Los porteños eligieron a Lucciano's como la mejor heladería artesanal: sus dueños explican las claves
Lucciano’s empezó como la heladería que hacía los palitos con forma de minions, el personaje amarillo de la película Mi villano favorito. El primer local se abrió en Mar del Plata en 2011 y los veraneantes llenaron las redes sociales con fotos de estos palitos. Pero más allá de lo vistoso, la fama se la hicieron por la calidad del helado, una textura cremosa, sabores como pistacho, sambayón o gianduia que se sienten auténticos y no como saborizantes.
En la sucursal de Las Cañitas, Facu, de 6 años, entra en monopatín, va derecho hacia las paletas y le dice al papá, que está en la caja: "¡Quiero el de cookies!". El papá, por su parte, se pide un vasito de chocolate amargo. "Este gusto solamente lo como en una heladería chiquita que está en Pinamar y acá", explica. Ese es el espíritu de Lucciano’s, la calidad artesanal que logró replicarse en 34 locales (Mar del Plata, La Plata, Chaco, Rosario, Córdoba, Gran Buenos Aires y Capital).
Los vecinos de la ciudad de Buenos Aires, donde hay 13 locales de Lucciano’s, lo eligieron como el mejor helado artesanal. Llegó a la final de un concurso, organizado por el Gobierno de la Ciudad, junto a Cadore, Chungo, Rapanui y Podio. Se puede decir que sus fundadores, Daniel y Christian Otero (padre e hijo), subieron un importante escalón hacia la meta que se pusieron en 2011, cuando todo empezó: "Abrimos la heladería con el objetivo de hacer el mejor helado del mundo y para eso necesitamos una combinación de buena materia prima, innovación, tecnología y las mejores recetas. Fuimos en busca de todo eso a Italia. Fue una gran inversión. Hoy hacemos el mismo helado que el primer día, sólo que a mayor escala", cuenta Christian, director de Lucciano’s desde Mar de Plata, su ciudad natal.
Christian considera que la calidad del helado de Lucciano’s es "única". Solamente nosotros importamos nuestros propios chocolates y frutos secos. Esto significa que producimos en Italia con excelente materia prima y lo traemos. Productos como las pastas veteadas, los derivados de frutos secos los customizamos a nuestras necesidades", dice, y agrega que hoy eso es imposible para una heladería industrial porque hacen helados "más de batalla".
La ambientación de los locales Lucciano’s es canchera. Los helados están presentados en una vitrina con una estética bien tradicional de las heladerías artesanales, diferente a las mesadas con tapas de acero inoxidable ocultas, con el bebedero y las servilletas que no secan y el banco en la entrada clásicos.
El secreto también está en la maquinaria. Para el helado artesanal se utilizan máquinas llamadas discontinuas que hacen de a 5 kilos por tirada, mientras que una industrial hace a partir de 200. Christian considera que en eso está la mayor diferencia, aunque asegura que que un producto sea artesanal no es garantía de buena calidad o de que el helado sea más rico. "Se pueden hacer helados artesanales de bajo costo o usando el mejor chocolate del mercado. Por ejemplo, el pistacho varía entre 10 y 100 euros, nosotros importamos el de mejor calidad y usamos frutas frescas, no concentrados", dice.
Lucciano’s no tiene un ranking estático de sabores más pedidos, van rotando. Eso da el indicio de que los consumidores van variando y la calidad de los sabores es homogénea. En el local de Las Cañitas, Daiana, la encargada, comenta que los más pedidos del último tiempo son Kinder Bueno blanco, super sambayón, los de rocher y el de alfajor Havanna. El sambayón sobre todo lo pide la gente mayor y el Kinder los adolescentes.
En estos 8 años, Lucciano’s conquistó a un público exigente: el 83,25% de los argentinos consume helado artesanal en las diversas estaciones del año (según un estudio hecho por la consultora D’ Alessio IROL e impulsado por AFADHYA). Y aunque ya tiene varios imitadores, Lucciano’s fue pionera en revalorizar los palitos. "Veíamos que era un producto bastardeado, que se consumía en estaciones de servicios o kioscos y vimos un potencial. Las paletas las hacemos a mano", cuenta Christian y es algo que se puede ver en el video institucional que tienen en su cuenta de Instagram, donde se recorre toda la planta de elaboración.
Los votos totales del concurso fueron de 48.339, Lucciano’s se llevó 12.676, el segundo puesto fue para Rapanui (9746 votos) y tercero para Cadore (3211 votos). Las heladerías debían anotarse para concursar y se votaba vía un formulario que se publicó en las redes sociales de BA Capital Gastronómica y BA Participación ciudadana. "Estamos muy agradecidos con todos los que nos votaron, creo que sobre todo valoran el producto de calidad y lo innovador. También quiero agradecer al público marplatense, que fue el primero que nos abrió las puertas", cierra Christian