Luego de Time Warp, vuelven las fiestas electrónicas
Habrá más exigencias por la nueva ley de eventos masivos
Nueve meses después de la muerte de cinco jóvenes en la Time Warp y a pocos días de que entró en vigor la nueva ley porteña de eventos masivos, que supone mayores controles, vuelven las fiestas electrónicas a la ciudad. Esta noche se presentará Dash Berlin y mañana, Eelke Kleijn, Guy J. y Digweed, en el Mandarine Park de Punta Carrasco.
Para celebrar raves que reúnan más de 1000 personas las productoras deberán seguir la flamante normativa. Deberán pedir un permiso 20 días antes de la fecha, estar inscriptas en un registro público oficial, presentar planes previos de despliegue de seguridad y asistencia sanitaria (aprobados por el SAME y los bomberos), limitar el ingreso de personas, tener bebederos gratuitos y también disponer de un conteo electrónico de asistentes.
Según pudo saber LA NACION, la fiesta de esta noche contará con seis ambulancias de alta complejidad, 12 médicos, 16 socorristas, cuatro personas para difundir material de prevención de riesgos, otras 15 designadas al control de minoridad y efectivos de Prefectura, Drogas Peligrosas y Tránsito. Además, habrá 70 miembros de seguridad privada y 15 en control de ingreso. El predio contará con una nueva zona de hidratación de 900 m2 de superficie, vigilada por custodios privados que estarán a cargo del personal de socorrismo de la Cruz Roja Argentina.
Según las exigencias que establece la nueva ley, sancionada por la Legislatura porteña el 29 de septiembre del año pasado, deberá instalarse un puesto de servicio médico de emergencia en un punto visible. Además, los organizadores tendrán que dar una alerta a los hospitales cercanos al show para la preparación anticipada de sus servicios.
Cuando un espectáculo tenga entre 5000 y 10.000 asistentes (esta noche se esperan 8000 personas), la Agencia Gubernamental de Control deberá disponer de seis inspectores, el doble de los que estuvieron en la Time Warp. En caso de superar los 10.000 se deberá agregar un inspector cada 5000 asistentes. Si no se cumplen estos requisitos, el organizador recibirá una multa de $ 950.000 o 60 días de arresto.
Dash Berlin tenía previsto presentarse el 23 de abril de 2016, ocho días después de aquella trágica fiesta electrónica de Costa Salguero en la que murieron Nicolás Becerra, Francisco Bertotti, Bruno Boni, Martín Bazzano y Andrés Valdez; todos habían consumido drogas.
La rave había sido habilitada para 13.000 personas, pero entraron más de 20.000. A raíz de este hecho, que puso en evidencia la falta de control y seguridad en estos eventos, fueron prohibidas las fiestas electrónicas. Luego de que se puso en vigor la nueva ley, el pasado 23 de enero, esta noche tendrá lugar la primera fiesta de tamaña magnitud.