Los comerciantes, también en contra de la suba del ABL
Según la CAME, muchos deberán usar un mes de ganancias para saldar el pago
La suba del ABL prevista para el año próximo sigue despertando quejas. Esta vez, por parte de los comerciantes. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), algunas firmas deberán invertir en 2013 el equivalente a las ganancias de un mes de trabajo en el pago del impuesto.
La entidad sostiene que habrá propietarios e inquilinos de locales comerciales que abonarán el año próximo hasta ocho veces lo que pagaban en 2011. Por ejemplo, un local en la zona de Barrio Norte que el año pasado estaba gravado con 815 pesos bimestrales de ABL ($ 408 mensuales) pasó a $ 1630 mensuales en 2012, y para 2013 la boleta llegó con $3261; en enero, ese contribuyente estará abonando 700% más de lo que pagaba en diciembre de 2011.
Otro caso presentado como ejemplo por la CAME es de un comercio del barrio de Villa General Mitre, que por un local de 10 m2 que abonaba 42 pesos por bimestre en 2011 pasó a pagar $ 72 por mes en 2012 y pagará $ 150 en 2013, lo que significa un aumento del 650 por ciento.
El gobierno porteño informó que la suba del ABL -que en la Capital engloba el impuesto inmobiliario más la tasa de higiene urbana- sería de un 24% en promedio para 2013, con techos del ciento por ciento. No obstante, hubo casos de domicilios que sufrieron más de 400% de ajuste.
El único límite admitido por la ley que autorizó al Poder Ejecutivo a incrementar el gravamen es que el pago anual no exceda el 1% del valor de mercado de la propiedad, parámetro que emplean muchas administraciones en el mundo.
"Lo que no refleja esa justificación -argumentó la CAME ayer- es que en Buenos Aires los precios de las propiedades están completamente desfasados del ingreso mensual. Cualquier comercio de barrio puede tener o alquilar un local valuado en 700.000 pesos. Pagar 7000 u 8000 pesos al año de ABL le significaría destinar a ese fin la ganancia de casi un mes entero de trabajo."
Con indignación, la cámara opinó que "seguir justificando los aumentos del impuesto inmobiliario en la inflación y la desactualización de los valores es insostenible. La verdadera razón de las subas reside en la necesidad creciente de ingresos para financiar un gasto público en aumento y con problemas crónicos de ineficiencia. Ése es el problema real que tiene que resolver el gobierno de la ciudad".
No es la primera vez que la CAME se enfrenta con la administración de Mauricio Macri. Desde principios de año viene exigiendo que se combata la cada vez más expandida venta ambulante, que el gobierno porteño no logra desterrar de las principales arterias y de los sitios de movimiento masivo, como las terminales del ferrocarril. Para los comerciantes que pagan alquiler e impuestos, los puesteros y manteros son una competencia desleal.
La CAME objetó y repartió volantes en la vía pública contra la ley acordada entre el macrismo y el kirchnerismo, sancionada la semana pasada, que prevé la cesión de tierras fiscales para desarrollos comerciales. Según la institución, por la extensión de los terrenos que se concesionarán sólo podrán participar allí grandes capitales.