Los locales de venta de alimentos, en la mira por la falta de higiene
Los supermercados fueron los más denunciados por vecinos en 2014, también por comida en mal estado o falta de frío en heladeras; los bares y restós, los que más clausuras recibieron
Recoleta, 15 de marzo pasado. El vecino asentó una denuncia en el gobierno de la ciudad sobre un alimento que compró en un supermercado en la avenida Santa Fe. "Llevé milanesas envasadas con el rotulo «carne vacuna, peceto». Eran de dudosa procedencia y calidad. Tiene un color violáceo o rosado aún después de una cocción prolongada. Tiene sabor a carne de cerdo o de caballo. El elaborador no exhibe los datos obligatorios."
En el año último, los supermercados -chicos, grandes y los súper chinos- recibieron 937 denuncias de vecinos por alimentos vencidos, en mal estado de conservación, falta de frío en las heladeras o por la presencia de insectos y roedores en los comercios, entre otras irregularidades. En el podio siguen las casas de comidas (899 denuncias), y los restós (382), según un informe de la Dirección de Higiene y Seguridad Alimentaria de la ciudad (ver aparte).
Mientras que los bares y restaurantes resultaron ser los que más clausuras recibieron, seguidos por supermercados y las verdulerías: la Ciudad ordenó el cierre provisorio de 1339 locales de expendio de alimentos en el último año y medio.
"Los lugares cercanos al río y a las vías son atractivos para los roedores. En las inspecciones detectamos si hay ratas por las heces y los rastros de orina que dejan en las cocinas. Porque no es común ver a los roedores y vectores cuando hay luces o movimiento. Salen de noche, cuando no hay nadie", explicó el inspector porteño, que pidió reserva de su nombre.
Una de las denuncias de vecinos canalizadas en la Ciudad es sobre un supermercado en la avenida Congreso, donde, por ejemplo, había cortes de carne exhibidos en góndolas de "color verdoso".
Para los especialistas en higiene alimentaria, la contaminación de los alimentos que consumen los porteños muchas veces comienza en los depósitos de origen. Por ejemplo, los cajones de frutas y verduras que llegan a los supermercados traen vectores del Mercado Central. Y después se dispersan donde hay una gran cantidad de alimentos.
Miguel Calvete, secretario general de la Cámara de Autoservicios y Supermercados Propiedad de Residentes Chinos de la República Argentina, aseguró que "los supermercadistas toman cursos de manipulación de alimentos e higiene. Esto no quita que por alguna negligencia haya alimentos vencidos en las góndolas, como ocurre en otros supermercados".
Consultada la Asociación de Supermercados Unidos (ASU, que agrupa a las grandes cadenas de supermercados) al cierre de esta edición, no respondieron las inquietudes de LA NACION.
Casa de cucarachas
Segundo subsuelo de una importante panadería-bar del centro porteño. El inspector de salubridad suspira, incrédulo: detecta allí una enorme cantidad de cucarachas, vivas y muertas. No duda: "Hay que clausurar el lugar", dice. El dueño se opone; lo enfrenta en una acalorada discusión. Y lo desafía: "¡Cómo me va a clausurar sin siquiera haber entrado en la cocina, que está en la planta baja! Venga, mírela".
Ambos ingresan en el sector donde se prepara la comida. El experto observa un enchufe roto, en desuso. Y hace una prueba: lo toca con una lapicera y pide que apaguen las luces. Diez segundos más tarde, cuando vuelven a encenderla, una decena de cucarachas había salido de allí y estaban sobre la mesada. "¿Ahora qué me dice?, pregunta el inspector." Hubo largo un silencio.
Panaderías, bares y casas de comidas son atractivos para las ratas. Arman cuevas entre paquetes de harina o viejos cajones de madera. Según la Ciudad, se realiza un promedio mensual de 1800 inspecciones, mientras que desde 2014 decomisaron 180 toneladas de alimentos no aptos para consumo.
Según confiaron varios inspectores, algunos restós de Puerto Madero tienen serios problemas con los insectos. De hecho, meses atrás, un comensal encontró una cucaracha en la panera de un restó de Alicia Moreau de Justo al 110. Por el contratiempo, recibió de regalo un lemonchelo.
El Ministerio Público Fiscal también realizó allanamientos en casas donde se fabricaban comida, en virtud de operativos para detectar a una red de manteros. Un operativo por una investigación de la fiscal Verónica Guagnino el 26 de junio de 2014 descubrió un depósito ilegal de pescadería sin refrigeración dentro de un estacionamiento de autos bajo la estación de Once.
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