Metegol, cine y reencuentros. Cómo es la rutina en el centro de aislamiento en Tecnópolis
En el espacio previo al ingreso a la zona roja del Parque Sanitario Tecnópolis, el personal médico procura cubrirse el cuerpo de pies a cabeza. Una vez que se colocan el traje blanco y los guantes, usan cinta adherente para unir las bolsas que cubren sus zapatos con el pantalón. No debe quedar ningún espacio al descubierto, están a punto de ingresar al pabellón donde están los pacientes con coronavirus. Aunque, adentro, hay un clima distendido. Los que están contagiados transitan sus días entre juegos de mesa, noches de cine argentino y, por el momento, las habitaciones son individuales.
Los escenarios cambiaron de manera brutal por la pandemia. Tecnópolis, que era uno de los puntos neurálgicos de las vacaciones de invierno, ahora está casi desierta. Solo se ve movimiento alrededor de las cinco "naves" que llevan el nombre de algún color. Son enormes espacios cerrados a los que solo accede el personal sanitario. Ahí tienen listas 350 camas, pero podrían llegar a alojar a 2000 personas. Por el momento, hay 31 ocupadas. Todo el espacio está dividido por paneles que forman las habitaciones y los pasillos llevan nombres de próceres o personalidades destacadas de la Argentina, desde Gilda hasta Eva Perón.
Acá solo se reciben pacientes con sintomatología leve, como algunos grados de fiebre, pérdida del olfato o el gusto. Son personas que, por falta de espacio en la propia casa para evitar nuevos contagios, decidieron venir voluntariamente para aislarse por unos 10 días. Podrían llegar pacientes de todo el conurbano bonaerense.
"Cuando llegan los pacientes a Tecnópolis los recibe personal de la Cruz Roja y el personal del ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires. Dejan algunas pertenencias que quedan guardadas, el contacto de un familiar, se hace otro chequeo médico, les damos un kit con ropa de día y de noche -que se lava cada 48 horas- un kit de higiene y se les asigna una habitación", dice Laura Braiza, directora del Parque Sanitario Tecnópolis.
A la 8 se desayuna, a las 12.30 se almuerza, a las 16 se merienda y la cena es a partir de las 20. Los momentos de esparcimiento son entre comidas. En el caso de que los pacientes no tengan celular, cuentan con teléfonos para llamar a sus familiares. También hay metegol, ping pong, cartas de truco y el ministerio de Cultura pensó una lista de cine argentino para proyectar en la sala que montaron. Hay una biblioteca y clases de costura y pintura.
Dispusieron horarios para las duchas, un código de convivencia y a las 23 se apagan las luces, aunque quedan iluminadas algunas salas de estar. Pero como aún a situación no es apremiante en cuanto a la ocupación de camas, los horarios suelen ser más laxos.
"Las propuestas del dispositivo intentan que el aislamiento sea más llevadero, porque los pacientes, si bien se sienten bien, están en un lugar ajeno a ellos", señala Braiza.
Según la funcionaria, no han tenido problemas de convivencia. De hecho, hubo historias de reencuentros, como la de los primos que no se veían hace dos años y se encontraron de casualidad. El 30 de junio pasado, en otro centro de aislamiento ubicado en Costa Salguero, a raíz del robo de un celular entre los pacientes, hubo disturbios y tuvo que intervenir el personal de seguridad. Ese complejo tiene capacidad para 798 personas en 16.000 metros cuadrados, también acondicionados con todos los servicios básicos de contención y recreación.
En el Parque Sanitario Tecnópolis, los pacientes tienen tres controles diarios, les evalúan los signos vitales y siguen de cerca algunas situaciones particulares. El equipo de acompañamiento psicológico también diseña estrategias personales según cada caso. Ahí trabajan 200 personas de lunes a lunes, entre el personal de logística, la Cruz Roja, Cascos Blancos, gente de limpieza, médicos y la lista sigue. Aún no tuvieron ningún contagio entre el personal que asiste a los pacientes.
Hay un solo punto de ingreso y de salida, en donde se cumplen protocolos estrictos. "Los que trabajan acá tuvieron que hacer un curso de bioseguridad para aprender a extremar los cuidados al sacarse los trajes, que suele ser el punto más crítico", explica la funcionaria.
Cuentan con dos arcos que rocían productos desinfectantes y tienen una capsula de ozono para esterilizar los elementos, como los anteojos, que se vuelen a utilizar. Hasta el momento, por Tecnópolis pasaron 69 pacientes.
Anteayer, para fomentar el uso de estos grandes centros de aislamiento, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció el lanzamiento del programa "Acompañar" por el cual se les pagará $500 por día por hasta un máximo de 10 días a las personas con coronavirus que sean derivadas a los centros extrahospitalarios.
Aunque Tecnópolis y Costa Salguero no son los únicos centros de aislamiento montados para evitar un colapso del sistema sanitario. En el municipio de Tigre dispusieron de un Centro de Aislamiento de Emergencias en el que ubicaron 500 camas nuevas y cuenta con la capacidad para duplicar esa cantidad.
Se levantaron hospitales de campaña, como el Hospital Militar Reubicable, que funcionará codo a codo con el de Campo de Mayo, uno de los principales centros sanitarios que poseen las Fuerzas Armadas.
En la República de los Niños, en La Plata, también se montó un centro para pacientes leves. Estos espacios también fueron montados en varias provincias a lo largo y ancho de la Argentina.