Monopatines eléctricos: se aprobó una ley para regular su uso en la Ciudad
La regulación para la circulación de los monopatines eléctricos en la Ciudad de Buenos Aires se convirtió en ley luego del debate que culminó hace minutos en la Legislatura porteña. Con especificaciones técnicas para resguardar la seguridad de los usuarios y del resto de los actores de la movilidad urbana, restricciones de velocidad y zonas de circulación, la norma clarifica el escenario para el arribo de este servicio.
Desde hace varios meses los scooters, de acuerdo a su denominación original, se ven circulando en las zonas de mayor concurrencia de personas, principalmente en el microcentro. Se trata de vehículos utilizados para cubrir trayectos cortos ya que su autonomía permite viajar hasta 20 kilómetros con una sola carga de la batería.
Ante el vacío legal que existía y la expansión en toda la región de este vehículo, sumado al creciente interés de varias empresas que ya están probando sus unidades en la calle, el Ejecutivo promovió una legislación acorde a las necesidades. Para eso fue necesario modificar hoy el Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad.
La modificación define a los dispositivo de movilidad personal como "vehículos de una o más ruedas dotados de una única plaza y propulsados exclusivamente por motores eléctricos" que solo pueden "estar equipados con un asiento si están dotados de sistema de autobalance" excluyendo da los vehículos "sin sistema de auto-balanceo y con asiento, los concebidos para competición y para personas con movilidad reducida".
La ley prohíbe a los menores de 16 años utilizar los monopatines eléctricos y también la circulación en estos dispositivos por las veredas. Los usuarios estarán autorizados a moverse por las bicisendas, ciclocarril y ciclovía, tres formas diferentes de definir los espacios de circulación de ciclorodados y dispositivos de movilidad personal, según el Código de Tránsito porteño.
"La incorporación de este tipo de dispositivos tiene que ver con un objetivo claro de la gestión que se basa en fomentar una movilidad más sustentable, desalentando el uso del automóvil. En reiteradas oportunidades hemos demostrado estar a la par de las principales ciudades del mundo y este caso no es la excepción", opinó Francisco Quintana, vicepresidente de la Legislatura.
Medidas de seguridad
Entre las medidas de seguridad quedó establecido que los scooters deben poseer un sistema de frenos que actúe sobre sus ruedas, una base de apoyo para los pies, un timbre o bocina que permita llamar la atención bajo condiciones de tránsito mediano, elementos reflectantes, una luz delantera y otra trasera para su visibilidad en condiciones de poca iluminación, y la potencia máxima del motor no podrá ser superior a 500 Watts.
El peso y dimensiones de los dispositivos serán establecidos por la Autoridad de Aplicación, aunque el promedio es de 12 kilos para soportar a una persona de hasta 100 kilos.
"Nos parecía importante regular este nuevo medio de transporte porque brinda soluciones de movilidad urbana, sobre todo para el primer o último tramo de un viaje más extenso. Con esta ley seguimos diseñando la ciudad a escala humana que tiene que ver, entre otras cosas, con el desaliento del uso del automóvil particular para pasar a formas de movilidad más sustentables y saludables", analizó la legisladora de Vamos Juntos, Cristina García, titular de la Comisión de Transporte y Tránsito de la Legislatura.
Con esta regulación se puede poner en marcha el plan del Ejecutivo de iniciar un período de prueba con unas 1000 unidades en la calle. Esta primera etapa podría comenzar en julio y los siguientes seis meses servirán para testear cómo funcionan los dispositivos, cuál es la recepción en los usuarios y, sobre todo, cómo conviven con peatones, bicicletas, transporte público y vehículos.
¿Cómo funcionarán? A diferencia de las bicicletas, los scooters no serán gratuitos. Su manipulación será mediante una app y tendrá un costo de desbloqueo y una tarifa por minuto. Los primeros valores que se mencionaron son de $25 y entre $6 y $8, respectivamente, pero los valores podrían cambiar al momento de la implementación del servicio. A nivel mundial se cobra el equivalente a un dólar por el desbloqueo más U$S 0,25 el minuto.
En la Argentina, en 2017 las jugueterías comenzaron a vender los monopatines para los niños que los utilizaban en barrios cerrados o para ir a la escuela si la distancia era corta. Ahora ya hay al menos cinco empresas que lo ofrecen como un vehículo de movilidad urbana, con precios de entre $30.000 y $55.000. Próximamente estarán a disposición como en otros países de la región.
En Montevideo, Uruguay, la empresa Grin ya desplegó los monopatines de alquiler que se solicitan a través de una app. La misma aplicación permite pagar por su utilización y detectar las zonas donde se encuentran. En San Pablo y Río de Janeiro (Brasil), la empresa Yellow, fundada por el argentino Ariel Lambrecht, expandió sus rodados.
Durante el feriado del 1 de mayo Grin desplegó 65 unidades en diversas esquinas de Palermo para comprobar la recepción entre los usuarios. Se trató de la primera experiencia que podría repetirse en las próximas semanas con otras empresas.