Más limpieza, pero deficiencias en accesos, seguridad y frecuencia
Muchas escaleras mecánicas están fuera de servicio; demoras incluso en horas pico
Escaleras mecánicas fuera de funcionamiento, escasa presencia policial y demoras de hasta 12 minutos en la hora pico de la tarde son las principales falencias del servicio de subterráneos que todavía subsisten en la red, luego de más de un año de administración local y en la antesala de una nueva suba tarifaria.
Así lo comprobó LA NACION en una recorrida realizada por las seis líneas durante la tarde de anteayer. Como contrapartida, las estaciones se percibían levemente más limpias que meses atrás, aunque la opinión recogida entre los pasajeros seguía siendo altamente negativa en relación con la higiene general en la red.
No obstante, no había suciedad acumulada en los andenes, salvo excepciones; incluso, todos los cestos tenían una bolsa para residuos colocada y no había basura acumulada. También se observaba una especie de "lavado de cara" de las instalaciones mediante trabajos de pintura recientes.
Las deficiencias en accesibilidad y seguridad son todavía habituales en el sistema de subtes porteño. También las frecuencias son insuficientes para abastecer la demanda de pasajeros, sobre todo en las horas pico.
En cuatro horas y media de recorrida, LA NACION encontró diez escaleras mecánicas fuera de funcionamiento en las estaciones Malabia y Medrano, de la línea B; Once, de la línea H; Castro Barros y Piedras, de la línea A; José María Moreno, de la línea E; Diagonal Norte, de la línea C, y Carranza, José Hernández y Juramento, de la línea D. "Es una vergüenza. La escalera de Castro Barros hace por lo menos un año que salió de servicio", protestó Manuel Guillón, usuario habitual de la línea A.
Desde Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) admiten que existe un total de 20 escaleras desactivadas. Pero afirman que en un año, desde que la empresa estatal porteña asumió el control de la red, la proporción de escaleras rotas descendió de una de cada cuatro a una de cada once. Y explicaron que los tiempos de reparación son largos porque, en muchos casos, se requieren repuestos importados que demoran en ingresar.
Pese al anunciado envío de la Policía Metropolitana al subte y la aprobación de los fondos pertinentes, LA NACION sólo encontró agentes de la Policía Federal, en escasa cantidad y dirigidos más a la custodia de las boleterías que a la vigilancia de los andenes, donde ocurren los arrebatos a los pasajeros.
En las líneas B y D sorprendió la disminución de los vagones grafitados, que volvieron a ser visibles en las líneas C y E. En esta última, en la estación José María Moreno, el intervalo entre trenes alcanzó los 12 minutos en hora pico, entre las 18.09 y las 18.21. Son reiteradas las quejas de los pasajeros por la baja frecuencia. "Es un horror. Podés esperar hasta 20 minutos", sintetizó Silvina Martínez.
Voceros de Sbase confirmaron que en las líneas A, B y D fueron removidos los grafitis con un novedoso producto que protege los coches de futuros vandalismos. El proceso continúa.
En la línea D, además de las múltiples escaleras rotas, hay quejas por deficiencias en las instalaciones. "Suciedad y baños sin habilitar vas a encontrar en todas las estaciones", dijo Marina Chávez, usuaria frecuente. En cambio, Tamara Britte rescató algunas mejoras: "Meses atrás hasta había cucarachas. Pero en este último tiempo estuvieron arreglando; en la D, cambiaron todos los asientos, pintaron y pusieron infografías. En la B, vi lo mismo".
El plan de mejoras de Sbase, según datos oficiales, incluyó limpieza profunda, reparación de filtraciones; pintura, colocación de cestos de basura, ventiladores y luminarias en 80 estaciones, recambio de televisores y de señalización.