Más que vestigios de la vida porteña. Dónde se pueden ver los objetos y juguetes cotidianos del siglo XIX
En la zona del casco histórico de la ciudad, abre hoy el Sitio Arqueológico La Cisterna que atesora vajilla, utensilios y hasta el tanque de agua más grande que tuvo la ciudad hace 200 años; entrada libre y gratuita
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Con corte de cinta y gran expectativa, en la tarde de ayer, en un acto oficial que reunió a funcionarios del gobierno porteño, quedó inaugurado un importante espacio arqueológico ubicado en Moreno 550, en el barrio porteño de Monserrat. Un lugar que será de acceso público y que invita a adentrarse en los usos y costumbres de la sociedad porteña de hace dos siglos.
Los hallazgos, que serán exhibidos a partir de hoy al público general, se produjeron durante el proceso de excavación para la construcción del actual edificio -denominado Paseo de la Cisterna- en 2017. La apertura tuvo gran convocatoria y fueron de la partida Enrique Avogadro, ministro de Cultura de la Ciudad; Emiliano Michelena, secretario general de la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; el gerente operativo de Patrimonio, Martín Capeluto, y el propietario del inmueble, José Kohon. La cita contó además con números musicales y la posibilidad de recorrer el sitio para descubrir diversas de piezas restauradas.
“Quiero que tomemos conciencia de lo que estamos presenciando acá. Estamos inaugurando un nuevo museo en la Ciudad de Buenos Aires que nos permite asomarnos a nuestro propio pasado. Mucha gente trabajó para que esto fuera posible y es a ellos a quienes quiero agradecer, a todo el equipo que formó parte de este proyecto. Y también quiero agradecer especialmente a José Kohon porque tampoco era obvio que en la Argentina íbamos a tener la posibilidad de este acuerdo público-privado tan potente como el que terminamos generando. De golpe tenemos un pedazo de nuestra historia revelada, la posibilidad de asomarnos y conocer cómo se vivía en ese tiempo, cómo era el día a día cotidiano, además del contexto histórico y socio político que se atravesaba”, dijo Avogadro durante la inauguración.
Estos descubrimientos tuvieron lugar en la etapa previa de la edificación por lo que, en ese momento, se activó un protocolo para la protección del patrimonio arqueológico y paleontológico de la ciudad. “En un principio, se encontró una estructura que supo ser el reservorio de agua de la casa de la familia Ezcurra y luego de los Ezcurra Rosas, ya que Encarnación Ezcurra se casó con Juan Manuel de Rosas y vivieron allí durante varios años”, explicó Capeluto.
Se trata de una cisterna que tiene un diámetro de siete metros y un poco más de tres metros de altura y, por las dimensiones, se considera que era la más grande de la ciudad en ese momento, un elemento de lujo del que solo disponían las familias pudientes. “Lo interesante es que a partir de este hallazgo se sucedieron otros, ya que se iniciaron una serie de excavaciones en el mismo terreno. En uno de los pozos se encontró la vajilla completa de la casa de los Ezcurra Rosas, desde diferentes tipos de platos, tacitas, copas, que habían encargado a Inglaterra y que tienen leyendas que aluden a la época rosista. Se cree que, luego de la batalla de Caseros, los unitarios entraron a la casa y arrojaron allí estos elementos lo que para nosotros, desde el punto de vista de conservación del patrimonio, significa un hallazgo fantástico”, agrega.
Tras un arduo trabajo de restauración estas piezas se exhiben en el sitio arqueológico, donde también podrá visitarse la cisterna y otros elementos aportados por el patrimonio de la ciudad. Todo esto se podrá ver a partir de hoy, los sábados y domingos de 14 a 18, miércoles, jueves y viernes de 13 a 19, mientras que los lunes, martes y los días feriados permanecerá cerrado.
Vestigios de otro tiempo
“Es el sitio arqueológico más importante de la ciudad y es público”, enfatiza el gerente operativo de Patrimonio de la ciudad. A la vez que destaca la relevancia que tiene el hecho de que estos descubrimientos permiten observar los distintos estratos históricos, “son como capas que nos dejan conocer todo lo que pasó en ese lugar a lo largo de los años”, explica. Durante el siglo XIX, el sitio perteneció a la familia de los Ezcurra Rosas y funcionó como vivienda. Los objetos recuperados durante la excavación arqueológica dan cuenta de esa etapa; así aparecen porcelanas pintadas a mano y decoradas en oro, bebidas importadas y distintos elementos que conformaban el servicio de té. La técnica predominante era la impresión por transferencia, una práctica costosa que permitía a las familias más adineradas realizar su propio modelo. Los platos con leyendas y colores alusivos al periodo rosista que se encontraron son un buen ejemplo de ello.
Entre la finalización de la Campaña de Rosas al Desierto, en 1835, y la inauguración de la estancia San Benito de Palermo, en 1848, la casona fue centro político de la Confederación Argentina. Con la caída de Rosas, tras la batalla de Caseros se convirtió en la sede de la Casa de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. “Fue la última sede antes de que el gobierno de la provincia se instalara en La Plata. Luego funcionó allí el Correo Central de la Nación, y más tarde, a principios del siglo XX, fue un conventillo que se demolió para establecer un estacionamiento que ocupaba todo el solar”, señala Capeluto.
Los elementos encontrados retratan todo lo que pasó por esa casa, por ejemplo, aparecen tinteros y sellos que pertenecieron a la época cuando funcionaba como sede de la gobernación o que también pudieron ser parte de los elementos del correo. “También se encontraron canicas o bolitas, trompos y pelotas de cuero con los que jugaban los niños que vivieron en el lugar durante los años en que fue un conventillo”, añade.
Para apuntar
Hoy el sitio arqueológico quedará abierto al público con entrada libre y gratuita. A partir de las 14, se realizarán distintas actividades culturales para toda la familia, desde talleres de fanzine o de “Selfie Ilustrada Patriótica”, cocina, o visitas guiadas teatralizadas. También se podrán realizar visitas guiadas para escuelas con reserva al email: consultaspatrimonio@buenosaires.gob.ar y visitas guiadas para el público en general, miércoles y jueves a las 15, 16.30 y 18, sin inscripción previa y con capacidad limitada; el recorrido tiene una duración aproximada de 40 minutos.