Miles de personas presenciaron el megadesfile militar en Palermo
Los festejos por el Bicentenario concluyeron en la Capital; 18 bandas nacionales y extranjeras actuaron sobre la Avenida del Libertador y en el Campo de Polo; hubo emoción y alegría entre la gente
Luego de celebraciones en distintos puntos del país, la semana del Bicentenario de la Independencia tuvo su broche de oro en la Capital ayer, cuando 18 bandas militares nacionales e internacionales desfilaron por la Avenida del Libertador en un clima plagado de emoción, que tuvo como punto culminante un aplauso cerrado a los ex combatientes de Malvinas.
Cerca de las 11, por las calles que desembocan en la avenida varias familias apuraban su paso para llegar puntuales al espectáculo, en el barrio de Palermo. El frío, que se hacía sentir, no empañaba el caluroso festejo patrio. Se respiraba alegría.
Las banderas argentinas se multiplicaban: en balcones, clavadas en macetas, en manos de niños y adultos, en autos y en camisetas. Hacía 16 años que no se realizaba un desfile de estas características en la ciudad de Buenos Aires; si bien en 2010 hubo un desfile militar durante el Bicentenario de la Revolución de Mayo, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner no asistió. Ayer, a pesar de las idas y venidas, el presidente Mauricio Macri dijo presente.
"Hoy [por ayer] la gente se reunió sin distinción política, eso es lo positivo", remarcó Amalia, viuda de un militar que asistió al desfile. A unos metros, un hombre de boina negra disfrutaba la previa mientras fumaba en pipa. "Es fundamental la comunicación entre la población y este aspecto de las Fuerzas Armadas", dijo Alfredo Tomaselli, de 60 años. "Se reencuentra la ciudadanía con sus fuerzas militares, que, en definitiva, también pertenecen al pueblo", coincidió Carlos Miranda, de 68 años.
Por la vereda, un padre de familia llevaba un sombrero negro repleto de plumas verdes tornasoladas. "Es un cappello da bersagliere", explicó. "Es un sombrero de fiesta. Mi papá era bersagliere [los bersaglieri eran un cuerpo de elite de la infantería italiana]", repetía Mario Piazza, de 43 años, mientras se tomaba una foto junto a un bersagliere italiano llegado para los festejos.
Bandas militares de Italia, Brasil, Bolivia, Chile, Estados Unidos, Francia, Marruecos, Paraguay, Uruguay, Perú y España se sumaron al evento.
Alrededor, miles de personas tomaban fotos, grababan videos y hacían flamear banderines celestes y blancos. En los balcones sobre la avenida, familias enteras se asomaban para ver el desfile. Ninguno quería perderse la gran fiesta y el tradicional desfile militar.
El sonido de los clarinetes, los trombones y las trompetas se hizo escuchar. A las 11 en punto comenzó el desfile con la Banda de Conciertos del Ejército de Chile, que emprendió su marcha con impecable uniforme azul y penacho rojo en la cabeza. Cuando una banda terminaba de recorría dos cuadras, comenzaba a marchar la siguiente.
A falta de chocolate caliente, algunos llevaron mate, otros compraban garrapiñadas a los pocos vendedores ambulantes que circulaban. Minutos después, Mauricio Macri anunció por Twitter que el cansancio le impedía concurrir al acto.
"Estamos para esto"
"Nosotros, que somos músicos, estamos para esto. Por eso estamos felices, porque esto es lo que hacemos", dijo a LA NACION la cabo primero Fernanda Cabral, de 36 años, integrante de la Agrupación Sinfónica del Colegio Militar de la Nación.
A las 12, la fila para ingresar en el Campo Argentino de Polo por la calle Dorrego se hacía notar. Allí, todas las bandas militares interpretarían el Himno Nacional Argentino en un carrusel. Luego, cada país tocaría por separado.
La puerta principal del predio, en Avenida del Libertador 4096, era obstruida por un enorme grupo de gente que, entrada previamente sacada por Internet en mano, ingresaba impaciente. En la calle, continuaba el desfile entre aplausos y el canto de la Marcha de San Lorenzo.
Fue entonces cuando el paso de los ex combatientes de Malvinas se llevó la ovación de todo el público presente. "Gracias pueblo mío. Esperé 34 años soñando este día para desfilar con mi familia y ustedes. Sin políticos ni militares, junto al pueblo", rezaba el cartel de un ex soldado. Otro se quitaba de las mejillas las lágrimas que, ante tanta emoción, no había podido contener. Entre los veteranostambién desfiló el militar Aldo Rico, ex carapintada y ex intendente de San Miguel.
Unos minutos antes de que comenzara el acto dentro del Campo, los gritos eufóricos de la muchedumbre advirtieron que algo pasaba. Macri, escoltado por Marcos Peña y otros funcionarios, saludaba con una sonrisa desde el palco principal. "¡Argentina! ¡Argentina!", se escuchó en las gradas.
¿Cuándo fue la última vez que habían desfilado en la Capital? "No me acuerdo", contestó un grupo de policías. "Fijate la gente cómo lo disfrutó. Lo tomamos con mucha alegría. Tocamos en escuelas, en plazas, viajamos muy poco dentro del país", dijeron.