, intercambio de culturas, formas de vida y lenguaje. "Muchos quizás estudiaron un idioma, pero no tuvieron la oportunidad de viajar para ponerlo en práctica. De hecho, varios profesores de inglés vienen, hablan con gente de Australia o los Estados Unidos y quedan maravillados".
Tal vez sea por eso que Noelia Staricco, una treintañera de Caballito, luce orgullosa sus banderas y no puede dejar de sonreír mientras conversa con Dandra, una neoyorquina de 23 años que se encuentra de intercambio en la ciudad.
"Primero me animé a desempolvar mi italiano, la verdad es que lo tenía bastante olvidado, y ahora estoy pidiéndole consejos a Dandra sobre qué lugares visitar en Nueva York, ya que voy en unas semanas. Me parece una experiencia increíble, sin dudas voy a regresar y recomendarla", dice Staricco.
Dandra asiente con la cabeza; también está feliz de ser parte del encuentro y dice estar emocionada como cuando probó por primera vez el asado argentino. "Me encanta Buenos Aires, la gente, las costumbres, me siento como en casa, y ahora que me enteré por unos amigos de esta reunión, vendré todas las semanas".
Apoyado en la barra lustrada, entre tragos y un poco de música, César, un colombiano de 38 años, conversa con Carla y Jakelyn, dos peruanas que estudian en Buenos Aires y desean practicar su inglés.
"Aún estamos un poco tímidas, pero en breve saldremos a las pistas", dice Carla, de 26 años, quien confiesa que en un principio le molestaba el "tonito" porteño y temía que se le pegara, pero luego de probar la pizza y la milanesa napolitana se entregó de lleno a la ciudad.
Sentada junto a sus compañeros de trabajo está Eunok Kim, una coreana de 29 años que mira expectante a su alrededor, con ganas de comenzar. "Ya participé en otras, pero es la primera vez que vengo a este bar. Me gusta mucho porque la gente tiene muy buena onda y se pueden practicar idiomas de una forma distinta a la habitual. Ya hablé español, pero ahora estoy esperando encontrarme con un coreano", dice ansiosa mientras toma cerveza.
El coordinador
Federico Alterleib es el "Cupido" de los idiomas; cada noche se encarga de buscar banderas iguales y conectar gente con los mismos intereses. Además, con tono cómico y una simpatía desbordante, aconseja a los participantes no quedarse sentados para que haya una mayor interacción, rotar de grupos, despegarse de los amigos con los que uno llegó, cambiar de sitio y, por sobre todas las cosas, jamás sentirse mal: "Siempre va a haber uno que hable mejor que nosotros, pero también uno que lo haga peor", cuenta jocoso, y se roba todas las miradas.
Iván Tommasi, un italiano veinteañero, se mueve con desparpajo por el bar sin la más mínima vergüenza, parece haber tomado las recomendaciones de Federico a la perfección. Conversa, sonríe y encandila a más de una con sus inmensos ojos azules. Cuenta que está estudiando economía en la ciudad y que asistió al encuentro en busca de conocer gente nueva y familiarizarse con la cultura argentina. "Me sorprende que acá tomen Fernet con Coca, en Verona mi papá lo mezcla con el café después de cenar", explica a un grupo de palermitanos.
Mientras atiende a Liv Vainberg, una brasileña de 22 años que hace cuatro vive en el país, Ihousvanny, un cubano de personalidad desbordante, prepara mojitos en la barra, al tiempo que es testigo del encuentro entre Kari, de Noruega, y Marco, de Alemania. Ambos se miran por primera vez. Hay un silencio incómodo hasta que él suelta un chiste en inglés y ella le regala una carcajada. Después de todo, de eso se trata Mundo Lingo: de entenderse, sin importar las diferencias, borrando las distancias.
Lo que hay que saber para participar
Cuándo y dónde
Los martes en The Temple Bar, Marcelo T. de Alvear 945, Retiro; miércoles, en Soria Bar, Gorriti 5151, Palermo y los viernes, en Olver's Club, en Guatemala 4462, también en Palermo
Horario
Comienza a las 21 y suele extenderse hasta la 1 o 2
Promociones
Los viernes hay Happy Hour de 21 a 23 y pizza gratis de 21 a 22
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