Metrobus del Bajo: edificios demolidos y cambios en las calles en la ampliación de los carriles exclusivos
Comenzó la segunda etapa de un proyecto que ya tiene un tramo inaugurado; para concretarlo se derribaron varios inmuebles que impedían la ampliación
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Tres años después de lo estimado cuando quedó inaugurado comenzó hoy la segunda etapa del metrobus del Bajo para completar la traza que utilizarán 50 líneas de colectivos urbanos. Serán casi cinco kilómetros de carriles exclusivos, desde Retiro hasta La Boca, que pretenden conectar con mayor fluidez una de las zonas más transitadas de la ciudad. Para concretarlo debieron derribarse algunos inmuebles, entre ellos, la Escuela Taller del Casco Histórico, que generó cierta polémica y la participación de la Justicia.
El edificio, ubicado en Paseo Colón y Brasil, terminará de ser demolido en julio. Allí funcionaba un espacio de reparación de las esculturas de la ciudad y asistían estudiantes que aprendían los oficios de yesería y carpintería, actividades que se trasladaron a un establecimiento educativo de Alsina 963. Entre otras propiedades emblemáticas que, según el Gobierno porteño, interferían en la expansión del metrobus, se encontraba el edificio Marconetti, con una larga historia detrás, que también fue derribado.
Con esta obra dos kilómetros de carriles exclusivos se sumarán a los casi tres que habían sido inaugurados en 2017. La segunda etapa comenzó hoy y abarca el tramo comprendido entre Paseo Colón e Independencia, y Almirante Brown y Wenceslao Villafañe para que otras 19 líneas de colectivo se incorporen a esta modalidad de circulación que, según las estimaciones, podría disminuir un 30% el tiempo de los viajes.
Hasta finalizar la obra habrá diferentes etapas. La primera, que se completará en agosto del año próximo, tiene por objetivo “realizar todas las tareas necesarias sobre calzada y vereda para el corrimiento de interferencias de las empresas de servicios públicos (AySA, Metrogas y de telecomunicación, alumbrado público y semáforos)” y contempla el ensanche de la calzada en el tramo correspondiente de Paseo Colón. Además consiste en la reparación y reconstrucción de la traza sobre Almirante Brown, las veredas del entorno, el arbolado y el equipamiento de mobiliario, según el proyecto oficial.
En la instancia final, entre junio del año próximo y febrero de 2023, se prevé la colocación de 16 paradores sobre los dos kilómetros de extensión. Además de los refugios para la espera de colectivos “se agregarán distintos espacios verdes para lograr disminuir los tiempos de viaje y generar mayores condiciones de seguridad vial y comodidad para el usuario y mejora la calidad ambiental”, dice desde el gobierno. De acuerdo a la estimación habrá unas 250.000 personas beneficiadas por el uso de esta infraestructura, principalmente, con la reducción de los tiempos de viaje.
Mejorar la conectividad entre Retiro y la zona sur de la ciudad es uno de los principales objetivos del metrobus aprovechando la proximidad con la red de subte (líneas A, B, C, D y E), los trenes Mitre y San Martín, la terminal de combis de Puerto Madero, las estaciones del sistema Ecobici y algunos sitios turísticos como la Usina del Arte, el microcentro y la cancha de Boca. Habrá carteles predictivos para obtener información en tiempo real sobre el arribo de las unidades y en los paradores se incorporará la perspectiva de género como ocurre en otras infraestructuras de la ciudad.
El anuncio de la extensión de la traza exclusiva hace hincapié en los elementos de seguridad vial que serán parte del proyecto. En todo el corredor habrá semáforos peatonales de cuenta regresiva, iluminación con artefactos LED, elementos táctiles y baldosas guía con una textura especial para guiar a las personas no videntes y encauzadores de colectivos en maniobras de aproximación, entre otros.
Se anuncia que en la nueva traza se incorpora más vegetación tanto en paradores como en veredas y se sumará un 20% más de árboles respecto a los existentes. En la actualidad hay 380 ejemplares y se agregarán otros 105; además habrá 84 árboles que se trasladarán a las comunas 1 y 4.
Edificios en conflicto
La concreción de este proyecto resultó traumática para el gobierno porteño por las trabas que fue encontrando hasta lograr liberar la traza. Algunos de los inmuebles que debía liberar llevó más tiempo de lo previsto y demandó la participación de la justicia como el caso del Marconetti, también conocido como el edificio de los artistas, que pertenecía a la ciudad desde 1985, pero que estaba ocupado por unas 15 familias que resistían el desalojo. Finalmente, con la intervención del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), créditos, acusaciones de usurpación y órdenes de desalojo el inmueble fue liberado.
Otra de las batallas judiciales tuvo como protagonista a la Escuela Talles del Casco Histórico, un tradicional edificio que no resistió los planes de expansión. Alumnos y organizaciones que defienden el patrimonio porteño se resistieron a la demolición del edificio a pesar que en 2019 hubo un proyecto elaborado por los ministerios de Cultura y de Desarrollo Urbano de mudar a la institución a un nuevo edificio que se construiría en el Parque España, en Barracas. Tras una medida cautelar tramitada en el Juzgado Nº 1 en lo Contencioso Administrativo y Tributario se determinó que el inmueble de la calle Alsina era apto para mudar la actividad de la escuela taller.